Royal se somete al examen directo de los franceses en televisi¨®n
La candidata socialista intenta recuperar posiciones y reestructura su equipo electoral
S¨¦gol¨¨ne Royal se jugaba ayer noche una parte importante de las posibilidades de reactivar su campa?a a la presidencia de Francia en el programa estrella de TF1 Tengo una pregunta para usted. La candidata socialista sali¨® considerablemente bien parada de una prueba que buena parte de los medios de comunicaci¨®n hab¨ªa convertido en una especie de ¨²ltima oportunidad para impulsar su campa?a. Pero el contraste con la anterior aparici¨®n en el mismo programa de su rival, Nicolas Sarkozy, fue muy significativo.
La emisi¨®n, en horario de m¨¢xima audiencia, se ha convertido en un examen popular de los candidatos, que deben responder en directo, durante dos horas largas, a las preguntas de un centenar de franceses que, seg¨²n el instituto que los ha seleccionado, representan a las distintas capas de la sociedad. A la abrumadora ret¨®rica del candidato conservador hace dos semanas, a su exhibici¨®n de soluciones para todo, Royal opuso su capacidad de escucha, su empat¨ªa y, tambi¨¦n, no pocas dudas sobre c¨®mo compaginar las exigencias de una sociedad en crisis con la realidad de unas finanzas exhaustas.
Igualmente, como ella misma se encarg¨® de se?alar, Royal se vio una vez m¨¢s obligada a demostrar su capacidad profesional. "A ning¨²n hombre con mi experiencia se le pondr¨ªan las pruebas que a m¨ª me exigen", dijo, tras recordar su brillante trayectoria acad¨¦mica y su gesti¨®n como ministra en varios Gobiernos. La primera parte del programa, centrada en temas sociales, mostr¨® a la mejor Royal, como cuando se acerc¨® a un hombre en silla de ruedas que clamaba contra la discriminaci¨®n que sufren las personas con minusval¨ªas. Pero conforme avanz¨® el programa las preguntas se hicieron m¨¢s espec¨ªficas, algunas casi gremiales.
Es dif¨ªcil saber a estas alturas si su honestidad, su naturalidad, ser¨¢ capaz de superar la varita m¨¢gica de Sarkozy, si su tono monocorde sonar¨¢ finalmente mejor que la arrolladora m¨²sica triunfal del ministro del Interior. Porque hasta ayer, la andadura de Royal en este tramo de la campa?a -que se cerrar¨¢ el 22 de abril con la primera vuelta electoral- ha sido muy titubeante. Arrollada por la maquinaria electoral de Sarkozy; malquerida por las viejas estructuras del Partido Socialista franc¨¦s (PS) a cuyos representantes derrot¨® el pasado oto?o en las primarias, la candidata no parece encontrar el impulso para presentar batalla con ¨¦xito al ministro del Interior.
Ni siquiera su discurso program¨¢tico del pasado domingo en Villepinte, en la periferia parisiense, le ha servido para remontar posiciones, todo lo m¨¢s para frenar su ca¨ªda en los sondeos. La evidente falta de sinton¨ªa entre la direcci¨®n del PS y el equipo de campa?a de Royal parece en v¨ªas de solucionarse. Para el jueves est¨¢ anunciada una reorganizaci¨®n de la estructura de su campa?a electoral que tomar¨ªa un modelo "m¨¢s piramidal", seg¨²n explicaba ayer el primer secretario socialista y compa?ero de Royal, Fran?ois Hollande.
Preparaci¨®n a fondo
Royal se ha preparado a fondo para esta especie de examen ante los franceses, que Sarkozy pas¨® con ¨¦xito. La candidata tiene la dif¨ªcil tarea de recobrar su credibilidad, constantemente puesta en duda, no s¨®lo por la derecha, sino tambi¨¦n por aquellos a los que desplaz¨® de la carrera electoral, tanto entre la clase pol¨ªtica, como entre buena parte de los viejos comentaristas. En el tramo central de la campa?a, se hace evidente que las clases y ¨¦lites que controlan el mensaje se sienten mucho m¨¢s identificados con el viejo modelo de hacer pol¨ªtica en Francia del candidato de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP).
De hecho, siempre es Royal la que tiene que dar explicaciones que no se le piden a su rival. El coste econ¨®mico de las 100 propuestas del pacto presidencial de Villepinte no es superior a las promesas de Sarkozy, pero ha acabado provocando la dimisi¨®n del responsable de econom¨ªa del PS.
Chirac se despide con una reforma de la Constituci¨®n
Los diputados y senadores franceses se reunieron ayer en Congreso en Versalles y aprobaron tres reformas de la Constituci¨®n impulsadas por el presidente, Jacques Chirac, que cumple sus ¨²ltimos meses en el palacio del El¨ªseo: abolici¨®n de la pena de muerte, estatuto penal del jefe de Estado y una peque?a modificaci¨®n del sistema electoral.
Para la posteridad, la m¨¢s importante de las reformas introducidas fue la inscripci¨®n expl¨ªcita en el texto constitucional de la abolici¨®n de la pena de muerte.
La m¨¢s pol¨¦mica de las reformas fue la del estatuto penal del jefe del Estado, que fue aprobada por 449 votos a favor, 203 en contra y 217 abstenciones. El nuevo texto establece de forma inequ¨ªvoca y a todos los efectos, incluso para hechos anteriores a su mandato, la inmunidad del presidente de la rep¨²blica. Una inmunidad que, sin embargo, finaliza junto a su mandato. La reforma integra un procedimiento parlamentario que permitir¨¢ la destituci¨®n del presidente "en caso de falta a sus deberes manifiestamente incompatibles con el ejercicio de su mandato", que antes s¨®lo estaba previsto por "traici¨®n".
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