?Todos fot¨®grafos en la era digital?
El Museo del El¨ªseo de Lausana explora la tenue frontera que separa la fotograf¨ªa profesional de la de los aficionados
Una curiosa ceremonia tuvo lugar la pasada semana en la plaza de San Francisco de la ciudad suiza de Lausana. Congregados en torno al etn¨®logo y especialista en "ceremonias de duelo", Bernard Crettaz, un grupo de fot¨®grafos destroz¨® sobre el pavimento c¨¢maras fotogr¨¢ficas anal¨®gicas, carretes de pel¨ªcula y ¨²tiles de laboratorio. Un fot¨®grafo con m¨¢s de 30 a?os de experiencia resumi¨® amargamente: "Siento que me han robado mi trabajo, mi identidad y mi estatus profesional. No acepto m¨¢s aprendices en mi estudio porque creo que ya no tengo ning¨²n conocimiento que transmitirles".
A escasa distancia de all¨ª, el Museo del El¨ªseo, la m¨¢s importante instituci¨®n suiza para la fotograf¨ªa, inauguraba a bombo y platillo la exposici¨®n ?Todos fot¨®grafos? Esta muestra intenta analizar las infinitas formas de utilizar la fotograf¨ªa digital y las diversas v¨ªas para compartir y difundir el material en la era de Internet. "Nuestro trabajo plantea muchas preguntas", explica Daniel Girardin, comisario del museo, "entre ellas si la fotograf¨ªa se democratiza y estamos as¨ª creando al ciudadano-fot¨®grafo".
?Y qu¨¦ hay de los viejos fot¨®grafos-artesanos en este mundo de p¨ªxeles y pantallas? "Ellos tratan de elaborar un duelo simb¨®lico, dado que han pasado toda su vida entre negativos, productos qu¨ªmicos de revelado y papeles fotogr¨¢ficos", explica Girardin, "y muchos no han sido capaces de adaptarse al triunfo del digital". En su opini¨®n, no se trata de reconocer el fin de la fotograf¨ªa, sino "la muerte del fot¨®grafo artesano cl¨¢sico". Pero, ?puede realmente vaticinarse la desaparici¨®n del fot¨®grafo profesional? "En absoluto", responde Girardin, "dado que el profesional vive de su trabajo y posee una amplia cultura de la imagen unida a un proyecto y una visi¨®n del mundo personales". El aficionado es capaz de vivir un acontecimiento particular y reflejarlo tal como lo experimenta: sin filtros te¨®ricos ni t¨¦cnica. Pero eso hace de ¨¦l "un fabricante de im¨¢genes" sin consciencia del significado de su trabajo. En casos dram¨¢ticos, como los atentados de Londres o Madrid ha habido testigos directos con c¨¢mara que han podido dejar un testimonio ¨²nico. Pero un profesional habr¨ªa buscado un ¨¢ngulo completamente distinto del mismo hecho. Es en la "ingenuidad" de esas im¨¢genes donde reside su valor, seg¨²n Girardin.
El museo invita a todos los interesados, sea cual sea su pa¨ªs de origen, a enviar sus fotos, que ser¨¢n expuestas en turnos rotativos. Los elegidos recibir¨¢n una imagen digital de su foto expuesta en el contexto del museo y las cien mejores de cada semana engrosar¨¢n las colecciones permanentes del Museo del El¨ªseo (www.elysee.ch). La ambiciosa idea de Girardin es exponer al p¨²blico un mill¨®n de im¨¢genes. Ya han recibido varias decenas de miles llegadas de 44 pa¨ªses distintos.
La posibilidad de realizar y difundir im¨¢genes en tiempo real a escala mundial, ?democratiza la fotograf¨ªa? "La verdadera revoluci¨®n no es tanto la fotograf¨ªa digital", concluye Girardin, "como la llegada de Internet 2.0, en el cual los contenidos son generados libremente por los usuarios".
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