El superviviente persa
Nekounam, que estuvo a punto de morir en un incendio a los ocho a?os, triunfa en Osasuna
La noticia, como la fiesta de Hemingway, estall¨® el 6 de julio. Horas antes del chupinazo que da inicio a los sanfermines, Osasuna (que hoy jueves juega la vuelta de dieciseisavos de la UEFA ante el Girondins) anunci¨® la primera contrataci¨®n de la temporada: Javad Nekounam (Shar-e Rey, Ir¨¢n, 1980). La noticia corri¨® entre los aficionados como una broma o una excentricidad del club para abrirse a mercados ex¨®ticos. Nadie daba un duro por el iran¨ª. S¨®lo el cuerpo t¨¦cnico, encabezado por Ziganda, aval¨® la contrataci¨®n del futbolista. El entrenador rojillo, incluso, le coment¨® a su llegada a Pamplona que agradec¨ªa profundamente que Nekounam hubiera sido expulsado en el partido contra M¨¦xico del Mundial de Alemania porque, de este modo, nadie m¨¢s se fijar¨ªa en las evoluciones de un centrocampista todoterreno, que combinaba la fuerza con una amplia visi¨®n de juego y una enorme capacidad para saltar de las trincheras de la medular a la vanguardia m¨¢s ofensiva.
Y es que Nekounam es, sobre todo, un guerrero tranquilo, un luchador impenitente que, sin torcer el gesto, hace frente a las adversidades. Con las medias bajadas y sin espinilleras, las piernas del persa dejan descubrir las secuelas de una terrible desgracia. A los ocho a?os, mientras jugaba con su hermano en casa, se declar¨® un incendio despu¨¦s de que una l¨¢mpara prendiese el mobiliario. Los m¨¦dicos, ante el estado del peque?o Javad, se resignaron al peor de los finales. Pero Nekounam ejecut¨® su primer gran regate, esta vez fuera de los terrenos de juego y ante el enemigo m¨¢s cruento. Siete meses en el hospital y un largo reposo en su hogar devolvieron la vida al peque?o y forjaron un car¨¢cter optimista que ha preferido borrar el dolor de su memoria, lo que le lleva a no hablar m¨¢s de su tragedia personal.
Recuperado, Nekounam se forj¨® jugando d¨ªas y noches en las calles de su ciudad, ante las protestas de los vecinos e, incluso, bajo los misiles cruzados entre el ej¨¦rcito iran¨ª y el iraqu¨ª durante la guerra. Profesionalismo, debut con la selecci¨®n de Ir¨¢n a los veinte a?os y madurez futbol¨ªstica. Equipos alemanes como el Kaiserslautern o ingleses como el Tottenham se interesaron por el centrocampista, pero su deseo de venir a Espa?a hicieron que recalara en Osasuna.
El ambiente tranquilo y familiar de un equipo con tanta ambici¨®n como cordura han facilitado su integraci¨®n. El problema del idioma sigue ah¨ª, aunque Javad se entiende con todos, mientras que la religi¨®n (es musulm¨¢n chi¨ª) no pasa de ser una an¨¦cdota cuando el cuero es el que manda. "Es un buen chaval, muy educado y un poco t¨ªmido, pero se ha integrado muy bien", indica un miembro de la plantilla. Pasear, ir de compras, el cine, salir a cenar... Javad, o bien con sus compa?eros o junto al traductor que le suele acompa?ar, se desenvuelve con naturalidad por Pamplona. Si alguien le detiene para felicitarle, ¨¦l aguanta la mirada y escucha para posteriormente dejar el recuerdo de una gran sonrisa. Apenas ha entendido nada, pero le da lo mismo.
En el campo tambi¨¦n cumple con creces. De futbolista ex¨®tico que promet¨ªa un fiasco ha pasado a ser uno de los estandartes del equipo y tambi¨¦n de los m¨¢s reconocidos por la parroquia por su pundonor. Ahora, los entonces m¨¢s agoreros sobre la llegada del primer iran¨ª a la Liga espa?ola se rascan la cabeza, incr¨¦dulos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.