Vergel o negocio
Aqu¨ª la duda existencial es si esto de los c¨ªtricos es un vergel, unos campos productivos como sector econ¨®mico o una reserva de solarina, variedad previa a la construcci¨®n de un PAI. Mientras esta duda no quede resuelta, todas las historias sobre la crisis, los precios, el trato especial de Bruselas, la competencia exterior, la que nos fabricamos nosotros mismos, el exceso de producci¨®n y otros mil romances son miedo a colgarle el cascabel al gato.
Desde los tiempos en que Pascual Carri¨®n hablaba de la reforma agraria en Espa?a (1932) este debate queda pendiente. ?Qu¨¦ vendemos? ?Naranjas, mandarinas, clemenules y limones o flor de azahar? ?Qu¨¦ vendemos? ?Jornales, empleo, amortizaci¨®n de herencias o agricultura productiva? ?Somos un jard¨ªn o un campo de solarinas? A lo mejor somos la reserva occidental de vitamina C.
En Almer¨ªa, como lo que tienen son un vergel de pl¨¢stico, est¨¢n a lo que est¨¢n. Aqu¨ª como lo rentable es ponerse el domingo a mirar los reflejos de una naranja a contraluz, despu¨¦s de desayunar zumo de un brick envasado con clementina de Brasil, pues no lo tenemos del todo claro. ?Qu¨¦ orgullo tener un centenario Tribunal de las Aguas que s¨®lo gestiona las fotos de los turistas los jueves a las doce! Luis Aguil¨¦ deber¨ªa hacer una canci¨®n al efecto.
Con esta dulce duda existencial encima de la mesa podemos repasar lo que haga falta de la grave situaci¨®n de la citricultura. Hace falta arrancar entre cuatro y ocho ¨¢rboles por hanegada para conseguir reducir la producci¨®n. Eso lo saben todos los que se dedican al campo. ?Y qui¨¦n es el primero que lo hace? "?Jo vaig a arrancar els meus arbres? ?Abans es podrir¨¤ la fruita! ?Que l'arranque fulano, que t¨¦ diners de sobra!".
Hace falta reconducir el exceso de beneficio de profesiones liberales y empresas hacia otras inversiones que no sea plantar campos de naranjas en Tarragona, Casinos o Huelva. Son miles de ¨¢rboles puestos en el campo sin pensar en su rentabilidad. Al fin y al cabo el dinero enterrado en tierra no paga a Hacienda. ?Es esto agricultura productiva?
Y si es un vergel, ?c¨®mo puede asumirse un incremento acumulativo del 7 por ciento por a?o en los costes productivos? Ni los naranjos que plant¨® el moro en la Vega de Granada aguantaban este desaf¨ªo. Cualquiera que compare los costes de producci¨®n, recolecci¨®n y tratamiento del vergel valenciano con el negocio citr¨ªcola de Huelva o Portugal, por decir los m¨¢s cercanos, tiene claro que a este sabor mediterr¨¢neo le quedan dos telediarios. Por eso alguien arranc¨® hace unos a?os por vender en el campo "a lo que paguen". Fue un comerciante de Burriana que estaba harto de impagados por las crisis circulantes. Se puso a vender como pudo, hizo caja, pago las deudas y ahora est¨¢ en Huelva con mejores cr¨¦ditos y saturando el mercado, pero con unos m¨¢rgenes respetables.
Ahora aparecen las recetas milagrosas. Unas de buen ver, como las que Francesc Camps y Juan Cotino intentan, ara?ando el posicionamiento de Bruselas hacia la agricultura mediterr¨¢nea como siempre la tuvo la agricultura continental. Pero mantendr¨ªa el vergel como la alfalfa en Albacete, para luego quemar el exceso de producci¨®n subvencionada. Eso s¨ª: la finalidad del negocio ser¨¢ pagar jornales y el PIB.
Est¨¢n los que quieren hacer energ¨ªa con la pulpa de la naranja, sin pensar que para llegar a la pulpa primero hay que hacer el zumo. Y est¨¢n los que, por puros criterios electorales, son capaces de hablar de la riqueza del sector y la necesidad de mantener el vergel aunque nos cueste el presupuesto destinado a impedir la deslocalizaci¨®n de la Ford (por cierto, ya iniciada en C¨¢diz con el cierre de Delphi). Estos han olvidado que por mucho que se hable del efecto social de la citricultura los campos de naranjas son ya s¨®lo un precioso manto verde de solarina que rodea las ciudades.
En fin, ?alguien recuerda que hace s¨®lo cien a?os los c¨ªtricos sustituyeron a extensas producciones de c¨¢?amo perdidas por la llegada de las fibras sint¨¦ticas? ?Alguien recuerda que el mundo se hund¨ªa cuando hace veinte a?os arrancaron miles de hanegas de vi?edos y tomateras? Por eso es importante saber si la citricultura es un vergel para los sentidos o un negocio productivo.
www.jesusmontesinos.es
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