"Juego igual de p¨ªcaro que en Argentina"
En una sociedad en la que el hombre a¨²n impera sobre la mujer, Sergio Leonel Ag¨¹ero (Buenos Aires, Argentina; 1988) es, a sus 18 a?os, un revolucionario. Su clan es matriarcal, como en los albores de la civilizaci¨®n cretense. "?Ufff, si le cuento la historia de por qu¨¦ juego con el apellido de mi madre en la camiseta y no como Del Castillo, no terminamos hasta ma?ana!", se r¨ªe El Kun. "En fin, cuando nac¨ª, mis padres eran menores de edad y no les dejaron ponerme el apellido de mi pap¨¢", refiere.
El nuevo icono del Atl¨¦tico, el fichaje m¨¢s caro -23 millones de euros- en los 104 a?os de historia del club rojiblanco, se desenvuelve con picard¨ªa dentro y fuera del campo. A los cinco a?os apuntaba maneras en el club del barrio, el Loma Alegre, de Quilmes. Luego pas¨® por Los Primos, de f¨²tbol-7; Primero de Mayo, Pellerano, Defensores de Belgrano, Defensores del Monte, Crucecita Este... "Era un chico cuando, a los siete, me vino un se?or, Eduardo Gonz¨¢lez, de Independiente de Avellaneda, y all¨¢ me fui", resume el futbolista, que suma seis dianas en la Liga. "Ser¨ªa una buena cifra si meto 12 en mi primer curso", asiente con los ojos brillantes. "?El caballo!, ?El caballo!", jalean sus ac¨®litos. Aparte de distraerse con la v¨ªdeoconsola y cualquier elemento tecnol¨®gico que caiga en sus manos, como cualquier chico de su edad, a Ag¨¹ero le apasionan los caballos. Por la pampa corretea el potro que le regal¨® Samuel Liberman, empresario que dispon¨ªa del 25% de los derechos sobre ¨¦l. En Espa?a, Miguel ?ngel Gil le ha prometido un purasangre si anota diez goles.
"?Vayamos con tranquilidad! 'El Kun' est¨¢ empezando. Intento hacer las cosas bien para ser yo mismo. Que no traten de compararme con Maradona. Es ¨²nico"
"Si hay un penalti, lo tira Fernando Torres. Dicen que ha fallado no s¨¦ cu¨¢ntos, pero no es para tanto. Si lo mete, dir¨¢n que es un gran pateador"
Taimado y de pocas palabras, Ag¨¹ero espera con tranquilidad la visita del Madrid. "Nada de empates. Significa un mont¨®n ganar un derby", afirma. Aunque sea en el Calder¨®n, donde al Atl¨¦tico se le han escapado 15 puntos en 12 partidos. Al Madrid no le gana desde 1999 (3-1), la ¨²nica victoria en 14 a?os. El resto, tablas y goleadas sonrojantes. "No es para tanto. Lo que pasa es que tuvimos unos cuantos empates. Es dif¨ªcil jugar contra equipos que vienen muy metidos atr¨¢s. De entrada, salimos a atacar", esgrime el mediapunta, que no sabe si las obras de la M-30 han repercutido en la moral del publico. "Pero me parece bien que arreglen el tr¨¢fico", abunda.
Aunque sea un adolescente, Ag¨¹ero, ficha de 3,5 millones y patronazgo de Nike, se mueve con la desenvoltura que permiti¨® a su familia sortear las calamidades de Villa Itat¨ª. "Me da igual la ausencia de Sergio Ramos. Por m¨ª, que el Madrid juegue con quien quiera. Es una preocupaci¨®n de ellos, no nuestra", expone El Kun, que volver¨¢ a v¨¦rselas con Gago tras a?o y medio. "Fue hace tanto tiempo... ?S¨ª! En la cancha de Boca, porque en mi campo no pude por acumulaci¨®n de amarillas. Gago juega como all¨¢", dice en uno de los vestuarios de la ciudad deportiva del Atl¨¦tico en el Cerro del Espino, en Majadahonda.
?Y qu¨¦ pasa con los penaltis? "Si los hay, los tira Fernando Torres. Dicen que ha fallado no s¨¦ cuantos [ante Celta, Osasuna y Sevilla], pero no es para tanto. Si hay uno y lo mete, dir¨¢n que es un gran pateador", zanja Ag¨¹ero. El suramericano defiende con ah¨ªnco al pistolero madrile?o, con el forma una sociedad que lleva 13 aciertos. "No voy a desvelar c¨®mo jugaremos, pero Fernando y yo nos llevamos muy bien dentro y fuera del campo. Al principio, se notaba la novedad, pero ahora estamos m¨¢s compenetrados. Sabemos qu¨¦ va a hacer el uno y el otro", apunta relajado.
Segundo de siete hermanos, durante a?os sobrevivi¨® con apenas tres euros al d¨ªa. A compartir entre toda la familia, incluidos seis hermanos, dos primos, un amigo y su rottweiler, Atila. "Se qued¨® all¨¢. No le trajimos porque es muy grande", dice con aire triste. La necesidad le impuls¨® a imitar en vida las andanzas de Kum El Cavern¨ªcola. Ag¨¹ero imitaba todo lo que hac¨ªa el dibujo japon¨¦s. De su cosecha son tretas como las gambetas [regates] o guiarse por la sombra de los contrarios para saber su posici¨®n. "Eso de las gambetas... Es distinto jugar en la calle a hacerlo en el campo", intercede con humildad. Luego, en el campo, se muestra hiperactivo: baja a buscar el cuero, tira paredes, se desmarca, cae a las bandas, se va en velocidad o con regates cortos... Escorzos imposibles que a menudo terminan con una caranto?a de la defensa.
Luego se lanza y suelta que juega igual "de p¨ªcaro" a los dos lados del Atl¨¢ntico. "Aunque el juego es distinto del que se practica en Argentina. Por ejemplo, el campo suele estar m¨¢s veces regado, as¨ª que el bal¨®n circula m¨¢s r¨¢pido. ?All¨ª s¨®lo si llueve!", reflexiona.
Tambi¨¦n lleva con naturalidad haber batido -con 15 a?os, un mes y cinco d¨ªas- el r¨¦cord de precocidad de Maradona en el torneo argentino. Debut¨® el 6 de julio de 2003 frente a San Lorenzo. Entr¨® a los 23 minutos del segundo tiempo, convirti¨¦ndose en el jugador mas joven en saltar a Primera. Hasta le apodaron El Diego del 78. ?Mucho nombre para la cosecha? ?Demasiado nombre o merecido? "?Pero vayamos con tranquilidad! El Kun est¨¢ empezando", se arranca en tercera persona. "Intento hacer las cosas bien para ser yo mismo y que no traten de compararme con ¨¦l. Diego es ¨²nico", apostilla. Cuando Argentina gan¨® el Mundial de M¨¦xico 86 Ag¨¹ero no hab¨ªa nacido. Lo vio en v¨ªdeo, lo que no le impidi¨® emular la mano de Dios de Maradona ante Shilton frente al Recreativo. Una situaci¨®n m¨¢s o menos similar a la de su padre, Leonel, al que las estrecheces econ¨®micas le impidieron ser profesional. "?Jug¨® un partido! (risas). Lo hac¨ªa en mi posici¨®n. Dicen que era muy bueno, en casa tenemos algunos v¨ªdeos. Puede que haya heredado sus genes", sonr¨ªe divertido.
Como adolescente que es, uno m¨¢s de la generaci¨®n que se ha criado entre las calles y la Play-Station, Ag¨¹ero contar¨¢ las horas que faltan para el derby frente a la televisi¨®n. A lomos de un mando, medir¨¢ las fuerzas del Madrid. "Maniche y Fernando Torres son clavaditos en el juego. Pero yo... ?Yo no me parezco en nada!". Superviviente nato, en el empate del Bernab¨¦u (1-1) dispuso de la ¨²ltima ocasi¨®n, pero envi¨® fuera una vaselina ante Casillas. "Sali¨® mal como podr¨ªa haber salido bien ?Si la repetir¨ªa? Depende de c¨®mo estuviera perfilado", concluye.
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