Un 4¡Á4 pr¨¢ctico con equipamiento de capricho
Dinamismo en carretera, m¨¢ximo equipamiento y seguridad avanzada. ?stos son los argumentos del Honda CR-V para afianzar su hueco en el saturado mercado de los todoterrenos ligeros de tama?o medio.
El modelo japon¨¦s aporta tambi¨¦n una imagen original y un interior con buenas soluciones pr¨¢cticas para la vida familiar. Sacrifica en parte sus recursos para salir del asfalto, aunque permite recorrer pistas de tierra y es un 4¡Á4 apropiado para aficionados a deportes de invierno. Pero este coche destaca, sobre todo, por su relaci¨®n precio / equipamiento, e incluye de serie los ¨²ltimos avances en seguridad, como el radar antichoque, que s¨®lo se pod¨ªan adquirir hasta ahora, casi siempre como opci¨®n, en las grandes berlinas de lujo.
El Honda CR-V es un todoterreno ligero pensado para la carretera que se comporta casi como un turismo . Ofrece una l¨ªnea diferente, un interior pr¨¢ctico que permite regular los asientos traseros y una mec¨¢nica refinada que destaca por su rendimiento y bajo consumo. Pero lo mejor es el equipo de serie, que puede incluir, seg¨²n versiones, hasta c¨¢mara para aparcar, navegador y radar antichoque. Y no cuesta demasiado (desde 27.300 euros).
El nuevo CR-V es la tercera generaci¨®n de este 4¡Á4 de vocaci¨®n global: sali¨® en 1996 y se han vendido 2,5 millones en 160 pa¨ªses. Mide 4,53 metros de largo, 10 cent¨ªmetros menos que el anterior modelo, pero en realidad ha crecido, porque la rueda de repuesto ya no va por fuera. Adem¨¢s, es 3,5 cent¨ªmetros m¨¢s ancho y 3 m¨¢s bajo, lo que permite ofrecer una l¨ªnea m¨¢s estilizada y ayuda a rebajar el centro de gravedad para mejorar el dinamismo en carretera.
Est¨¦tica atrevida y diferente
A primera vista, llaman la atenci¨®n los detalles de dise?o. Mientras que la parte baja de la carrocer¨ªa mantiene las formas robustas de los 4¡Á4, la superior parece tomada de un turismo break o familiar. Sorprende el frontal, con un parachoques ancho que sobresale por los lados y sirve de base a los faros. La parrilla est¨¢ dividida en dos partes, una superior con el logo de Honda y otra por debajo que provoca un efecto visual curioso: de lejos parece que falta una pieza. El lateral lleva las ventanillas formando un arco para imitar la l¨ªnea de los cup¨¦s. Y la zaga tiene la base m¨¢s ancha y una luneta ovalada y abombada.
El conjunto puede gustar o provocar rechazo, porque aplica soluciones algo chocantes. Pero Honda ha afinado un 12% la aerodin¨¢mica y ha aplicado aceros especiales para mejorar la rigidez y reducir a la vez el peso en casi 30 kilos.
El interior presenta un aire vanguardista y detalles originales, como el freno de mano. Pero es amplio, c¨®modo, tiene presencia y presenta unos acabados correctos y un ambiente bien resuelto. Adem¨¢s incluye funciones pr¨¢cticas a diario, como los asientos traseros regulables (ver cuadro p¨¢gina 15).
Al igual que los ¨²ltimos todoterrenos ligeros, el CR-V est¨¢ pensado para el asfalto, y ofrece
unas suspensiones c¨®modas y un funcionamiento refinado que permiten hacer viajes largos con confort. S¨®lo la insonorizaci¨®n, que deja pasar rumores mec¨¢nicos y de rodadura,
resulta mejorable.
Navegador de serie
El CR-V se vende con dos motores, un nuevo 2.0 de gasolina con 150 CV (desde 27.300 euros) y el 2.2 i-CTDi turbodi¨¦sel de 140 CV (29.300). Los dos llevan tracci¨®n 4¡Á4 y cambio manual de seis marchas, y el primero se ofrece con un autom¨¢tico de cinco (1.000). Hay cinco acabados, pero los tres superiores incluyen sofisticaciones que marcan la diferencia. El Comfort o base ya viene con seis airbags, ABS, control de estabilidad, aire acondicionado, asientos traseros regulables, ordenador de viaje, radio-CD con cargador y MP3, y todo lo habitual. El Elegance a?ade climatizador, control de velocidad y sensor de lluvia y faros. El Executive suma navegador, c¨¢mara para aparcar y ¨®rdenes orales. El Luxury lleva tapicer¨ªa de piel, techo solar doble, asientos delanteros el¨¦ctricos con calefacci¨®n, sensores de aparcamiento y faros de xen¨®n. Y el Innova tiene hasta radar antichoque (ACC) con prevenci¨®n de impactos (CMBS) y faros de xen¨®n que giran en las curvas.
Conclusi¨®n
El CR-V es un todoterreno moderno, pr¨¢ctico y vers¨¢til, con una mec¨¢nica eficiente que gasta lo justo. Cumple bien como familiar, es seguro y destaca por su equipo de serie, que puede incluir detalles sofisticados, casi siempre opcionales, como navegador o radar antichoque, sin que se dispare el precio.
DISE?O Y SENTIDO PR?CTICO
El interior del CR-V mantiene el estilo que estren¨® Honda en el Civic y combina detalles vanguardistas y otros muy pr¨¢cticos. En los primeros destaca el volante y el freno de mano, que lleva un tirador horizontal muy c¨®modo. Y tambi¨¦n el salpicadero, con una instrumentaci¨®n de leds (diodos) y la consola central flotante, que deja paso libre entre los asientos. En las soluciones pr¨¢cticas resalta la posici¨®n del cambio en la consola, m¨¢s cerca de la mano, y el retrovisor situado en la tapa del portagafas para vigilar a los ni?os.Las plazas traseras tienen suficiente espacio para las piernas, pero la banqueta,muy plana, sujeta poco y resulta inc¨®moda. En cambio, es muy funcional, porque se regula por partes en longitud e inclinaci¨®n (1/3 y 2/3) para ampliar el maletero, y el apoyabrazos incluye dos posavasos. La dotaci¨®n de huecos se completa con una guantera doble, dos posavasos m¨¢s y un cofre junto al freno de mano, bolsas en las puertas y varias repisas. El maletero tiene 556 litros y llega a 955 abatiendo los respaldos. La base del piso sirve de segunda bandeja, y el port¨®n lleva unas bisagras especiales que reducen el esfuerzo al abrir y cerrar.La zaga, muy peculiar y abombada, incluye un resalte alrededor de la matr¨ªcula y un protector de pl¨¢stico en la base.
UN EQUIPO DE SERIE IMBATIBLE
Aunque el acabado Luxury no es el m¨¢s alto del CR-V, incluye un equipo de serie muy superior al de las versiones m¨¢s completas de otros 4¡Á4 similares, con tapicer¨ªa de piel, doble techo solar, navegador y c¨¢mara para aparcar. Y no es m¨¢s caro. El Santa Fe y el Rav4 cuestan 1.400 y 300 euros menos, respectivamente. El primero es algo m¨¢s grande, incluye tapicer¨ªa de cuero y techo solar, y puede tener hasta siete plazas, pero no lleva navegador ni c¨¢mara. El Toyota viene tapizado en piel, pero el techo solar y el navegador se venden en un paquete (3.300 euros). El Freelander es 2.000 euros m¨¢s caro, aunque incluye el sistema Terrain Response y es superior en el campo. Y el X3 cuesta 2.400 euros m¨¢s. A los dos hay que sumarles estos detalles (techo solar, piel, navegador...), que en el Land Rover suponen unos 5.000 euros, y en el BMW, m¨¢s de 6.000.
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