Sabor a malas
Aqu¨ª hay una pelirroja que, con voz lasciva, le pide a pap¨¢ que la quiera tanto como a mam¨¢. Una chica que pens¨® en apuntarse a clases de boxeo para aprender a defenderse de todos los cerdos. Hay una rubia de 25 a?os que le espeta a su chico que va a devolverle una a una todas sus faltas. Y que lo piensa hacer con estilo, pero sin pausa, como todos los orgasmos que ha fingido desde que se conocieron. “Haz memoria”, le exige, “?recuerdas los gemidos?”. Hay una morena que iba a hacer una canci¨®n alegre, pero le sali¨® revolucionaria. Que dice que se fuma un porro y todo se vuelve divino. Que le advierte a su novio de que, como le coja, su cara bonita se va a poner muy roja. “Falso muchacho”, le suelta, “que te den por culo”. Aqu¨ª hay chuler¨ªa, violencia, sexo, desenga?os y muchos kil¨®metros de calle. Todo a ritmo de rap, flamenco, rock, reggaeton, y todo con voz de mujer.
"Esto no es s¨®lo m¨²sica. Es una actitud, una ideolog¨ªa. Es hacer lo que yo quiera, ?por qu¨¦ no?"
"El 'rap' te permite decir lo que te d¨¦ la gana. Da igual la voz, lo que importa es lo que cuentas"
Pero tambi¨¦n hay una ni?a que improvisa canciones ante los paseantes del parque del Retiro tras un cartel pintado a mano que dice “no s¨¦ ingl¨¦s”. Una adolescente subida a unas rocas en Ibiza recitando sus canciones a una grabadora que le ha robado a su ex novio rapero. Una voz femenina al otro lado del tel¨¦fono que garabatea versos en un cuaderno mientras aconseja a los clientes de un banco qu¨¦ hacer con sus ahorros. Hay un proyecto frustrado de estrella infantil, un Mister Atlanta y hasta un instituto de Virginia Occidental.
?stas son las historias de Hanna, de Sara Da Pin Up y de Vanexxa. Tres chicas que estos d¨ªas intentan abrirse camino en un mundo tan dif¨ªcil como es el de la m¨²sica espa?ola en 2007. Tres mujeres que han luchado mucho para lograr una oportunidad que les acaba de llegar. Hanna es una de las principales apuestas del a?o de una discogr¨¢fica multinacional. Su primer disco, Pura Hanna, sale a la venta el 19 de marzo. Pero ya ha levantado revuelo con su desgarrada balada Como un mar eterno, incluida en la banda sonora de Yo soy la Juani, pel¨ªcula en la que Bigas Luna retrata a la nueva juventud del extrarradio. “La verdadera Juani”, as¨ª publicitan a Hanna en su discogr¨¢fica. Sara Da Pin Up, cuyo nombre art¨ªstico remite a las chicas de calendario de los a?os cincuenta, es el primer fichaje de una nueva divisi¨®n dentro de otra multinacional. Su deb¨² discogr¨¢fico, Trippin up, tambi¨¦n sale a la venta en marzo. Pero las rimas de su sencillo Yo gano, t¨² pierdes llevan ya meses calentando motores entre el p¨²blico del rap. Y Vanexxa es alguien que sabe desde muy ni?a que lo suyo es el espect¨¢culo. Una artista que acaba de publicar su ¨¢lbum, Se rompe o se raja, en una discogr¨¢fica independiente experta en amplificar proyectos.
Sus propuestas musicales y sus historias son distintas. Pero las tres comparten una actitud; en sus letras, en su est¨¦tica, en su forma de comportarse sobre un escenario. Una actitud de chicas malas. Peligrosas, sobradas, independientes, sin pelos en la lengua. Y todo sin renunciar a su feminidad. Incluso utilizando ¨¦sta como arma. He aqu¨ª un modelo de artista femenina nacido al amparo de la cultura urbana del hip hop y sus estereotipos, como las divas del rap estadounidense.
Tom¨¢s Fernando Flores dirige y conduce el programa radiof¨®nico Siglo 21, en RNE 3. Lleva m¨¢s de diez a?os en las ondas rastreando las ¨²ltimas tendencias musicales. Acerca de estas nuevas artistas opina que constituyen “un fen¨®meno emergente, influido por el rap, con una saludable intenci¨®n de provocar”. “Las chicas tienen ganas de expresarse con contundencia”, dice. “Es algo a lo que estamos acostumbrados en los artistas masculinos, pero que si lo hacen ellas llama m¨¢s la atenci¨®n. Me parece muy estimulante y creo que se va a multiplicar. ?ltimamente me llegan muchas maquetas de chicas con propuestas en esta l¨ªnea. Es un reflejo de una actitud que ha cambiado en la mujer actual”.
Todos los grandes movimientos culturales juveniles de finales del siglo XX tuvieron sus figuras femeninas ic¨®nicas, que hubieron de luchar por ganarse el respeto en un mundo de hombres. El hippismo tuvo a Janis Joplin; el punk, a Patti Smith; el grunge, a Courtney Love; el hip hop, a Missy Elliot. Y todas tuvieron sus discretos reflejos en Espa?a. La diferencia es que ahora, en un mundo m¨¢s globalizado, esas influencias se asumen m¨¢s r¨¢pidamente.
El antecedente m¨¢s claro de estas nuevas chicas malas surgidas en Espa?a tiene un nombre elocuente: La Mala Rodr¨ªguez. Gaditana, de 27 a?os, La Mala cautiv¨® al p¨²blico joven rapeando con su deje andaluz. Su apropiaci¨®n y reinterpretaci¨®n a la espa?ola de un sonido tan estadounidense como el rap la convirti¨® en uno de los fen¨®menos musicales m¨¢s interesantes de la m¨²sica espa?ola reciente. Sus dos ¨¢lbumes publicados hasta la fecha, Lujo ib¨¦rico (2000) y Alevos¨ªa (2003), son discos de oro en Espa?a. Y ahora trabaja en los ¨²ltimos retoques de su tercer ¨¢lbum, Malamarismo, que se edita el 30 de abril. Un trabajo que se va a publicar tambi¨¦n en Estados Unidos. Ha grabado en Las Vegas, en Miami y en Los ?ngeles, y ha contado con colaboraciones de lujo como las de Calle 13 y Tego Calder¨®n (los reyes del reggaeton de calidad), y la del guitarrista flamenco Raimundo Amador. Decir que el disco promete es quedarse corto.
Vanexxa, Sara Da Pin Up y Hanna no ocultan su respeto a La Mala. Pero no parece que sus propuestas surjan a la estela de ¨¦sta, sino que m¨¢s bien son reflejo de una misma realidad. Alejo Stivel, hist¨®rico del pop espa?ol y productor del disco de Hanna, es de esa opini¨®n. “No creo que haya dado tiempo a que una artista haya crecido influida por el ¨¦xito de La Mala”, comenta. “Es m¨¢s bien algo que est¨¢ en el aire lo que hace que salgan artistas as¨ª. Algo que tiene que ver con c¨®mo es la mujer hoy en el mundo en que vivimos”.
Madrid, noche del 10 de febrero de 2007. Las luces se apagan y, en una esquina del escenario, el disc jockey atrapa con sus mezclas la atenci¨®n de la sala. Entonces sale Vanexxa. Viste bragas negras y un chaqu¨¦ sobre un recargado corpi?o. Ligas negras sujetan las medias blancas que cubren sus delgad¨ªsimas piernas. Completan el personaje un sombrero de copa sobre su larga melena rojiza y un bast¨®n de cabaretera. Empieza el alegato con Cuentos chinos: “Porque ya no tememos a los lobos; / porque vamos de sobradas para todo; / porque nosotras peleamos, lloramos, besamos, amamos. / Porque somos mujeres, no necesitamos ning¨²n cuento chino”. Hay provocaci¨®n, iron¨ªa y arrogancia sexual: “Tengo un novio al que no quiero nada. / Me lo tiro y me lo tiro, y no siento nada”.
Para Vanessa ?que no tiene una explicaci¨®n de por qu¨¦ las equis suplantaron a las eses en su nombre art¨ªstico?, “el directo es el alma del proyecto”. “Esto no es s¨®lo m¨²sica”, explica. “Es un concepto, una actitud, una ideolog¨ªa. Es ganas de expresarse, es libertad, es voy a hacer lo que quiera, ?por qu¨¦ no?”.
La idea tiene mucho que ver con c¨®mo ha sido su vida, en la que la precocidad y el no ponerse l¨ªmites han sido una constante. A los nueve a?os le regalaron su primera guitarra. Y sin saber tocar, empez¨® a construir sus peque?as canciones. “Siempre he sido una ni?a muy precoz, muy segura de m¨ª misma, muy atrevida”, cuenta.
Fue precoz tambi¨¦n en su entrada a las discotecas. Y una tarde, con 14 a?os, estaba bailando en una y se le acerc¨® un equipo del programa televisivo juvenil Ponte las pilas, que estaba grabando testimonios entre el p¨²blico. “Me pidieron que cantara algo, y yo me puse a cantar mis canciones”, recuerda. “Hablaban de lo que me pasaba a m¨ª con 14 a?os: historias de que me castigaban, cosas as¨ª, de adolescentes”. Result¨® que el tipo de la televisi¨®n era vecino de Vanessa, y un d¨ªa se la encontr¨® y le pidi¨® una maqueta. Ella grab¨® en su habitaci¨®n unas canciones y se las dio a aquel hombre. Y ¨¦ste le hizo llegar la maqueta a Miguel ?ngel Arenas, Capi, productor y descubridor de j¨®venes talentos como Alejandro Sanz.
La cosa termin¨® en un contrato con la discogr¨¢fica BMG, un disco titulado Vanessa, y una ni?a de 16 a?os emancipada legalmente de sus padres. Poco m¨¢s. “Al ser tan joven, nadie sab¨ªa muy bien qu¨¦ hacer con ese disco, y yo no supe tampoco defenderlo”, explica Vanexxa. “Adem¨¢s, era el a?o 1993 y empezaba ya a notarse la crisis de las discogr¨¢ficas. Pero yo tengo un recuerdo bueno, fue una experiencia positiva. Lo que me ha dado ha sido refuerzo”.
La frustrada estrella infantil termin¨® COU y su contrato discogr¨¢fico expir¨®. As¨ª que hizo las maletas y se march¨® a Dubl¨ªn, donde descubri¨® su otra vocaci¨®n y lo que se convertir¨ªa con el tiempo en el otro 50% de su proyecto: el teatro. “Era un momento bastante complicado para m¨ª”, asegura. “Ten¨ªa que decidir qu¨¦ hacer con mi vida. As¨ª que me apunt¨¦ a clases de interpretaci¨®n y de danza contempor¨¢nea”.
Pas¨® dos a?os en Irlanda aprendiendo y reinvent¨¢ndose. Y a su regreso a Madrid se matricul¨® en la escuela de actores de Cristina Rota. Entr¨® en la Fundaci¨®n Shakespeare, se especializ¨® en teatro en verso, mont¨® una peque?a compa?¨ªa y, como todo aspirante a actor, conoci¨® una amplia gama de trabajos alimenticios. “He hecho de todo”, asegura. “He cantado en el metro; he sido mimo, camarera, payasa; he animado fiestas infantiles; he vendido camas plegables, y hasta he trabajado en banca telef¨®nica”. Y entre el teatro y la subsistencia hab¨ªa algo que nunca dej¨® de lado: la m¨²sica. Cantaba sus temas con su guitarra en peque?as salas para cuatro amigos. Poco a poco, el proyecto se fue perfeccionando, con la inclusi¨®n de un disc jockey.
Un d¨ªa llev¨® sus maquetas a una discogr¨¢fica, y el pasado noviembre ve¨ªa la luz el primer disco de Vanexxa, Se rompe o se raja. Con la imprescindible ayuda de Internet (2.500 personas descargaron en tan s¨®lo tres d¨ªas su canci¨®n Desheredada antes de publicarse el disco), la arriesgada propuesta de Vanexxa se ha ido haciendo lentamente un hueco. Y estos d¨ªas, la artista presenta su show por toda Espa?a y su disco se lanza en toda Latinoam¨¦rica.
A mediados de los noventa, una familia de Virginia Occidental (EE UU) recibi¨® en su casa a una estudiante espa?ola. Era Sara, que llegaba de Las Palmas de Gran Canaria a estudiar en el instituto local. Y all¨ª fue donde la que hoy es Sara Da Pin Up tuvo su primer contacto con la m¨²sica. “Todo el mundo ten¨ªa un grupo”, recuerda. “Se montaban sus locales de ensayo en los s¨®tanos, y cuando sal¨ªan del instituto se iban todos a tocar. As¨ª que yo acab¨¦ apunt¨¢ndome a clases de guitarra”.
Cuando termin¨® el curso, Sara se fue a vivir a Madrid. Pas¨® all¨ª unos a?os en los que su contacto con la m¨²sica fue, digamos, m¨¢s pasivo. “All¨ª con lo que tuve contacto fue con los garitos”, recuerda. “Fueron una locura esos a?os”. Despu¨¦s se instal¨® en Barcelona, donde tuvo lugar su segundo y m¨¢s importante descubrimiento musical: el rap. “Descubr¨ª la forma de poder expresar un mont¨®n de cosas sin saber tocar bien un instrumento”, explica. “A m¨ª lo que m¨¢s me gusta es escribir; tengo latas y latas llenas de servilletas escritas. Y entonces vi que el rap te permite decir lo que te d¨¦ la gana. Da igual la voz o la melod¨ªa, lo que importa es lo que dices”.
As¨ª que esta rubia, que lleva su nombre tatuado junto a una flor de loto en un codo, empez¨® a frecuentar los ambientes del hip hop barcelon¨¦s. Y acab¨® enrollada con una de sus figuras m¨¢s emblem¨¢ticas, Oliver, m¨¢s conocido como Mucho Muchacho, el excesivo l¨ªder de los desaparecidos 7 Notas 7 Colores, que hoy disfruta de la vida en Ibiza, pinchando en discotecas.
Sara iba impregn¨¢ndose de todo lo que la rodeaba. Acompa?aba a los m¨²sicos al estudio, iba a los conciertos y hasta cantaba con ellos en directo. Tambi¨¦n lleg¨® a grabar: “Yo soy Sara / envuelta en Prada, / en la nevera de mi casa siempre hay nata montada”, cantaba en un tema de Chuler¨ªa, el ¨²ltimo disco de Mucho Muchacho. La cosa iba creciendo, y un d¨ªa, con unos amigos, hizo su primer tema. Una canci¨®n con un t¨ªtulo dotado de una fuerte carga de provocaci¨®n: Mu¨¦rdeme la yugular.
El tema, incluido en un recopilatorio de m¨²sica de baile de 2004, circul¨® r¨¢pido en Internet y en la noche barcelonesa. Y eso anim¨® a Sara. “Empec¨¦ a recopilar letras y me convenc¨ª de que con eso se pod¨ªa hacer algo”, recuerda. Le pidi¨® a un amigo disc jockey unos CD con bases de rap, los meti¨® en la maleta con todos sus papeles y se fue a pasar el verano a Ibiza. “No hablaba con nadie ese verano”, dice. “Me iba a las rocas con una grabadora muy cutre que le hab¨ªa robado a Oliver, y me pon¨ªa ah¨ª a grabar mis cosas”. Llen¨® la grabadora y se lo mand¨® a un amigo de la industria, y resulta que la cosa gust¨®. Regrabaron todo el material, esta vez en condiciones, y as¨ª naci¨® Trippin up, el primer ¨¢lbum de Sara Da Pin Up, que llega a las tiendas en marzo.
Algo deb¨ªa de tener en la cabeza esta ni?a morena para salir de su casa del barrio madrile?o de Ciudad Pegaso y plantarse en el parque del Retiro a improvisar sus canciones a pelo, sin guitarra ni nada, tras un cartel en el que hab¨ªa escrito “no s¨¦ ingl¨¦s”. Ana Isabel Iglesias Ferrer, m¨¢s conocida como Hanna, dice que es “el destino”. “Estoy destinada, soy como una elegida, te lo juro”, explica esa ni?a, que ahora tiene 22 a?os. “Cada d¨ªa que pasa me va poniendo pistas el destino. Y yo voy siguiendo esas pistitas, me voy encontrando a m¨ª misma. Esto es algo que ten¨ªa que ocurrir, por cojones”.
Hanna se refiere a su reci¨¦n adquirida condici¨®n de artista de una multinacional. Dentro de unas pocas semanas, todas esas m¨²sicas que llevan rond¨¢ndola desde tan peque?a saldr¨¢n a la calle en forma de disco. Se llama Pura Hanna y ha levantado ya una considerable expectaci¨®n. En Internet, los chats de adolescentes herv¨ªan los d¨ªas siguientes al estreno, el pasado oto?o, de la pel¨ªcula Yo soy la Juani, de Bigas Luna, en cuya escena final suena la balada de Hanna Como un mar eterno. Un ejemplo literal: “Olle, xfabor os pido k si teneis la cancion entera de hanna la de como en un mar eterno, porfabor agregarme y pasarmela, esa cancion me esta volviendo loka”.
“Hanna es un personaje arrollador. Es incansable, intensa y est¨¢ totalmente loca, pero de una locura genial. Tiene una parte salvaje y agresiva, pero a la vez es sensible y dolida”. Habla Alejo Stivel, ex integrante del grupo Tequila y productor de muchos ¨¦xitos del reciente pop espa?ol. Stivel escuch¨® por primera vez la voz de Hanna hace un a?o en el despacho de un alto ejecutivo discogr¨¢fico. “Me dijo que ten¨ªa algo muy fuerte”, recuerda. “Me puso un tema y me qued¨¦ de piedra. Me encant¨® lo que transmit¨ªa”. As¨ª que se conocieron, se metieron juntos en el estudio y naci¨® Pura Hanna. Un disco que suena como si la folcl¨®rica m¨¢s bestia hubiera crecido mandando sms y escuchando rap y reggaeton.
Hanna se form¨® musicalmente con lo que ella llama “la t¨¦cnica del play / rec”. “Le daba al play y al rec en el radiocasete y me pon¨ªa a improvisar mis temas”, explica. “Hablar se me da un poquito peor, me comunico mejor cantando. Expreso mejor mis sentimientos”. Creci¨® en una familia “con duende, con arte”. De su padre se sabe que lleg¨® a ser Mister Atlanta, y que fue especialista y dobl¨® a Sylvester Stallone en escenas dif¨ªciles de Rambo 1 y Rambo 2. Su madre falleci¨® mientras Hanna cerraba su contrato con la discogr¨¢fica. “Fue muy duro”, cuenta, “pero al final todo lo que te pasa te hace m¨¢s fuerte, te vale para tomar determinaciones”.
Superar trabas en la vida le ha hecho ganarse una reputaci¨®n de chica dura con la que se siente c¨®moda. “Estoy contenta con esa imagen, claro, si yo soy as¨ª. Pero no todo es malo, que yo tambi¨¦n tengo mis cositas ah¨ª guarda¨ªcas, que salen cuando compongo. ‘Que yo no soy mala, que yo no soy mala, pero a veces me lo hago para que no me la den por la espalda”, dice, recitando la letra de una de sus canciones.
En la hoja promocional de su disco se lee que “hay una chica en Madrid que est¨¢ dispuesta a partir labios para hacerse o¨ªr”. Y a juzgar por lo que cuentan los internautas en algunos foros, no es una exageraci¨®n. Se dir¨ªa que la chica se las gasta, y no parece que el ruido generado por su primer disco la vaya a amilanar. “Qu¨¦ va, al rev¨¦s”, asegura. “Yo soy capaz de much¨ªsimo. ?Sabes de lo que soy capaz? De todo lo que me proponga. Igual que t¨² y que todo el mundo. El reto de todo ser humano es encontrar el sitio que le corresponde, y yo ahora estoy encontrando el m¨ªo”.
En ¨¦sas est¨¢n las tres. Encontrando el sitio que les corresponde. Hanna, Sara Da Pin Up y Vanexxa. Tres chicas que, cada una a su manera, comparten una actitud. Pero para perdurar les toca demostrar que tienen algo m¨¢s que eso. “El problema es que la actitud acabe imponi¨¦ndose sobre la m¨²sica”, opina Tom¨¢s Fernando Flores, de Siglo 21. “Ha pasado muchas veces. Con actitud consigues repercusi¨®n, pero al final lo importante es la m¨²sica”.
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