La protesta contra De Juana apoyada por el PP llama a la "rebeli¨®n c¨ªvica"

Ante la duda -los motivos de la convocatoria fueron cambiando a lo largo de la semana-, las 60.000 personas, seg¨²n c¨¢lculos de EL PA?S, que salieron ayer a la calle en Madrid convocadas por la AVT optaron por lo que m¨¢s les une: atacar al presidente del Gobierno, de quien volvieron a pedir la dimisi¨®n. Formalmente, exig¨ªan que el terrorista De Juana cumpla ¨ªntegros los tres a?os de c¨¢rcel que le ha impuesto el Tribunal Supremo. Acabaron llamando a la "rebeli¨®n c¨ªvica". El presidente de la AVT, Francisco Jos¨¦ Alcaraz, reparti¨® un discurso en el que exculpaba al Supremo y luego decidi¨® no leerlo.

La intensidad de la protesta contra la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno decrece (los manifestantes fueron 78.559, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno, y 110.000, seg¨²n la Comunidad de Madrid), aunque su virulencia aumenta. Entre miles de banderas de Espa?a, acusaciones de "traici¨®n" al presidente, el ya cl¨¢sico "?Zapatero, dimisi¨®n!" y entusiastas gritos de "?Viva Espa?a!", triunf¨® un nuevo c¨¢ntico: "Zapatero, j¨®dete, aqu¨ª estamos otra vez".

El PP decidi¨® sumarse a la concentraci¨®n, pero no su l¨ªder, Mariano Rajoy, ni el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, ni el presidente de honor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ni el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, que acudieron a casi todas las convocatorias anteriores de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo. El partido no moviliz¨® a sus bases ni puso autobuses. Y se not¨®. En junio de 2006, una concentraci¨®n id¨¦ntica en la misma Plaza de Col¨®n, entonces s¨ª con Rajoy al frente, reuni¨® a m¨¢s de 200.000 personas.

S¨ª estaban, a un lado del escenario, ?ngel Acebes, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja, Mar¨ªa San Gil, Ignacio Astarloa, Ana Pastor y Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, el ex alcalde. Rajoy acudi¨® al funeral en Galicia por la soldado fallecida en Afganist¨¢n. Sin embargo, cuando se anunci¨® el apoyo del PP a la protesta, antes de conocerse la muerte de Idoia Rodr¨ªguez, el partido no confirm¨® la asistencia del l¨ªder y en su entorno se daba por hecho que no ir¨ªa.

Esta protesta ha supuesto un problema para el PP. No s¨®lo porque la AVT la convoc¨® en la misma fecha en la que Rajoy ten¨ªa previsto la presentaci¨®n del programa municipal -que el PP ha tenido que desplazar a hoy, para desesperaci¨®n de sus organizadores-, sino sobre todo porque fue pensada contra la decisi¨®n del Tribunal Supremo de reducir la condena a De Juana de 12 a 3 a?os.

El PP no pod¨ªa asumir la idea de manifestarse contra los jueces. El tira y afloja entre los populares y la AVT explica que esta protesta haya tenido tantas versiones. Hasta cinco comunicados lleg¨® a emitir el grupo de Alcaraz. El m¨¢s duro, el del d¨ªa 12, nada m¨¢s conocerse la sentencia. "La decisi¨®n del Supremo de rebajar la condena pone en peligro a las v¨ªctimas del terrorismo y a la gran mayor¨ªa de la sociedad espa?ola", se dec¨ªa.

Alcaraz hab¨ªa preparado ayer un texto para aclarar a los manifestantes: "Hemos renunciado a vengar la muerte de nuestros seres queridos por nuestra fe en la justicia. No hemos venido a atacar a la justicia". Sin embargo, de forma sorpresiva, decidi¨® no leerlo porque entendi¨® que bastaba con los discursos de las v¨ªctimas que le precedieron, en los que lanzaron duros ataques contra el Ejecutivo. "?Con qu¨¦ clase de asesinos pacta este Gobierno?", dijo una de ellas.

En vez de leer el manifiesto conciliador con los jueces, Alcaraz se limit¨® a decir: "La AVT va a seguir reivindicando saber la verdad [en referencia al 11-M] y la rebeli¨®n c¨ªvica hasta el final". La mezcla de mensajes era evidente. Dos enormes carteles con id¨¦ntica tipograf¨ªa y una bandera de Espa?a un¨ªan las dos causas: "Zapatero, en mi nombre no negocies con asesinos" y "ETA-Zapatero-PSOE, ?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del 11-M?".

El p¨²blico se emocion¨® con La muerte no es el final, la marcha por los soldados fallecidos, que son¨® en homenaje a las v¨ªctimas de De Juana. Y el himno nacional cerr¨®, de nuevo, la protesta. Algunos veteranos lo cantaron con la letra habitual durante el franquismo.