El presidente italiano da otra oportunidad a Prodi para conservar el Gobierno
Giorgio Napolitano pide al primer ministro que se someta al voto del Parlamento
"Era la ¨²nica opci¨®n, no hab¨ªa alternativas ni se daban las condiciones para unas elecciones anticipadas". Con esta explicaci¨®n, el presidente de la Rep¨²blica Italiana, Giorgio Napolitano, dio ayer una nueva oportunidad al Gobierno de Romano Prodi, que a mediados de la semana pr¨®xima deber¨ªa someterse a una moci¨®n de confianza en las dos c¨¢maras del Parlamento. Prodi ten¨ªa asegurada una mayor¨ªa suficiente para mantenerse en el poder, pero carec¨ªa de la mayor¨ªa necesaria para gobernar. Italia qued¨® condenada a una fase de funambulismo pol¨ªtico con un final anunciado: otra crisis y elecciones anticipadas.
El centro-izquierda consigui¨® el tr¨¢nsfuga que necesitaba para maquillar su insuficiente ventaja en el Senado. El democristiano Marco Follini, que fue vicepresidente en un Gobierno de Silvio Berlusconi, anunci¨® su decisi¨®n de votar s¨ª a Prodi en la moci¨®n de confianza. A Follini podr¨ªan sumarse uno o dos senadores adicionales, interesados en sacar ventaja de la debilidad prodiana. La crisis desatada el mi¨¦rcoles por la derrota gubernamental en el Senado, en un debate sobre pol¨ªtica exterior en general y sobre Afganist¨¢n en particular, se cerr¨® con un parche. El propio jefe del Estado reconoci¨® impl¨ªcitamente que la soluci¨®n era mala, al subrayar que era "la ¨²nica" posible.
No se pod¨ªa buscar otra mayor¨ªa, por el radical enfrentamiento entre las coaliciones de Romano Prodi y Silvio Berlusconi, y no val¨ªa la pena convocar elecciones, porque la ley electoral habr¨ªa producido muy probablemente un nuevo empate en el Senado. Napolitano, antiguo dirigente del Partido Comunista, tante¨® la posibilidad de un "gobierno t¨¦cnico" provisional encargado de aprobar una nueva ley electoral. Como no fue posible, encomend¨® esa tarea a la precaria mayor¨ªa prodiana. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Asuntos Exteriores, Massimo d'Alema, proclam¨® ayer que la reforma electoral constitu¨ªa "una prioridad".
Napolitano no encarg¨® a Prodi un nuevo gabinete, sino que "resucit¨®" el Gobierno fallecido el mi¨¦rcoles rechazando una dimisi¨®n ya aceptada. ?sa fue otra prueba de la escasa fe del jefe del Estado en las posibilidades de supervivencia del centro-izquierda. Tras la decisi¨®n, ambos bandos escenificaron una comedia ya muy vista. Prodi anunci¨® "un nuevo impulso". Berlusconi denunci¨® la supervivencia de "un Gobierno que alza la hoz y el martillo y se somete a los dictados de la extrema izquierda".
Costaba percibir el "nuevo impulso" del Gobierno de Prodi. S¨ª eran visibles nuevas dificultades inminentes. La primera, en un par de semanas, la refinanciaci¨®n de la misi¨®n de 2.000 soldados en Afganist¨¢n. La progresiva transformaci¨®n de la "misi¨®n de mantenimiento de la paz" en misi¨®n de combate horroriza a varios senadores del centro-izquierda. Dos ya votaron no el mi¨¦rcoles. La senadora Franca Rame, actriz y esposa del dramaturgo Dario Fo, anunci¨® que votar¨ªa s¨ª a la refinanciaci¨®n, para no ser responsable de una segunda y definitiva ca¨ªda del Gobierno, y que dimitir¨ªa acto seguido.
Tambi¨¦n implica un alto riesgo la posibilidad de que el proyecto de ley sobre parejas de hecho, ya aprobado en Consejo de Ministros, se deje pudrir en el Parlamento: si ocurriera, la fracci¨®n cat¨®lica estar¨ªa encantada, pero los sectores laicos se sentir¨ªan estafados.
En el mejor de los casos, el Gobierno de Prodi deber¨ªa sobrevivir el tiempo necesario para aprobar una ley electoral razonable, en sustituci¨®n de la "cerdada" (la definici¨®n es del propio redactor de la ley) que Berlusconi dej¨® en herencia para impedir que el centro-izquierda gozara de una mayor¨ªa suficiente. Si se llegara a conseguir esa reforma, Italia podr¨ªa darse por satisfecha.
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