Un mundo ante la proa
Tres andaluces se proponen dar la vuelta al mundo en un velero a comienzos de marzo
Antonio Escalante, un marbell¨ª de 29 a?os, est¨¢ dispuesto a subirse en un velero durante dos a?os y dar la vuelta al mundo, a pesar de que su mayor experiencia en barco no pasa del t¨ªpico paseo de las excursiones tur¨ªsticas. Tampoco sabe bucear y desconoce si podr¨¢ conciliar el sue?o con el bamboleo de la embarcaci¨®n, pero a pesar de todo, este estudiante de inform¨¢tica est¨¢ muy ilusionado con su aventura. Dice que conocer al que ser¨¢ su capit¨¢n en todo este tiempo, el almeriense Antonio Aguilera, de 39 a?os, ha sido "el mejor regalo de Navidad" que pod¨ªa haber tenido, porque el viaje le permitir¨¢ visitar lugares como las Islas Gal¨¢pagos, Nueva Zelanda o el Cabo de Hornos, a los que nunca podr¨ªa llegar de otro modo "porque resultan demasiados caros". En la expedici¨®n, que zarpar¨¢ desde el puerto de El Ejido (Almer¨ªa) la primera semana de marzo, tambi¨¦n viaja Carolina de Haro, una joven almeriense de 21 a?os, estudiante de Ciencias Ambientales.
Cuatro piratas irrumpieron en la embarcaci¨®n y se llevaron el velero
El proyecto ha sido bautizado por Antonio Aguilera, su principal promotor, como Expedici¨®n Poas, en referencia a su primer velero, bautizado por su hija Marina, de 12 a?os, con el nombre del espectacular volc¨¢n de Costa Rica. El objetivo del viaje, adem¨¢s de la aventura, consiste en conocer y convivir con las diferentes culturas del mundo para despu¨¦s compartir sus experiencias a trav¨¦s de documentales y reportajes fotogr¨¢ficos. "Todo empieza con el sue?o de un ni?o de nueve a?os que quer¨ªa tener su propio velero y dar la vuelta al mundo", explica Aguilera, hijo de agricultores y pescadores. Con el paso de los a?os, su pasi¨®n por el mar se fue fortaleciendo y con mucho esfuerzo adquiri¨® peque?os barcos, que fue cambiando hasta llegar a su primer velero, el Poas.
A comienzos de 2005 Aguilera realiz¨® su primer intento de dar la vuelta al mundo a bordo del Poas. Sin embargo, su aventura termin¨® en aguas del oc¨¦ano Pac¨ªfico cuando, tras 11 meses de traves¨ªa, cuatro piratas armados irrumpieron en la embarcaci¨®n y se llevaron el dinero y el velero. "Despu¨¦s de suplicar a mis asaltantes, decidieron dejarme vivir, quiz¨¢s entre otras cosas para que termine de cumplir mi sue?o", relata en la p¨¢gina de su proyecto (www.expedici¨®npoas.es). Lo dejaron en mitad del mar, varado en una peque?a lancha sin motor. Tard¨® varias horas en llegar a la costa de Ecuador y d¨ªas despu¨¦s regres¨® a Espa?a en avi¨®n.
La experiencia con los piratas no desanim¨® al capit¨¢n, al que siguieron apoyando sus patrocinadores, por lo que tan s¨®lo un mes despu¨¦s de haber pisado tierra, se hizo con otro barco, el Bounty Bligh, un Oceanic de 46 pies (aproximadamente 15 metros) de eslora, y comenz¨® a formar una nueva tripulaci¨®n.
El marbell¨ª lleg¨® al proyecto gracias a un amigo que le present¨® a Aguilera. "Me dijo que estaba buscando una persona para que se encargase de la parte t¨¦cnica y como he hecho numerosos viajes de mochilero por Suram¨¦rica me pareci¨® una idea perfecta", relata Escalante. El malague?o se prepara en Almer¨ªa para familiarizarse con las tareas de navegaci¨®n y hace un curso de buceo, ya que quieren realizar reportajes subacu¨¢ticos.
El tercer miembro de la tripulaci¨®n es Carolina de Haro, una joven que ya viaj¨® el pasado oto?o con Aguilera al archipi¨¦lago de San Blas (Panam¨¢) y que describe emocionada su convivencia con los indios kuna, habitantes de sus islas: "Me ense?aron a remar en el cayuco, me regalaron conchas que nos encontr¨¢bamos mientras pase¨¢bamos por las playas des¨¦rticas y no dudaron en darse un ba?o con nosotros, compartiendo risas", explica.
Mientras el capit¨¢n trabaja adaptando y equipando el nuevo barco, preparan un documental de tres horas de duraci¨®n basado en el recorrido del malogrado Poas, que se proyectar¨¢ en El Ejido ma?ana, martes. Una semana despu¨¦s retomar¨¢n su viaje, que Aguilera estima dure otros dos a?os, aunque puede pasar de todo.
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