Sant Cosme se reforma para ser el centro neur¨¢lgico de El Prat
El barrio se transforma y gana espacio para nuevos servicios, oficinas y zonas verdes
Mar¨ªa Jim¨¦nez, de 57 a?os, abandon¨® a los 17 su primer hogar: una barraca en Montju?c. El franquismo quiso limpiar esa zona de Barcelona y se llev¨® a quienes all¨ª malviv¨ªan a las afueras de El Prat: a unos bloques de pisos en medio de la nada. Era Sant Cosme. Ahora cuenta con instalaciones deportivas y un centro c¨ªvico. Pero las gr¨²as muestran que nuevos cambios est¨¢n a la vuelta de la esquina. El barrio se apresta a ser un centro neur¨¢lgico de El Prat.
En los ¨²ltimos 30 a?os, las administraciones democr¨¢ticas han trabajado en la sustituci¨®n, uno por uno, de los bloques de viviendas que construy¨® el r¨¦gimen franquista por otros m¨¢s dignos.En 2005 finaliz¨® la reubicaci¨®n de 2.200 familias. Acabado el proceso, el Ayuntamiento de El Prat lleva a cabo medidas m¨¢s amplias para integrar el barrio en el resto del municipio. Las ayudas de la Ley de Barrios, con una dotaci¨®n de 11,9 millones, han acelerado el proceso de transformaci¨®n de todo el entorno, en el que viven unas 10.000 personas.
El Ayuntamiento considera que una forma de conseguir que Sant Cosme se acerque a la realidad del resto de El Prat es que sea la poblaci¨®n del centro la que se aproxime al barrio, superando la barrera entre ambos lados que marca la avenida del Onze de Setembre. Con este fin, se est¨¢ construyendo en ¨¦l la comisar¨ªa de los Mossos d'Esquadra y el edificio judicial, que en primavera reunir¨¢ todos los juzgados ahora dispersos. "El objetivo es instalar equipamientos de inter¨¦s para todos los vecinos de El Prat, para evitar que el territorio sea Donde la ciudad pierde su nombre, como dec¨ªa la novela de Francisco Candel", explica el primer teniente de alcalde, Sergi Alegre.
El edificio de mayores dimensiones ser¨¢ el de la Fundaci¨® Catalana de l'Esplai, en la calle del Riu Anoia, que se inaugurar¨¢ en mayo. Con 10.500 metros cuadrados, sobresale en el barrio. Por el momento se han completado las oficinas, en las que trabajan unas 200 personas que cada d¨ªa se desplazan hasta Sant Cosme. El resto del centro, a¨²n en construcci¨®n, consistir¨¢ en un gran albergue internacional de 300 camas con piscina, comedor, biblioteca y gimnasio.
La proximidad al aeropuerto y a una estaci¨®n de la futura L9 de metro hace su emplazamiento estrat¨¦gico. El albergue ya tiene pr¨¢cticamente todas sus plazas reservadas para el verano, lo que supondr¨¢ la instalaci¨®n y la entrada y salida constante de centenares de personas ajenas al lugar.
Los operarios trabajan en la plaza de l'Amistat, en el centro del barrio, que ha sido dise?ada por los vecinos. Tambi¨¦n est¨¢n en obras la ampliaci¨®n del ¨¢rea b¨¢sica de salud y la construcci¨®n de la nueva sede de Aig¨¹es del Prat. Para m¨¢s adelante est¨¢ prevista la creaci¨®n de una gran zona verde, un centro de mantenimiento de autobuses que ocupar¨¢ a 800 personas. Unos 9.000 metros cuadrados de suelo se han reservado para uso comercial y oficinas. El extremo de Sant Cosme cercano al aeropuerto enlazar¨¢ con la futura Ciudad Aeroportuaria, donde se instalar¨¢n m¨¢s oficinas, hoteles y un centro cultural aeron¨¢utico.
De la calle, a las escuelas
Uno de los logros del barrio es que las actividades il¨ªcitas (compraventa de droga), hayan quedado reducidas a un espacio minoritario y concreto. Las fachadas de los antiguos pisos estaban ennegrecidas por las hogueras que sus habitantes encend¨ªan en el suelo de los comedores, siguiendo sus costumbres aprendidas antes del abandono forzoso de la falda de Montju?c.
El Ayuntamiento trabaja con tes¨®n para conseguir mayores nexos de uni¨®n entre las familias m¨¢s problem¨¢ticas y la forma de vivir del resto de la poblaci¨®n. Las dos escuelas del barrio suman 260 alumnos. Muchos padres quieren enviar a sus hijos a otros centros por el estigma que arrastran ¨¦stos.
El absentismo era hace dos a?os generalizado en una de las escuelas. Ahora se aplica el llamado Plan Educativo de Sant Cosme, en el que profesores, educadores y los servicios sociales municipales deciden conjuntamente las medidas y aseguran una actuaci¨®n coherente en cada ¨¢mbito. El profesorado tiene m¨¢s apoyo en su trabajo. La comisi¨®n ha decidido que, en vez aplicar elementos disciplinarios que se ha comprobado que de nada sirven, se opte por dialogar con las familias. Siete personas se han destinado a estas tareas. Algunas veces van a buscar a los ni?os a sus casas. En s¨®lo dos a?os, asegura el teniente de alcalde, "se ha pasado del 90% al 30% de absentismo".
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