Conexi¨®n salvadora

Quienes conocen a Antonio Cassano aseguran que necesita que le digan que es el mejor. En los buenos viejos tiempos de la Roma, cuando Fabio Capello asum¨ªa cierto grado de paternidad sobre ¨¦l, se lo proclamaba continuamente: "Eres el mejor". Por la ma?ana: "Eres el mejor". Por la tarde: "Eres el m¨¢s grande". A todas horas, el ni?o prodigio de Bari escuchaba palabras que aplacaban su esp¨ªritu inseguro: "Antonio, eres el m¨¢s grande".

Como sucede con muchos futbolistas -y con algunos caballos de carreras-, Cassano florece con los est¨ªmulos afectivos. Por eso mismo, quienes sab¨ªan de su mentalidad se sintieron perplejos ante el partidazo que hizo contra el Atl¨¦tico. Entr¨® al campo en el minuto 46, con sobrepeso, despu¨¦s de permanecer 134 d¨ªas castigado. No hab¨ªa jugado en la Liga desde la derrota ante el Getafe, la primera del Madrid en la temporada. Su viejo amigo, Capello, le hab¨ªa hostigado sin tregua. Pero el Madrid perdi¨® seis partidos m¨¢s. Y habr¨ªa perdido siete si Capello no le hac¨ªa jugar el derby.

Capello utiliz¨® a Cassano durante sus 134 d¨ªas de castigo para demostrar que tiene autoridad

La actuaci¨®n de Cassano tuvo dos fases. Durante 40 minutos fue delantero, y en los diez minutos finales -tras la expulsi¨®n de Cannavaro- defensa. Como defensa orden¨® a sus compa?eros y fren¨® a Jurado. Como delantero interpret¨® con inteligencia las debilidades del Atl¨¦tico.

Como tiene clase y no mira el DNI de sus compa?eros cuando juega, le meti¨® un pase perfecto a Higua¨ªn aprovechando que se desmarcaba. El encuentro fue providencial. Cassano se redimi¨® con Higua¨ªn mientras el argentino se salv¨® a s¨ª mismo de caer en la depresi¨®n que carcome a otras v¨ªctimas del r¨¦gimen: Reyes, Robinho, etc¨¦tera.

El gol evit¨® el hundimiento definitivo del Madrid en esta Liga. Como buen punta, Higua¨ªn reserv¨® palabras de agradecimiento hacia su bienhechor: "Tuve la suerte de que Antonio me diera ese pase; me dej¨® solo".

La asistencia le sirvi¨® a Higua¨ªn para meter su primer gol con el Madrid. Con ese gol ganar¨¢ tiempo y contrarrestar¨¢ la corriente de suspicacia que se extend¨ªa dentro del club. Como el Madrid manifiesta conductas esquizofr¨¦nicas, el chaval, que tiene 19 a?os, recibi¨® mensajes contradictorios. Mientras Mijatovic anunciaba su fichaje como "una apuesta de futuro", Capello lo exprim¨ªa como si se tratase de un Ronaldo m¨¢s. Con el mismo nivel de exigencia y la misma falta de tacto. Como vio que no marcaba goles, el t¨¦cnico comenz¨® a decir que Higua¨ªn deber¨ªa ir cedido para madurar.

El derby demostr¨® que lo que Higua¨ªn necesitaba no era el juicio sumario de Capello tanto como un buen c¨®mplice. Cuando se encontr¨® con Cassano en los tres cuartos del campo reconoci¨® en el italiano al tipo de jugador inteligente que sabe desestabilizar al rival antes de pisar el ¨¢rea. Lo mismo que ¨¦l. La complicidad fue inmediata. Tardaron 15 minutos en fabricar el gol.

El reencuentro de Capello y Cassano en Madrid hizo pensar en un renacimiento del chico de Bari. Cassano se hab¨ªa dejado llevar durante dos a?os hasta una v¨ªa muerta. Ten¨ªa 24 a?os y no parec¨ªa preocupado, sino feliz simplemente de vivir en Madrid y ganar mucho dinero. En la pretemporada, Capello tuvo tiempo para dedicarle sus esfuerzos. Y Cassano respondi¨® entren¨¢ndose con todo su empe?o. Perdi¨® ocho kilos y fue titular en cinco de los primeros siete partidos oficiales. En Getafe, Capello se lo quit¨® de encima. El t¨¦cnico estaba demasiado atento a cuidar su reputaci¨®n como para procurar comprensi¨®n a un tipo con mala prensa. Durante 134 d¨ªas le utiliz¨® para mostrarle al mundo que segu¨ªa teniendo autoridad. A los 135 d¨ªas, lo emple¨® para beneficio del equipo. El Madrid est¨¢ en puestos de Champions gracias a esta rectificaci¨®n, y gracias a Higua¨ªn.