Manuel Charl¨ªn y Pablo Vioque solicitan abandonar la c¨¢rcel por enfermedad

Durante a?os dirigieron el negocio del narcotr¨¢fico en Galicia libr¨¢ndose de la c¨¢rcel. Un desaf¨ªo que los encumbr¨® a la categor¨ªa de capos cuando eran los due?os del mercado y contaban con cr¨¦dito y prestigio entre los carteles del hach¨ªs y la coca¨ªna. Ahora, entre las paredes de prisi¨®n, unos enfermos y otros con condenas m¨¢s all¨¢ del 2020, los narcotraficantes gallegos viven su cautiverio con extremas medidas de seguridad y sin ning¨²n privilegio.

Charl¨ªn, en preventiva; su hija, en la c¨¢rcel de Valencia; y su hijo, en libertad provisional

Excepto Laureano Oubi?a, con condenas leves establecidas para el tr¨¢fico de hach¨ªs, el resto de los narcotraficantes cumplen entre 15 a 30 a?os de reclusi¨®n por tr¨¢fico de coca¨ªna, conductas tipificadas de "extrema gravedad" en el ordenamiento penal.

Manuel Charl¨ªn Gama bate el r¨¦cord de estancia en prisi¨®n. Se encuentra detenido desde 1995 cuando la Audiencia Nacional decret¨® la intervenci¨®n de su enorme patrimonio. Condenado por primera vez en 1999 a 20 a?os, Charl¨ªn ha sido absuelto en tres ocasiones por narcotr¨¢fico junto a los m¨¢s activos miembros de su familia, sentencias que le libraron de sumar al menos 20 a?os m¨¢s a su calendario penitenciario. Su prolongada estancia en prisi¨®n se debe a las causas que se han ido acumulando contra ¨¦l durante estos 12 a?os y precisamente la ¨²ltima, por la que fue condenado a 15 a?os por blanqueo de dinero, le retiene todav¨ªa entre rejas a la espera de que la revoque o la confirme el Tribunal Supremo. Parad¨®jicamente, hasta el momento, Charl¨ªn, est¨¢ catalogado como preso preventivo.

Un preso "no conflictivo"

En su amplio historial carcelario, que ya se remonta a la Operaci¨®n N¨¦cora, uno de los episodios que le retuvo en la c¨¢rcel pero del que sali¨® absuelto, no figura ning¨²n incidente, ni siquiera quejas o escritos para obtener permisos y est¨¢ considerado un preso "no conflictivo". S¨®lo en una ocasi¨®n los abogados de Charl¨ªn presentaron un prolijo expediente para avalar el lamentable estado de su aparato dental que requer¨ªa la urgente intervenci¨®n de un especialista. Pero esta semana las autoridades judiciales y penitenciarias han sabido que el septuagenario Manuel Charl¨ªn est¨¢ aquejado de una grave enfermedad y ha solicitado la prisi¨®n atenuada en su domicilio de Vilanova de Arousa. Las fuentes consultadas indicaron que la gravedad de su estado, su avanzada edad y el hecho de que se encuentre en prisi¨®n preventiva, ser¨ªan los argumentos para que Charl¨ªn pueda ser trasladado a su casa.

Sin embargo, su mujer, Josefa Pomares, ingresar¨ªa en prisi¨®n si el Tribunal Supremo confirma su condena en la misma causa por la que le intervinieron a Los Charlines sus millonarios bienes cuyo valor actual, despu¨¦s de 12 a?os de administraci¨®n judicial, requerir¨¢ una nueva valoraci¨®n pericial. En la misma situaci¨®n se encuentra el resto de su extensa familia. Josefa Charl¨ªn Pomares, reclu¨ªda en el penal de Valencia, no tiene incidentes en su expediente. Fue detenida en Portugal en 2000 despu¨¦s de siete a?os burlando una orden internacional de busca y captura. Era, junto a su padre, el brazo duro de la organizaci¨®n e incluso se le lleg¨® a acusar de ordenar el asesinato del que fuera transportista del clan, Manuel Ba¨²lo despu¨¦s de convertirse en el testigo de cargo contra la organizaci¨®n.

A igual que su padre, Josefa, de 52 a?os, se ha librado de dos condenas por narcotr¨¢fico y se encuentra en prisi¨®n preventiva, pendiente del pronunciamiento del Supremo. De confirmarse la condena de 15 a?os que le impuso la Audiencia Nacional, la primog¨¦nita del clan ya habr¨ªa cumplido la mitad de su estancia en prisi¨®n. A¨²n as¨ª, la libertad condicional no la podr¨ªa solicitar antes de 2010.

Su hermano Manuel Charl¨ªn Pomares, con otro amplio historial a sus espaldas y despu¨¦s de pasar una larga temporada en prisi¨®n, se encuentra en libertad provisional, pendiente tambi¨¦n de la sentencia del alto tribunal y de un juicio por la introducci¨®n de cinco toneladas de hach¨ªs por la que fue detenido por tercera vez en 2004.

Jos¨¦ Luis Charl¨ªn Gama, despu¨¦s de casi una d¨¦cada entre rejas, se encuentra en la prisi¨®n de Le¨®n y es el ¨²nico preso de entre todos los traficantes gallegos que las autoridades penitenciarias catalogan como de "mejor evoluci¨®n". El recluso se encuentra en tercer grado, lo que le permite salir a diario del penal; participa en programas de alcoh¨®licos y enfermos de Sida. Su buen expediente le puede reportar beneficios penitenciarios para obtener pronto la libertad condicional.

Pablo Vioque Izquiedo est¨¢ en la prisi¨®n de Valdemoro. El que fuera influyente secretario de la C¨¢mara de Comercio de Vilagarc¨ªa, cumple dos condenas de 18 y 7 a?os que le tendr¨ªan recluido hasta 2028. El Supremo le absolvi¨® el pasado a?o de una operaci¨®n de coca¨ªna pero confirm¨® otra por la que fue detenido en 1997; y todav¨ªa no se ha pronunciado sobre la sentencia que le sit¨²a como cerebro de una trama para asesinar, en 2002, al entonces fiscal antidroga y actual fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza. Esta causa coloc¨® a Vioque en una situaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil, si cabe, como preso, y la vigilancia sobre ¨¦l se estrech¨® cuando se supo que hab¨ªa urdido el plan criminal desde la c¨¢rcel.

Ahora, Vioque, de 54 a?os, sufre una enfermedad en fase terminal, acreditada por varios informes m¨¦dicos, por lo que ha solicitado "morir en casa". Su delicada salud le obliga a trasladarse continuamente a un hospital y ha motivado hasta 56 quejas desde que regres¨® a la c¨¢rcel en 2001, cuando fue detenido por segunda vez. Abogado defensor de sus propias causas, ha denunciado el trato que recibe en sus traslados a la cl¨ªnica y, en un recurso de s¨²plica, ha pedido a las autoridades penitenciarias que le concedan la prisi¨®n atenuada en su domicilio, para poder estar con su familia. Por ahora, Instituciones Penitenciarias no ha permitido a Vioque abandonar la prisi¨®n, alegando la gravedad de su condena y la tipolog¨ªa delictiva, y aunque siguen de cerca la evoluci¨®n de su enfermedad, no han decidido cu¨¢ndo podr¨¢ salir de la c¨¢rcel.