Diplomacia chavista

El presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, habla prolijamente pero no se escucha. De lunes a viernes, y con la sola excepci¨®n del jueves, que lo dedica a la televisi¨®n, mantiene un programa de radio, Al¨® Presidente, en el que pontifica sobre lo divino y lo humano. La semana pasada reprendi¨® al presidente costarricense, ?scar Arias, por decir que gobernar por decreto "era la negaci¨®n de la democracia". Tales palabras provocaron la ira de Ch¨¢vez, que recomend¨® a su hom¨®logo que no opinara de su pa¨ªs como ¨¦l no lo hac¨ªa del suyo. Del suyo puede que no, pero s¨ª de todos los dem¨¢s. Desde Per¨² a Ecuador, pasando por Nicaragua. Y, por descontado, de Estados Unidos. Interferir para Ch¨¢vez es lo que hacen los dem¨¢s, nunca lo que a ¨¦l se le ocurra.

El presidente norteamericano, George W. Bush, inicia en marzo una visita oficial a Brasil, Colombia, Uruguay, Guatemala y M¨¦xico, a la que Ch¨¢vez augura el m¨¢s rotundo fracaso. Una manera de demostrar hasta qu¨¦ punto es consciente de que esta gira se inscribe en una pugna diplom¨¢tica por el alma de Am¨¦rica Latina. El l¨ªder bolivariano da por ganada esa batalla. Ha subrayado la oportunidad de las recientes visitas a Caracas de Ortega y de Kirchner, as¨ª como una anterior de Correa. Al mismo tiempo, ha proclamado que su Alternativa Bolivariana para Am¨¦rica (ALBA) se impondr¨¢, como f¨®rmula de integraci¨®n de iguales, al tratado de libre comercio (ALCA) de EE UU.

Pero todo parece indicar que los l¨ªderes latinoamericanos, con la posible excepci¨®n de Evo Morales, aspiran a lo mejor de dos mundos: la generosidad venezolana y la comprensi¨®n de Washington. Entretanto, el Brasil de Luis In¨¢cio Lula da Silva, el gigante latinoamericano, se considera por encima de todo lo que Ch¨¢vez le pueda ofrecer. Su lema es ni Caracas ni Washington, s¨®lo Brasilia. Por eso, Lula recibir¨¢ encantado al presidente Bush.