Guerra contra el petr¨®leo en EE UU
Washington quiere evitar la dependencia energ¨¦tica de pa¨ªses origen de terroristas y disminuir los gases de efecto invernadero
Estados Unidos tiene un problema: su econom¨ªa depende en exceso de las importaciones de petr¨®leo. Esto, como dijo el presidente George Bush en su ¨²ltimo discurso sobre el Estado de la Uni¨®n, crea vulnerabilidades. Y para ilustrar el problema, puso este ejemplo: "Si los terroristas atacan una infraestructura petrolera, eso afecta al suministro aqu¨ª en EE UU". De ah¨ª el entusiasmo de la Casa Blanca al promocionar el uso de energ¨ªas alternativas, como el etanol.
Vinod Khosla, cofundador de la firma tecnol¨®gica Sun Microsystems, afirma que para que la Administraci¨®n Bush pueda ganar la guerra contra el terrorismo, antes debe dejar de alimentar a los terroristas con el dinero con que compra crudo. "Usemos entonces nuestro dinero para financiar una guerra contra el petr¨®leo", remacha en un reciente art¨ªculo. Como sugiere Bush, el precio de la energ¨ªa est¨¢ bajo la influencia de reg¨ªmenes no precisamente amigos de EE UU.
La soluci¨®n que plantea la Casa Blanca ante esta imprudente dependencia energ¨¦tica, que adereza con la lucha contra el cambio clim¨¢tico, es la diversificaci¨®n del suministro. Khosla, que invierte en negocios de fuentes de energ¨ªa alternativas al petr¨®leo, dice que el etanol abre la v¨ªa para garantizar la seguridad energ¨¦tica de EE UU, aunque precisa que este biocombustible s¨®lo puede cubrir un 10% de la sed de gasolina que tiene la naci¨®n.
Los n¨²meros ayudan a explicar el entusiasmo sobre este combustible derivado de grasas vegetales, como la del ma¨ªz. La Renewable Fuels Association calcula que la industria del etanol cre¨® 150.000 nuevos empleos en 2005 y contribuy¨® a reducir las emisiones de efecto invernadero en una cantidad equivalente a 1,18 millones de veh¨ªculos, y las de importaciones de crudo en 8.000 millones de d¨®lares (casi 6.100 millones de euros). Estas cifras se basan en una producci¨®n equivalente a 3.900 millones de galones de etanol (14.760 millones de litros), que se espera duplicar en 2007.
La diversificaci¨®n energ¨¦tica que vocifera la Casa Blanca est¨¢ alimentando tambi¨¦n a Silicom Valley y toda la zona de la Bah¨ªa de San Francisco, el centro tecnol¨®gico en EE UU. Por primera vez desde el colapso de los valores tecnol¨®gicos en 2001, la regi¨®n registr¨® en 2006 un repunte de la actividad, gracias a inversiones para el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas limpias. "Hay gran entusiasmo por la econom¨ªa verde", se?ala Doug Henton, de la firma Collaborative Economics.
Los grandes grupos industriales, como la petrolera ExxonMobil, la petroqu¨ªmica DuPont o la sider¨²rgica Alcoa, ya aceptan afrontar el calentamiento global con reglamentaci¨®n que ponga techo a las emisiones, aunque con un sistema que permita intercambiar derechos para contaminar. General Electric es el primer gran grupo industrial en ver el reto medioambiental como una oportunidad y no como un problema. Otros grandes, como Wal Mart o Timberland, ajustan ya la gesti¨®n de sus negocios para reducir al m¨¢ximo las emisiones.
El presidente de la Universidad de Yale, Richard Levi, dice que no se puede esperar a que los gobiernos decidan actuar frente al cambio clim¨¢tico, por eso su centro educativo est¨¢ dispuesto a demostrar que la lucha contra el calentamiento es "posible y no prohibitivamente costosa". En este sentido, se compromete a reducir para 2020 las emisiones de su complejo a un 10% menos que las de 1990. Una reducci¨®n del 43% respecto a 2004, a pesar de un crecimiento f¨ªsico del 15% del complejo universitario.
La firma New Energy Finance cifra en 30.000 millones la inversi¨®n del 2006 en energ¨ªas alternativas al petr¨®leo, con el etanol en el centro de lo que The Economist llama la "Am¨¦rica Verde". Es, de hecho, el ¨²nico combustible, junto al biodi¨¦sel, que parece satisfacer el plan de Bush de extender el uso de sustitutos de la gasolina. El objetivo de la Casa Blanca es que 35.000 millones de galones (132.490 millones de litros) de combustible provengan de energ¨ªas alternativas en 2017, frente a 6.000 millones actuales.
Pero el ma¨ªz del que se deriva el etanol se produce en peque?as localidades del medio oeste y viaja en tren, mientras el petr¨®leo recorre EE UU por una extensa red de oleoductos.
Vinod Khosla insiste en que los biocombustibles son necesarios para ganar la "guerra contra el petr¨®leo desde casa". "En 10 a?os, nuestros cient¨ªficos, alimentados por la energ¨ªa empresarial de Silicon Valley, habr¨¢n transformado el mundo de la energ¨ªa", concluye. El debate est¨¢ servido.
A vueltas con el ma¨ªz
Bob Dinneen, presidente de la Renewable Fuels Association, no cree que el etanol, que provendr¨¢ sobre todo del ma¨ªz, sea la soluci¨®n m¨¢gica. Porque hay dudas: ?Si el ma¨ªz se convierte en algo tan rentable y necesario, no se necesitar¨¢ m¨¢s tierra para plantarlo? ?Habr¨¢ que talar m¨¢s bosques? ?Y no redundar¨¢ en el efecto invernadero, al reducir la absorci¨®n de di¨®xido de carbono?El etanol es ahora menos eficiente que la gasolina, con emisiones un 20% menores que la ¨²ltima generaci¨®n de combustibles f¨®siles.Necesita mucha agua y energ¨ªa para su producci¨®n, y s¨®lo lo puede usar el 2,5% del parque automovil¨ªsitico en Estados Unidos. Y recibe subvenciones.La fiebre del etanol eleva la presi¨®n en el suministro de ma¨ªz, cuyo precio que se ha duplicado en un a?o.Tyson Foods, uno de los grupos que apoya el uso de energ¨ªa alternativas, considera que el encarecimiento del ma¨ªz se ha convertido en una preocupaci¨®n para el sector y pide que consideren "la consecuencias negativas y no deseadas" de un uso excesivo del grano. Esto, advierten las agroalimentarias, tendr¨¢ un efecto inevitable en el consumidor.
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