Denuncia amarga de la doble moral
Mario Gas estrena 'Homebody/Kabul', de Tony Kushner, azote de los conservadores
George W. Bush es un "plut¨®crata irresponsable manchado de sangre" y Ariel Sharon un "criminal de guerra no encausado".
S¨®lo el dramaturgo norteamericano Tony Kushner se atreve a decirlo con todas las letras. Su obra Homebody/Kabul, que estrena hoy Mario Gas en el Teatro Espa?ol, hasta el 29 de abril, no se queda atr¨¢s. Denuncia a quemarropa la doble moral estadounidense respecto a Afganist¨¢n: primero financia a los talibanes y despu¨¦s los bombardea.
La historia trata de una mujer, "coleccionista de palabras y causas perdidas" que abandona a su familia y viaja a Kabul, donde se pierde su pista. El marido y la hija viajan en su busca con la intenci¨®n de recuperar el cad¨¢ver y encontrar una explicaci¨®n a su huida. Los actores Roberto ?lvarez, Elena Anaya, Jordi Collet, Vicky Pe?a y Gloria Mu?oz comparten escena con un reparto ¨¢rabe y bereber que presenta el encuentro de Oriente y Occidente.
Driss Karimi: "Hay que decir que hay muchas guerras, pero siempre sufren los civiles"
Aunque el texto fue escrito en 1998, su estreno coincidi¨® con el 11-S y Kushner no retir¨® ni una palabra. A pesar de las feroces cr¨ªticas de los conservadores, que le acusaban de "propagandista talib¨¢n". "?Si quer¨¦is tanto a los talibanes, llev¨¢oslos a Nueva York! Bueno, no os preocup¨¦is, ya est¨¢n llegando", grita una mujer afgana en la obra.
Mario Gas ha escogido este pol¨¦mico texto -perfeccionado por el autor en 17 versiones- porque "refleja la colonizaci¨®n de un lugar de cultura ancestral que en los ¨²ltimos a?os ha sido pisoteado. Y adem¨¢s salen las mentiras de las grandes potencias con el pretexto de ayudar al pa¨ªs", explica Gas.
La escenograf¨ªa del Teatro Espa?ol, dise?ada por Antonio Belart, recrea fielmente la ciudad arrasada por las bombas, con minaretes y callejones polvorientos que trasladan la sensaci¨®n de angustia al p¨²blico. "Me document¨¦ para crear este espacio, pero cuando vino el profesor de fon¨¦tica que ense?aba el idioma a los actores, puso nombre propio a la calle. Dec¨ªa que era exacta a una zona que ¨¦l conoc¨ªa en Kabul", cuenta Belart.
Mirada ¨¢rabe
Entre bambalinas y camerinos, uno puede cruzarse con ministros talibanes o guardias de la frontera afgana. Las t¨²nicas y los turbantes se combinan con unos rasgos imposibles de imitar con barbas postizas. Son los actores llegados de Marruecos, Ir¨¢n y Argelia, que aportan una mirada inconfundible.
"Yo quise participar en esta obra porque hace falta que la gente reflexione. Tenemos que decir que hay muchas guerras, pero siempre sufren los civiles", reflexiona el veterano Driss Karimi, que interpreta a un ermita?o suf¨ª alejado de los integrismos. Completan el reparto de actores experimentados Mohamed El Hafi, Mehdi Ouazzani y Hamid Danechvar.
Por su parte, Mostafa El Houari, pertenece a la generaci¨®n m¨¢s joven de int¨¦rpretes marroqu¨ªes. Tuvo que aprender en un mes la lengua past¨²n para llegar al estreno de Homebody/Kabul. "Sin duda, el idioma fue lo m¨¢s dif¨ªcil de mi papel, pero merec¨ªa la pena. Lo que m¨¢s me interesaba del texto era el homenaje que hace a la mujer, la reivindicaci¨®n. Hay que advertir de que lo que sucede en Afganist¨¢n podr¨ªa pasar en cualquier parte", explica El Houari.
Mientras tanto, sobre el escenario, un joven afgano eleva su voz que recuerda a los muecines de La Meca: "Kabul, hermoso Kabul, ?d¨®nde te han llevado?". Hamid Krim canta e interpreta a un ex actor que con la llegada de los talibanes tiene que dedicarse a la venta de sombreros. No le resulta dif¨ªcil encarnar ese personaje porque ¨¦l mismo sufri¨® la censura en su Argelia natal. "He vivido 10 a?os de guerra civil. No pude trabajar como actor en mi pa¨ªs. De hecho, pas¨¦ por la c¨¢rcel despu¨¦s de negarme a empu?ar un arma contra el pueblo", relata Krim.
Cada actor encuentra un motivo para comprometerse con la obra de Kushner. Y a¨²n bromean: "Los pol¨ªticos podr¨ªan hacer lo mismo".
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