Delphi cierra y huye
El cierre de Delphi Automotive Systems, la factor¨ªa del grupo estadounidense de componentes para autom¨®viles en Puerto Real (C¨¢diz), ha provocado un se¨ªsmo que refleja no s¨®lo la importancia objetiva de los 1.600 trabajadores directos que perder¨¢n su empleo, m¨¢s los casi 1.300 indirectos que resultan amenazados, sino tambi¨¦n la coincidencia en la misma zona gaditana de otras amenazas de cierre, como la de las plantas de Airbus y la crisis permanente de los astilleros. La Junta de Andaluc¨ªa exigir¨¢ legalmente que Delphi cumpla sus compromisos de inversi¨®n y empleo, para los que fue subvencionada con inversi¨®n p¨²blica con casi 62 millones de euros desde 1986; y acaba de presentar una requisitoria a la compa?¨ªa pidiendo que se cumpla escrupulosamente la legislaci¨®n laboral vigente y el plan industrial pactado.
El Gobierno central y la Junta deben desplegar toda la presi¨®n legal necesaria para minimizar el efecto del cierre y exigir a Delphi un plan de acompa?amiento social. Pero, desafortunadamente, las decisiones de deslocalizaci¨®n obedecen a una l¨®gica econ¨®mica sin retorno. Delphi pretende cerrar una veintena de sus plantas menos productivas y trasladarlas a pa¨ªses con mayor potencial de rentabilidad. Las multinacionales suelen decidir la deslocalizaci¨®n despu¨¦s de que han fracasado los planes para aumentar la productividad o para obtener las rentabilidades esperadas. Entonces buscan otros pa¨ªses donde establecer las producciones comparando la fiscalidad de los precios de transferencia, calidad y mano de obra, nivel de las comunicaciones y ayudas a la inversi¨®n. Son las causas de la huida industrial que se ha venido repitiendo decenas de veces en Espa?a durante los ¨²ltimos a?os en beneficio de los pa¨ªses del Este de Europa.
No hay remedios satisfactorios a corto plazo. Los tratamientos econ¨®micos para evitar a medio plazo la deslocalizaci¨®n se conocen. Incluyen mejorar las infraestructuras industriales, evitar el encarecimiento del metro cuadrado o de la energ¨ªa y flexibilizar las normas de organizaci¨®n del trabajo en las f¨¢bricas. En el caso de Delphi, hay que preguntarse tambi¨¦n si la Junta de Andaluc¨ªa ha gestionado acertadamente los planes de inversi¨®n preventivos para evitar que C¨¢diz se convierta en un foco de depresi¨®n econ¨®mica a fuerza de sufrir un chaparr¨®n de cierres y reestructuraciones. Nadie podr¨¢ decir que la huida de Delphi ha sido una sorpresa; la matriz estadounidense present¨® suspensi¨®n de pagos en 2005.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.