"Ser¨ªa una tragedia que existiera una vacuna del sida s¨®lo para pa¨ªses ricos"
M¨¢s de veinte a?os en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) le capacitan para analizar este organismo desde dentro. Ahora, tras haber coordinado la Iniciativa de la OMS-Onusida para la obtenci¨®n de una Vacuna para el Sida, Jos¨¦ Esparza se ha trasladado a la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates, desde donde contin¨²a trabajando, no s¨®lo en la b¨²squeda de la ansiada vacuna, sino de los mecanismos para que pueda distribuirse en los pa¨ªses m¨¢s pobres. "Cuando me dicen que necesitamos una vacuna para el sida en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, yo siempre digo que necesitamos una vacuna para el sida. Punto. Ser¨ªa una tragedia que hubiera una vacuna s¨®lo para los pa¨ªses ricos", dijo en una conferencia en el hospital Carlos III de Madrid.
"Desde la justicia social global, no es posible que el conocimiento que el mundo ha generado se use s¨®lo para resolver el problema de unos pocos"
"Bill Gates se pregunta: ?c¨®mo es posible que el azar del lugar donde uno nace determine el futuro m¨¢s que el esfuerzo o el trabajo de cada uno?"
Pregunta. Tras 20 a?os en la OMS, ?c¨®mo la definir¨ªa?
Respuesta. Hay una frase que se usa en ?frica que se puede aplicar a la OMS. "Si quieres ir r¨¢pido, camina solo; si quieres ir lejos, camina en grupo". En la OMS nada sucede de forma r¨¢pida, pero lo que acontece es por el consenso de todos sus pa¨ªses miembros. Por ejemplo, a finales de este a?o se van a publicar los resultados de eficacia de la segunda y tercera pruebas de vacunas contra el sida. La OMS ya ha iniciado un proceso que s¨®lo este organismo puede hacer, que es reunir a las compa?¨ªas involucradas, a los responsables de los pa¨ªses implicados y las organizaciones capaces de distribuir la vacuna cuando est¨¦ disponible. Ni la Fundaci¨®n Gates ni las compa?¨ªas farmac¨¦uticas tienen la legitimidad para decidir qu¨¦ hacer; hace falta un consenso internacional, y eso es tarea de la OMS y Onusida.
P. ?Qu¨¦ diferencias ha encontrado entre trabajar en un organismo p¨²blico, como la OMS, a hacerlo en la Fundaci¨®n Gates?
R. Es diferente, aunque la motivaci¨®n b¨¢sica es la misma: trabajar para el control de una epidemia. Bill y Melinda Gates son dos personas incre¨ªbles; cuando ambos fueron a ?frica se dieron cuenta de que la gran mayor¨ªa de las personas no tiene acceso a necesidades b¨¢sicas en educaci¨®n o salud. En una ocasi¨®n se estaba hablando de la diarrea causada por rotavirus, una enfermedad que cada a?o mata m¨¢s de 800.000 personas en todo el mundo, y Bill pregunt¨®, "?rota qu¨¦?, ?c¨®mo es posible que haya algo que mata 800.000 personas al a?o y yo nunca haya o¨ªdo hablar de ello?".
P. ?Qu¨¦ objetivos tienen?
R. Bill Gates utiliza un concepto que se denomina el azar de la geograf¨ªa del nacimiento. ?l mismo se cuestiona, ?c¨®mo es posible que el azar del lugar donde uno nace determine el futuro de una persona?. Esa desigualdad est¨¢ definida, no por el esfuerzo o el trabajo del individuo, sino por el azar. Y los dos aspectos que m¨¢s contribuyen a esas desigualdades son la falta de acceso a la salud y a la educaci¨®n. Por eso son las dos prioridades. La fundaci¨®n no se ve a s¨ª misma como un organismo de fomento de la investigaci¨®n, sino como un ente que trata de utilizar la fortuna de los Gates para resolver problemas graves.
P. ?De qu¨¦ forma colaboran con la industria farmac¨¦utica y c¨®mo resuelven el problema de las patentes de los f¨¢rmacos?
R. Los programas de la fundaci¨®n se dirigen a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Cada uno de ellos est¨¢ condicionado para obtener resultados en estas zonas. Se llama estrategia de acceso global. Y esto choca frontalmente con los investigadores, ya que ellos consideran que la financiaci¨®n est¨¢ para producir ciencia; nosotros tambi¨¦n, pero adem¨¢s para que esa ciencia produzca beneficios en los pa¨ªses en desarrollo. As¨ª, cada programa tiene una cl¨¢usula en la que los investigadores aceptan la estrategia de acceso global. Con ello no perseguimos poseer la propiedad intelectual, sino un compromiso legal para que la propiedad intelectual no limite el acceso en los pa¨ªses en desarrollo.
P. Pero no todo son ventajas...
R. Al ser una fundaci¨®n sin fines de lucro tenemos limitaciones para financiar a la industria privada, pero tenemos que trabajar con ella. Por ejemplo, ?qui¨¦n hace vacunas? Desgraciadamente no hay infraestructura fuera de la industria privada que desarrolle vacunas. As¨ª, si un laboratorio investiga un producto necesario para los pa¨ªses del Tercer Mundo y solicita nuestra colaboraci¨®n, resulta muy complicado llegar a un acuerdo con las actuales leyes en EE UU. Se podr¨ªa hacer, pero con la condici¨®n de que nuestra inversi¨®n no revierta en beneficio de la industria privada.
P. Pese a estas limitaciones, ?c¨®mo trabajan en vacunas?
R. Trabajamos con "pinzas legales", es decir, los receptores de nuestros fondos deben ser Gobiernos u organismos oficiales. Los contratos son de dinero por servicios. Son limitaciones diferentes a las de la OMS, cuyo papel es el de ser un intermediario.
P. A la industria farmac¨¦utica se le acusa de no haber invertido suficiente en la b¨²squeda de vacunas, no s¨®lo frente al sida, sino frente a otras patolog¨ªas como la malaria. ?Cree que es as¨ª?
R. Las patentes son necesarias porque sin ellas el sector privado no hubiera desarrollado muchos f¨¢rmacos necesarios. Es un sistema en el que el sector privado tiene que tener beneficios, en donde las patentes son esenciales. Pero es bueno que haya un debate entre las compa?¨ªas farmac¨¦uticas y pa¨ªses como India, Brasil o Sur¨¢frica. Desde un punto de vista de justicia social global, no es posible que el conocimiento que el mundo ha generado se est¨¦ utilizando s¨®lo para resolver el problema de unos pocos. La confrontaci¨®n es inevitable y ambos deben trabajar con el sistema que tenemos para que se puedan beneficiar los pa¨ªses en desarrollo. Personalmente me satisface esta controversia, pero las cosas nunca son blancas o negras.
P. ?C¨®mo est¨¢ la investigaci¨®n en vacunas para prevenir el sida?
R. Debemos definir en primer lugar el nivel de eficacia de la vacuna y ello depende de las pruebas que se hagan. Las actuales no est¨¢n dise?adas para un 30% de eficacia, sino para un 50%. Una vacuna de un 30% de eficacia no ser¨ªa apropiada para ser utilizada en programas de salud p¨²blica. Los dos ensayos cuyos resultados se dar¨¢n a conocer este a?o se han dise?ado para aportar datos de una eficacia del 50%.
P. ?Es suficiente un 50% de eficacia para justificar su uso?
R. Resulta dif¨ªcil responder. Una vacuna con un 50% de eficacia tendr¨ªa un efecto beneficioso en t¨¦rminos de salud p¨²blica si se utilizara en una poblaci¨®n, por ejemplo, con alta incidencia de infecci¨®n o dificultad de acceso a otros sistemas de prevenci¨®n.
P ?Qu¨¦ tipo de vacuna podemos esperar? ?Es v¨¢lido el concepto de vacuna universal en el VIH?
R. Puede ser la misma vacuna, pero con un uso diferente, como ocurri¨® con la vacuna de la hepatitis B, que tard¨® 20 a?os en ser universal. Todo el mundo piensa, y yo tambi¨¦n, que una vacuna para el sida debe ser universal.
P. Si se logra, ?va pasar lo mismo que con el acceso a otros f¨¢rmacos?
R. Financiamos proyectos de vacunas y nos preguntamos c¨®mo se distribuir¨ªan. Es un problema real que plantea dos escenarios: que haya una vacuna que se use s¨®lo en los pa¨ªses ricos, como pas¨® al principio con la primera vacuna de rotavirus, que s¨®lo se us¨® en EE UU; o una vacuna que s¨®lo sea ¨²til en los pa¨ªses en v¨ªas en desarrollo, algo que no tendr¨ªa sentido para la industria farmac¨¦utica. Habr¨ªa que introducirla de forma simult¨¢nea en ambos escenarios. ?Se imagina que existiera una vacuna contra el sida con cierta eficacia contra el subtipo B [mayoritario en ?frica], se introdujera en EE UU y que, porque no se puede producir en grandes cantidades, se limitara su uso a la poblaci¨®n donde va a tener menor impacto? Esto es posible, aunque no creo que ocurra porque las consecuencias, pol¨ªticas y para la industria farmac¨¦utica, ser¨ªan inmensas. La industria ya ha aprendido. Si sale una vacuna contra el sida, el mundo no va a consentir que no sea universal.
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