Zouhier arroja sobre Trashorras la culpa de dar dinamita a los terroristas

"Ni cuatro fiscales van a poder conmigo". As¨ª de pretencioso se mostr¨® el confidente de la Guardia Civil Raf¨¢ Zouhier tras el interrogatorio del fiscal, aunque mantuvo esa actitud a lo largo de toda su declaraci¨®n. Todo su inter¨¦s estuvo en tratar de demostrar que avis¨® a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de que los asturianos traficaban con explosivos y que incluso les proporcion¨® una muestra que le dio en mano el ex minero Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras. Por eso dijo varias veces que ¨¦l denunci¨® los hechos y que trat¨® de evitar los 191 muertos del 11-M. Pero el fiscal Javier Zaragoza teji¨® una red de preguntas para mostrar c¨®mo Zouhier ha cambiado continuamente el contenido de sus ocho declaraciones. Y el interrogado tuvo que admitir que no avis¨® a la UCO de que El Chino estaba detr¨¢s de las bombas de los trenes hasta el 18 de marzo de 2004, es decir, una semana despu¨¦s de los atentados.

Zouhier se enfrenta a una petici¨®n de 20 a?os de prisi¨®n por colaboraci¨®n con banda armada y suministro de explosivos, porque est¨¢ acusado de haber puesto en contacto a Trashorras con Jamal Ahmidan, El Chino, el jefe operativo de la c¨¦lula que cometi¨® los atentados del 11-M. Trashorras presuntamente proporcion¨® a El Chino la Goma 2 utilizada en los trenes a cambio de drogas. Todo empez¨® en 2002, cuando Zouhier estuvo preso en la c¨¢rcel de Villabona (Asturias), donde coincidi¨® con el procesado Antonio Toro, por el que se enter¨® de que su cu?ado, Su¨¢rez Trashorras, estaba interesado en vender 150 kilos de explosivos o en cambiarlos por droga. A la salida de la prisi¨®n, Zouhier, en una reuni¨®n en un McDonalds, en Carabanchel, puso en contacto a Trashorras con Jamal Ahmidan. All¨ª acordaron, seg¨²n la fiscal¨ªa, el trueque de droga por explosivos.

Ayer, Zouhier se declar¨® "superinocente" y estuvo tan desafiante en ocasiones que el presidente del tribunal le llam¨® varias veces la atenci¨®n. "Se quiere usted callar de una pu?etera vez", le espet¨® en un momento de desesperaci¨®n ante las continuas interrupciones de Zouhier.

"Avis¨¦ de los 150 kilos de explosivos que se vendieron en Madrid. ?Qu¨¦ m¨¢s quiere que haga!", dijo Zouhier. "Si le hubiera conocido a usted, le hubiera avisado". El fiscal le pregunt¨® si hab¨ªa visto a Trashorras con 150 kilos de explosivos y Zouhier replic¨® con chuler¨ªa: "Explotaron en los trenes. ?No lo ha visto?".

"He transmitido la informaci¨®n sobre los explosivos 1.000 veces", insisti¨®. No obstante, admiti¨® que no avis¨® a la Guardia Civil de la peligrosidad de El Chino hasta despu¨¦s de los atentados porque, seg¨²n dijo, nadie sab¨ªa que era terrorista. "Yo no sab¨ªa que ese se?or era terrorista, ni la polic¨ªa lo sab¨ªa, ni su mujer, ni su hijo, ?c¨®mo lo iba a saber yo, que era un fiestero?", recalc¨®.

En las declaraciones de ayer, Zouhier atac¨® a Trashorras, pero defendi¨® a Toro: "Quedamos Toro y yo para vender hach¨ªs, porque ni ¨¦l ni yo sab¨ªamos que Trashorras hab¨ªa vendido explosivos a El Chino". Apretado por el abogado del ex minero, dijo que cuando Trashorras le dio la muestra de explosivo, Toro estaba presente.

A preguntas del fiscal, Zouhier no supo explicar por qu¨¦ hasta su s¨¦ptima declaraci¨®n, en agosto de 2004, no declar¨® por primera vez que tuvo sospechas de que Antonio Toro ofreci¨® explosivos a ETA, ni por qu¨¦ esa novedad coincidi¨® con las intervenciones del diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo sobre la implicaci¨®n de ETA en los atentados, en la Comisi¨®n de Investigaci¨®n del 11-M. Pero s¨ª admiti¨® que concedi¨® una entrevista al diputado por medio de formulario.

Zouhier incurri¨® en algunas contradicciones al contestar. Dijo al fiscal que cre¨ªa que "hasta los asturianos eran de ETA, porque ?para qu¨¦ sirven los explosivos?", pero a preguntas de un letrado asegur¨®: "No conozco a ning¨²n etarra. No s¨¦ qui¨¦n es esa gente". Reconoci¨® que es un delincuente habitual y que por ello conoc¨ªa muchas cosas "pero para un buen fin. Si yo hubiera sido m¨¦dico, abogado o fiscal no me hubiera enterado de lo que me enter¨¦". Rechaz¨® as¨ª ser islamista radical: "De lo ¨²nico que yo sab¨ªa era de hach¨ªs, fiesta y discoteca". Tambi¨¦n rechaz¨® que haya colaborado con "ning¨²n servicio secreto de ning¨²n pa¨ªs". A diferencia de otros procesados, dijo: "A m¨ª, ni me pegaron, ni me insultaron; al rev¨¦s, me trataron muy bien porque sab¨ªan que yo hab¨ªa avisado".