Arrollados por el hedonismo
Primero fueron las pasiones, despu¨¦s la vida y ahora, en 2007, llega el sentido. El Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) dedica cada temporada un ciclo de conferencias a reflexionar sobre la condici¨®n humana. El de este a?o lleva por subt¨ªtulo Interrogaciones sobre la existencia en un tiempo de hiperconsumo, y hasta ahora han participado V¨ªctor G¨®mez Pin, Fr¨¦d¨¦ric Lenoir y Gilles Lipovetsky. El ciclo dura hasta el 26 de marzo (cada lunes) y en ¨¦l intervendr¨¢n, entre otros, Castilla del Pino y Gianni Vattimo. ?sta es una cr¨®nica personal de lo escuchado sobre el sentido.
No apretemos el gatillo. A¨²n hay esperanza. El mundo hiper no es unidimensional
Alguien le escuch¨® decir un d¨ªa a un campesino peruano: "En ¨¦sas lleg¨® el progreso y nos arroll¨®". Record¨¦ la frase en la abarrotada gran sala de actos en la que, las tardes de los lunes, se reflexiona sobre el hiperconsumo en el que vivimos, tiempo de religiones y sanidad; de bienes de todo tipo e individualismo; hedonismo y cambios fren¨¦ticos de moda. Un mundo que cre¨ªamos nos traer¨ªa la felicidad pero m¨¢s bien parece que va camino de arrollarnos.
El ciclo del CCCB -Sentido, interrogantes sobre la existencia en tiempos de hiperconsumo- ratifica que vivimos un tiempo en el que, como resultado de la t¨¦cnica, asistimos a una abusiva humanizaci¨®n de la m¨¢quina. En la humanizaci¨®n de las m¨¢quinas, ?buscan algunos hombres respuesta a la eterna pregunta sobre la esencia del homo sapiens? B¨²squeda est¨¦ril, ya que la inteligencia artificial no existe, si por inteligencia entendemos la capacidad de pensamiento abstracto y de lenguaje.
En el periodo hiper de la historia, el ser humano busca. Lo peligroso es que busca habiendo perdido la memoria hist¨®rica y pendiente del zapping: no queremos perder el tiempo madurando una experiencia; queremos vivir al instante, olvidando que para que la experiencia sea enriquecedora se requiere memoria y pausa. Es ¨¦ste un tiempo de crisis de identidad en un mundo de guerras y genocidios. Sobre las ruinas de las ideolog¨ªas, se busca refugio en religiones, hedonismo, obsesi¨®n menos festiva que higienista por la salud, adicciones, consumo... mientras la tradici¨®n, la iglesia, los partidos pol¨ªticos, han perdido su capacidad para estructurar la sociedad.
"Toda situaci¨®n, por desesperada y sin soluci¨®n que parecer pudiere, siempre es susceptible de un empeoramiento", dice una m¨¢xima jesu¨ªtica. Me vino in mente escuchando que la sociedad de hoy carece de contramodelos (el ¨²ltimo fue el marxismo) y vive en el culto a la competencia, al mercado, a la din¨¢mica tecnocient¨ªfica y a los derechos del individuo, Pero metido en el turbo de lo hiper, el individuos sufre la precariedad laboral, la vida estresante y el futuro.
Las religiones reviven porque el ser humano se siente inseguro. Contradicciones de un tiempo que parec¨ªa iba a dar un sujeto m¨¢s libre, algunas de esas religiones, llam¨¦moslas sectas si se quiere, son totalitarias: en ellas la persona angustiada por las dudas encuentra respuestas absolutas. A la postre la verdad es un acto de fe.
Cada d¨ªa nos preguntamos ?c¨®mo conciliar la vida profesional y la vida privada?, ?qu¨¦ debemos privilegiar de nuestra existencia?, ?c¨®mo dejar de ser esclavos del tiempo?, ?por qu¨¦ en lugar de vida voluptuosa no optamos por vida contemplativa? ?Quiz¨¢ un d¨ªa esta sociedad de culto a las m¨¢quinas llegue a plantearse el amor en forma digital para no perder tiempo y poder dedicarse a otras cosas?
En el tiempo del hedonismo hiper se vive con m¨¢s depresiones y ansiedades. La gente va estresada y discute por nader¨ªas. Igual el que discute llega tarde a la inauguraci¨®n de un museo, otro rasgo del tiempo hiper: museos para todo, convertidos en pretexto para conmemorar patrimonios del pasado, sobre los que la mayor¨ªa de los consumidores de museos no saben nada. ?Les interesa saberlo? Quiz¨¢ s¨ª. En un siglo caracterizado por la perdida de memoria, ese ser humano contradictorio que consume fren¨¦ticamente f¨¢rmacos, sexo, bienes de consumo, religiones a la carta que le den felicidad aqu¨ª y ahora, ese ser decepcionado de los viejos ideales se mira hacia adentro y siente angustia, necesidad de despertar a la espiritualidad, de reactivar la memoria.
El momento de acercar la pistola a la sien llega al reflexionar sobre el problema del humanismo contempor¨¢neo. Sus m¨¢ximas de comportamiento parecen tener m¨¢s en cuenta la causa de otras especies, y hasta la causa de una inteligencia no biol¨®gica, que la causa del hombre. Si esa ¨¦tica se generaliza, nuestros contempor¨¢neos est¨¢n perdiendo el instinto propio de la especie. Esto si por especie humana se entiende ese ser sapiens que tiene la exclusiva de la preocupaci¨®n general por la naturaleza, especies animales incluidas.
No apretemos el gatillo. A¨²n hay esperanza. El mundo hiper no es unidimensional. Es un mito que en ese mundo haya muerto Dios, que hayan ca¨ªdo los principios morales y ¨¦ticos. El consumismo y el individualismo no han arrasado. Funcionan cuatro mil ONG, contin¨²a viva la capacidad de autocr¨ªtica y autocorrecci¨®n. Podemos forjar un nuevo tiempo hiper si sustituimos el bienestar cuantitativo por un bienestar cualitativo. Habr¨¢ que corregir el capitalismo actual para que deje de ser el motor de la urgencia. En ese mundo en el que la ecolog¨ªa debe jugar un papel fundamental, ?c¨®mo recuperar el imaginario m¨¢gico necesario para vivir? Para forjar ese mundo debemos lanzar los dados que tenemos en nuestras manos. Y el consejo es que los hemos de lanzar ya.
Esta cr¨®nica es un resumen personal de lo escuchado a los tres primeros conferenciantes del ciclo: V¨ªctor G¨®mez Pin (El ideal humanista en la era del genoma y la inteligencia artificial), Fr¨¦d¨¦ric Lenoir (Las metamorfosis de Dios y de lo sagrado) y Gilles Lipovetsky (Los tiempos hipermodernos).
Babelia
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