Repatriaci¨®n con cuentagotas

Un mes despu¨¦s de que se iniciara el conflicto del buque Marine I -remolcado por Espa?a al puerto mauritano de Nuadib¨² cuando llevaba varios d¨ªas a la deriva con 369 inmigrantes, 299 de ellos de origen indio-, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, anunci¨® ayer que India ha comenzado por fin a identificar a sus ciudadanos, que 18 de ellos ya han sido "repatriados" y que otros 63 lo ser¨¢n "en breve". Tambi¨¦n adelant¨® que los 35 subsaharianos del carguero que fueron llevados temporalmente a Cabo Verde volar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas a Guinea-Conakry.

Pero esas repatriaciones con cuentagotas no ponen fin a una crisis "de enorme calado, una de las mayores que ha tenido el Gobierno espa?ol". Y por eso Moratinos insisti¨® ayer en la idea que ya desliz¨® el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero hace una semana: pasada la urgencia humanitaria, Espa?a debe mandar un mensaje de "firmeza" en el caso del Marine I y dejar claro que no se har¨¢ cargo de todos los barcos que lleguen, o quedar¨¢ en manos de las mafias que trafican con seres humanos.

"?sta es una de las mayores crisis que ha tenido el Gobierno", admite Moratinos

"Se trataba de un problema de casi 400 clandestinos en un barco pirata, sin rumbo y sin tripulaci¨®n, que por razones humanitarias ten¨ªamos que salvar de la muerte. Se ha evitado una situaci¨®n grave y se ha iniciado la dif¨ªcil y larga labor de identificaci¨®n y repatriaci¨®n de todos esos clandestinos. Ahora, una vez atendida la urgencia, Espa?a no puede convertirse en destino de la inmigraci¨®n ilegal: no ser¨¢ la puerta de entrada a Europa. ?se es el mensaje de firmeza que estamos trasladando a los pa¨ªses implicados [en la crisis]", asever¨® el ministro durante una comparecencia en la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso.

Esas palabras le valieron la cr¨ªtica airada del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que se niega a convertir una operaci¨®n humanitaria en un instrumento para lanzar mensajes al mundo con "¨¢nimo ejemplarizante". "Acertaron ustedes al priorizar lo humanitario en este asunto, y deben seguir haci¨¦ndolo", exigi¨® Llamazares. Y a?adi¨®: "En lo que hay que ser ejemplar es en la defensa de los derechos humanos".

Muy distinta fue la opini¨®n de Luis Mardones (Coalici¨®n Canaria), representante de las islas a las que probablemente habr¨ªan llegado los 369 inmigrantes de no hab¨¦rseles averiado el motor del barco (y a las que arribaron 30.000 irregulares el a?o pasado). ?l aplaudi¨® sin matices la postura de Moratinos: "Compartimos la decisi¨®n humanitaria del principio y compartimos que, ahora, hay que transmitir un mensaje de firmeza para disuadir a las mafias. Porque es que hemos pasado de la patera de 12 metros de eslora al cayuco de 25 metros, y de ah¨ª al buque negrero. Y como abramos la puerta...".

"Descoordinaci¨®n, fracaso en cadena, precipitaci¨®n, improvisaci¨®n, ineficacia". As¨ª resumi¨® la crisis -con palabras gruesas pero con un tono tranquilo que Moratinos reconoci¨®- Gustavo de Ar¨ªstegui, portavoz del PP. No se pronunci¨® sobre la decisi¨®n inicial, la de remolcar el Marine I cuando se encontraba a la deriva, aunque s¨ª aprovech¨® para arremeter contra una "pol¨ªtica migratoria equivocada" que produce un "efecto llamada".

Sin embargo, s¨®lo dos minutos despu¨¦s, hablando ya en t¨¦rminos generales de los movimientos migratorios de ?frica a Europa, el portavoz popular apunt¨®: "La clave est¨¢ en las diferencias de renta [entre un continente y otro]. Mientras esas diferencias subsistan, ser¨¢ muy dif¨ªcil combatir la inmigraci¨®n irregular". "Quiero agradecer al se?or Ar¨ªstegui su enfoque", le dir¨ªa m¨¢s tarde el ministro, visiblemente satisfecho. "Al final todos estamos de acuerdo: el efecto llamada no es de la regularizaci¨®n, sino el de la enorme pobreza de ?frica".