Desde la flamenquer¨ªa y la autenticidad

Antonio R¨ªos Fern¨¢ndez (Jerez, 1971), Antonio El Pipa, se confiesa un hombre feliz. Est¨¢ de aniversario. Han pasado 10 a?os desde que en el Teatro Lope de Vega de Sevilla estren¨® Vivencias, el primer espect¨¢culo del que era entonces el germen de su propia compa?¨ªa. Una d¨¦cada despu¨¦s puede alardear de ¨¦xito. Por haber conseguido mantener una empresa privada basada en el arte. Por haber garantizado la econom¨ªa de una veintena de trabajadores. Y, sobre todo, por haber hecho realidad una ilusi¨®n flamenca que lleva en la sangre.

Antonio El Pipa no pod¨ªa ser otra cosa que bailaor. El talento y el apodo los hered¨® de su abuela T¨ªa Juana la del Pipa. A ella le dedic¨® aquel primer espect¨¢culo que estren¨® en el Teatro Lope de Vega un 16 de febrero de 1997. Entonces fue invitado para el ciclo Noches de flamenco. Reuni¨® a los suyos y les dijo: "Vamos a hacer algo bonito". As¨ª naci¨® Vivencias. "Fue un bombazo. El C¨ªrculo de Bellas Artes me premi¨® como artista revelaci¨®n y, en seguida, nos llamaron de muchos sitios para llevar a otros sitios el espect¨¢culo", recuerda Antonio. Para elaborarlo hizo una retroinspecci¨®n, buce¨® en los relatos del pasado que le contaban sus padres, los de los gitanos cortijeros de Jerez. Historias reales que le sirvieron de inspiraci¨®n.

"En Jerez no hay medios para subsistir como en las grandes capitales"

Antes de aquello, Antonio El Pipa ten¨ªa ya mucho bailado. Tras formarse entre parientes, particip¨® en las compa?¨ªas art¨ªsticas de su Jerez natal. Ha estado con Morao, Cristina Hoyos, La Tati, Lola Flores, Ricardo Franco, junto a Jos¨¦ Merc¨¦, Tomatito, Manuela Carrasco, Carmen Linares o Matilde Coral, con la que colabor¨® en el segundo espect¨¢culo de su propia compa?¨ªa. Fue Generaciones, en 1999. Despu¨¦s vinieron Puntales, De Cai el baile, Pasi¨®n y Ley y De Tablao.

Antonio El Pipa asegura que esta d¨¦cada le hace sentirse "tremendamente orgulloso". Es, dice, la satisfacci¨®n que da el trabajo bien hecho, aunque reconozca que en estos 10 a?os tambi¨¦n ha habido momentos en los que ha tenido ganas de tirar la toalla. "Ahora me alegro de no haberlo hecho pero que nadie piense que esto ha sido f¨¢cil", mantiene. El bailaor ha conseguido estabilizar su propia empresa de arte en Jerez, su ciudad natal. "Estamos al sur del sur. Me llena de alegr¨ªa trabajar en mi tierra pero todav¨ªa lo ha hecho m¨¢s complicado porque aqu¨ª no hay medios para subsistir como en las grandes capitales", lamenta. Con todo, dice que su ubicaci¨®n jerezana ha podido imprimir un "sabor" especial a cada una de sus coreograf¨ªas.

La compa?¨ªa de Antonio El Pipa se mueve por el mundo con una veintena de personas y todas sus maletas. Sobre el escenario, una quincena. Para el bailaor el poder hacer rentable su trabajo y que todo su elenco art¨ªstico pueda mantenerse econ¨®micamente de sus producciones ha sido el m¨¢s complicado reto de superar. "Los espect¨¢culos cada vez son m¨¢s caros y todos queremos ir siempre a m¨¢s: tener los mejores m¨²sicos, la mejor iluminaci¨®n, el mejor vestuario", enumera. La ambici¨®n de Antonio le ha llevado a recorrer el planeta pero sin levantar nunca los pies del suelo m¨¢s que para bailar. "Tienes que ser muy exigente pero consciente de lo que est¨¢s haciendo", dice casi como una norma impuesta.

Este a?o de aniversario lo completar¨¢ con m¨¢s viajes. A su ¨²ltimo espect¨¢culo De Tablao le quedan paradas en Par¨ªs, Marsella, Almer¨ªa, Huelva o Murcia, entre otras muchas. Entre tanto trayecto internacional le devuelven a la tierra los guisos de su "tr¨ªo de ases" Mariana Cornejo, Concha Baras y su t¨ªa Juana, quienes, con su cante, baile y recetas caseras, amenizan las giras. Antonio prepara ya su nuevo espect¨¢culo. "Contar¨¦ una historia que, m¨¢s que un argumento, ser¨¢ una historia personal, una biograf¨ªa, pero siempre desde la flamenquer¨ªa y la autenticidad", adelanta. Lo quiere tener listo a finales de 2007. Porque la mejor forma de celebrar un cumplea?os para una compa?¨ªa es que haya nuevas perspectivas de trabajo garantizadas.