Bienvenido, se?or Cashman
La Comisi¨®n de Peticiones de la UE elevar¨¢ un informe a la Comisi¨®n Europea sobre la construcci¨®n masiva en la sierra
"Por favor, formen una fila junto a la pared, en el lado de la izquierda, y sean breves. Y nada de discursos pol¨ªticos. ?Tres minutos cada uno! A las seis tengo que irme". Michael Cashman, vicepresidente de la Comisi¨®n de Peticiones de la Uni¨®n Europea, pone orden ante los 200 vecinos que se apelotonan en el centro c¨ªvico de Galapagar. ?l, eurodiputado laborista brit¨¢nico, est¨¢ delante de una mesa, subido en un estrado, acompa?ado por un traductor. Los vecinos, abajo, forman obedientes la fila y uno a uno van pasando por delante de un micr¨®fono para hacer sus peticiones.
"Parece un rey mago recogiendo las cartas de los ni?os", comenta una mujer por lo bajo. Pero el brit¨¢nico lo advierte: "No tengo ninguna varita m¨¢gica para solucionar los problemas".
El organismo europeo ha recibido quejas de residentes de cinco localidades
La Comisi¨®n de Peticiones europea ha visitado la ¨²ltima semana Almer¨ªa y Valencia para recoger informaci¨®n de vecinos y autoridades sobre distintos desmanes urban¨ªsticos. Ayer le toc¨® el turno a Madrid. El organismo europeo ha recibido quejas de vecinos de Moralzarzal, Rascafr¨ªa, Galapagar y Torrelodones y Las Rozas. Los denunciantes consideran que los gobiernos municipales planean desarrollos urban¨ªsticos incompatibles con la preservaci¨®n del medio ambiente. Pero la comitiva, con una agenda apretad¨ªsima, s¨®lo recorri¨® Torrelodones y Galapagar.
La visita tuvo momentos de Bienvenido, mister Marshall y de Si hoy es martes, esto es B¨¦lgica (lo primero por la expectaci¨®n generada entre los vecinos, lo segundo por las prisas).
En Galapagar, el primer vecino de la fila coge el micr¨®fono.
-Soy ?ngel, de Moralzarzal. El Gobierno municipal quiere construir 1.600 viviendas en una zona protegida y quieren hacer un campo de golf...
Aplausos y siguiente. La gente se abanica y un ni?o llora, interrumpiendo las palabras de Cashman. ?ste suelta muy serio una frase en ingl¨¦s y el p¨²blico, expectante, guarda silencio. El beb¨¦ sigue llorando. El int¨¦rprete traduce: "A los ni?os se les permite llorar porque estamos hablando de su futuro...". Y el auditorio se rompe las manos a aplaudir.
Otros dos vecinos se ponen frente al micr¨®fono de las peticiones y se presentan como "agentes forestales de la Comunidad de Madrid". Llevan puesta una camiseta naranja butano con el lema: Los agentes forestales contra el delito urban¨ªstico. Le entregan documentaci¨®n a Cashman y una camiseta grande como la suya, que el brit¨¢nico muestra al p¨²blico con una gran sonrisa. M¨¢s aplausos.
"?Por d¨®nde van a salir tant¨ªsimos coches?, ?ad¨®nde van a ir los residuos?", pregunta una vecina de Galapagar, cuyo gobierno municipal, del PP, prev¨¦ hacer 8.910 viviendas.
El eurodiputado brit¨¢nico escucha a los residentes, recoge la documentaci¨®n que le pasan, les da la mano y toma muchas notas. Una mujer denuncia que en San Lorenzo de El Escorial el gobierno municipal (PP) quiere levantar "m¨¢s de 7.000 viviendas"; otra, "de Guadarrama pueblo", critica que su localidad vaya a crecer de "13.000 a 45.000 vecinos". Un residente de Galapagar, Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez, explica que por su casa pasan l¨ªneas el¨¦ctricas de alta tensi¨®n. Y as¨ª hasta una veintena de denuncias. Luis, de la Plataforma de Vecinos de Galapagar y con un gran cartel colgado del pecho, da las gracias a Cashman. "?Al venir aqu¨ª, ustedes nos est¨¢n dando la raz¨®n!".
Antes de parar en Galapagar, la comitiva europea visit¨® Torrelodones y el ?rea Homog¨¦nea Norte, una zona protegida donde el PP quiere edificar 1.500 viviendas. En el recorrido les acompa?¨®, entre otros, el portavoz socialista en la Asamblea, Rafael Simancas, y el eurodiputado socialista Carlos Carnero. "Please, help us" , le pidi¨® Simancas.
Y despu¨¦s de la visita, ?qu¨¦? ?Ha servido para algo? Un vecino le dijo al eurodiputado que no quer¨ªa que la visita fuese un paso m¨¢s; "sino el paso definitivo". "Vamos a elaborar un informe, que entregaremos a la Comisi¨®n Europea, y si lo considera, abrir¨¢ una investigaci¨®n", explic¨® el visitante. "Si hay vulneraci¨®n de los derechos humanos, como tambi¨¦n se ha denunciado, podemos pedir la intervenci¨®n del Parlamento Europeo", agreg¨®.
El brit¨¢nico fue muy prudente y no quiso adelantar ninguna conclusi¨®n. Pero solt¨® alg¨²n esbozo sobre su opini¨®n: "En la sala hemos o¨ªdo llorar a un ni?o y me ha recordado que nos han entregado este mundo, y lo tenemos que dar a las pr¨®ximas generaciones. Cualquier plan urban¨ªstico tiene que ser sostenible. Si no, no habr¨¢ futuro para los ni?os". Y concluy¨®, con media sonrisa, flema brit¨¢nica: "Dentro de unos a?os, cuando me jubile, entonces podr¨¦ dar mi opini¨®n personal...".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.