El riesgo de extinci¨®n del tigre se dispara
El comercio ilegal, la destrucci¨®n de su h¨¢bitat y la indiferencia gubernamental cavan la tumba de esta especie
Li Tiexang abre los ojos, realiza un movimiento de admiraci¨®n con la cabeza y asegura sin dudar un instante: "El tigre es el rey de los animales, todos los dem¨¢s tienen miedo de ¨¦l". Detr¨¢s de los gruesos barrotes de acero, un tigre de Bengala de unos tres metros de largo dormita recostado contra un muro de hormig¨®n en una nave vetusta del zool¨®gico de Pek¨ªn. Dos jaulas m¨¢s all¨¢, en la n¨²mero 8 de un total de 20, casi todas vac¨ªas, se agita un ejemplar de Siberia.
El rey asi¨¢tico est¨¢ en peligro. La desaparici¨®n de su h¨¢bitat natural y, especialmente, el comercio ilegal de partes del cuerpo han conducido a un r¨¢pido declive del n¨²mero de estos felinos que viven en libertad y amenazan con extinguir la especie en la naturaleza.
Los cient¨ªficos estiman que quedan entre 5.000 y 7.000 de estos felinos en libertad
En China, donde Mao promovi¨® su extinci¨®n, ya s¨®lo quedan unos 50 ejemplares salvajes
Los cient¨ªficos estiman que quedan entre 5.000 y 7.000 en libertad en todo el mundo, aunque algunos reducen la cifra a 2.000. Los tigres salvajes ocupan en la actualidad el 7% de la superficie con la que contaban hist¨®ricamente. Y en la ¨²ltima d¨¦cada han perdido el 40% de su espacio vital, cada vez m¨¢s fragmentado y degradado.
"Una de las razones que est¨¢ conduciendo a la situaci¨®n de extinci¨®n es el tr¨¢fico ilegal; pero tambi¨¦n la caza de sus presas habituales [por parte del ser humano] y la p¨¦rdida del h¨¢bitat natural", explica Liu Xueyan, experta de Traffic, la red mundial de supervisi¨®n del comercio de plantas y animales salvajes, participada por WWF (World Wide Fund for Nature) y The World Conservation Union.
Las organizaciones medioambientales han advertido que la poblaci¨®n de tigres en India -unos 3.700 animales- desaparecer¨¢ en unos pocos a?os si los Gobiernos de este pa¨ªs y de China no toman medidas urgentes.
Los expertos aseguran que el contrabando de pieles y, en particular, de huesos utilizados en la medicina tradicional china, a pesar de que Pek¨ªn prohibi¨® su uso en 1993, ha florecido. Desde la d¨¦cada de 1950 est¨¢n extinguidas tres de las ocho subespecies de tigres que exist¨ªan hace un siglo, cuando el n¨²mero de estos grandes felinos en estado salvaje era de unos 100.000.
La Sociedad para la Protecci¨®n de la Fauna y Flora Salvajes -una organizaci¨®n india- y la Agencia de Investigaci¨®n Medioambiental -una ONG brit¨¢nica- han llevado a cabo recientemente una investigaci¨®n en T¨ªbet, en la que muestran que el comercio se ha disparado de la mano de bandas criminales organizadas. Los expertos encontraron un mercado floreciente y tomaron fotos de docenas de pieles de tigre y leopardo a la venta por m¨¢s de 10.000 d¨®lares la unidad. En otras im¨¢genes, figuran oficiales de polic¨ªa chinos posando sonrientes con gente ataviada con vestidos tradicionales ilegales confeccionados con pieles de felino.
Seg¨²n la ONG india, la polic¨ªa hace la vista gorda al exterminio del carn¨ªvoro en India, a pesar de que cuenta con estrictas leyes que impiden el tr¨¢fico de especies en peligro. Al mismo tiempo, asegura que Nueva Delhi no ha puesto los medios necesarios para acabar con este problema. En 2005, los responsables indios se vieron obligados a admitir que los furtivos hab¨ªan acabado con todos los tigres en una de las principales reservas del pa¨ªs, y que el Gobierno hab¨ªa exagerado el n¨²mero de ejemplares en libertad. India ten¨ªa unos 40.000 hace un siglo. Ahora, unos 3.700, aunque algunos expertos creen que son unos 1.200. La situaci¨®n en China -donde el tigre ha sido motivo frecuente en la pintura tradicional, pero fue considerado una peste por Mao Zedong- es mucho peor. "Estimamos que no quedan m¨¢s de 50", dice Liu.
La organizaci¨®n Save The Tiger Fund afirma que "el mayor obst¨¢culo para la conservaci¨®n de la vida salvaje en Asia es que la eliminaci¨®n del comercio ilegal de especies protegidas no es una prioridad en esos pa¨ªses".
Los representantes de las 30 naciones integrantes del comit¨¦ permanente de CITES (siglas en ingl¨¦s de Convenci¨®n sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro) no consiguieron el pasado octubre llegar a un acuerdo para poner fin al contrabando de tigres, y decidieron retrasar la discusi¨®n a la reuni¨®n plenaria que tendr¨¢ lugar en junio en La Haya.
Durante la visita del presidente de China, Hu Jintao, a India a finales del a?o pasado, ambos Gobiernos adoptaron una declaraci¨®n conjunta en la que se comprometieron a "incrementar" la cooperaci¨®n para promover la conservaci¨®n del carn¨ªvoro. El riesgo, se?alan los activistas medioambientales, es que, como consecuencia, Pek¨ªn vuelva a legalizar el comercio de derivados del felino, como piden algunas empresas chinas, que defienden que la existencia de granjas de tigres acabar¨ªa con la caza furtiva. China tiene unos 4.000 ejemplares en cautividad, la mayor¨ªa en reservas tur¨ªsticas.
Los conservacionistas se oponen tajantemente a la legalizaci¨®n, ya que dicen que estimular¨ªa el consumo. "Y proporcionar¨ªa una oportunidad a las bandas criminales para blanquear los productos ilegales a trav¨¦s del mercado legal", dice Jan Vertefeuille, de WWF.
Aunque el tigre lleg¨® a vivir en la mayor parte de Asia -desde el extremo oriental de Rusia a Turqu¨ªa-, en la actualidad su presencia geogr¨¢fica se ha reducido a zonas aisladas del continente. Sobreviven cinco subespecies: el tigre de Bengala, en India, Bangladesh, China, But¨¢n, Birmania y Nepal; el tigre de Amoy o del Sur de China, en este pa¨ªs; el tigre Indochino, en China y sureste asi¨¢tico; el tigre de Amur o de Siberia, en Rusia, China y Corea del Norte, y el tigre de Sumatra, en Indonesia. Las subespecies desaparecidas son el tigre del Caspio, el de Java y el de Bali.
El m¨¢s amenazado es el de Amoy, del que, seg¨²n Lu Jun, investigador de la Academia Forestal china, hay 70 ejemplares en los zoos chinos. Algunos expertos mantienen que quedan entre 20 y 30 en estado salvaje, pero Lu afirma que "nadie ha visto a ninguno en libertad en los ¨²ltimos 20 a?os", por lo que el tigre de Amoy podr¨ªa haber lanzado su ¨²ltimo rugido hace tiempo.
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