El pron¨®stico de que De Juana pod¨ªa entrar en coma precipit¨® su prisi¨®n atenuada

La decisi¨®n del Gobierno de que el preso etarra I?aki de Juana pasara a prisi¨®n atenuada no fue tomada el jueves, 1 de marzo, cuando se notific¨® oficialmente a los partidos, sino unos d¨ªas antes. Fue el fin de semana del 25 de febrero cuando los m¨¦dicos que le atend¨ªan informaron a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias de que su vida corr¨ªa grave peligro, que pod¨ªa entrar en coma y tener una muerte s¨²bita. Fue en ese momento cuando el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, tom¨® la decisi¨®n, previa consulta con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

El viernes 23 de febrero, De Juana se quit¨® con sus manos la sonda nasog¨¢strica por la que recib¨ªa alimentaci¨®n forzosa y su estado de salud entr¨® en una fase que alarm¨® extraordinariamente a los m¨¦dicos que le atend¨ªan y que, seg¨²n una resoluci¨®n de la Audiencia Nacional, ten¨ªan el mandato de impedir que se muriera. Temieron que De Juana, que ya llevaba 109 d¨ªas en huelga de hambre, entrara en coma y pudiera morir en dos d¨ªas, esto es, en mucho menos tiempo del que se dijo oficialmente.

Instituciones Penitenciarias notific¨® la situaci¨®n al ministro del Interior y ¨¦ste al presidente del Gobierno. Ambos ven¨ªan siguiendo muy de cerca desde meses atr¨¢s la situaci¨®n de De Juana, que consideraban "muy delicada" desde un punto de vista jur¨ªdico, humano y pol¨ªtico y la opci¨®n de calificarlo en prisi¨®n atenuada ya la hab¨ªan barajado, especialmente una vez que el Tribunal Supremo adelantase, una semana antes, su decisi¨®n de reducir su pena a tres a?os, de los que ya hab¨ªa cumplido m¨¢s de uno.

Curiosamente, ese fin de semana, el s¨¢bado 24 de febrero, la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), con el apoyo del PP, se manifest¨® en la plaza de Col¨®n de Madrid, exigiendo al Gobierno que De Juana cumpliera ¨ªntegramente su pena.

As¨ª es que Rodr¨ªguez Zapatero y P¨¦rez Rubalcaba, cuando comprobaron que estaban ante el riesgo de que De Juana tuviera una muerte s¨²bita, tomaron la decisi¨®n de situar en prisi¨®n atenuada al recluso etarra, a sabiendas de que el PP iba a lanzar una gran ofensiva pol¨ªtica contra el Gobierno.

Sin reuni¨®n espec¨ªfica

No hubo ninguna reuni¨®n espec¨ªfica de Zapatero con su equipo pol¨ªtico de m¨¢xima confianza para tomar la decisi¨®n. El presidente del Gobierno consult¨® con personas pr¨®ximas, como la vicepresidenta primera. Rubalcaba, que mantiene un hilo directo y muy frecuente con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, lo tuvo informado de la situaci¨®n y recogi¨®, tambi¨¦n, las sugerencias del l¨ªder nacionalista vasco.

Todos los grupos pol¨ªticos fueron informados de la decisi¨®n del Gobierno antes de que De Juana fuera conducido a un hospital del Pa¨ªs Vasco en la ma?ana del jueves en una ambulancia. Fuentes gubernamentales aseguran que entre la tarde y la noche del mi¨¦rcoles, los portavoces de los grupos parlamentarios tuvieron un preaviso de Rubalcaba, que lo formaliz¨® al d¨ªa siguiente, por la ma?ana, con otra ronda.

En la decisi¨®n de Zapatero y Rubalcaba pesaron factores legales, pol¨ªticos y, sobre todo, humanos. En este sentido, coincidieron en valorar el auto del juez de Vigilancia Penitenciaria, Jos¨¦ Luis de Castro, en el que resaltaba c¨®mo la prisi¨®n atenuada para De Juana, propuesta por la Junta de Tratamiento del centro penitenciario, consagraba la grandeza del Estado de derecho al dar prioridad a salvar la vida del preso etarra frente a otro tipo de consideraciones.

De hecho, la intervenci¨®n de Rubalcaba, el jueves en el Congreso, para explicar la decisi¨®n, estuvo muy marcada por el auto del juez. "Una de las diferencias entre los terroristas y los que no lo somos es que a nosotros nos importa la vida, la de todas las personas, sean o no terroristas, y en esto reside nuestra legitimidad moral", dijo Rubalcaba.

A Zapatero le pesaba toda la trayectoria que hab¨ªa seguido el caso de De Juana, plagado de contradicciones jur¨ªdicas, con su protagonista en huelga de hambre. Primero, el cumplimiento de su condena por los 25 asesinatos en agosto de 2005. Luego, la imputaci¨®n de un nuevo delito por escribir dos art¨ªculos de opini¨®n en el diario Gara; la petici¨®n de excarcelaci¨®n del juez Santiago Pedraz por no encontrar delito en tales art¨ªculos; luego, la petici¨®n de hasta 96 a?os de prisi¨®n por "amenazas terroristas"; posteriormente, la rebaja a 12 a?os por la Audiencia Nacional y, finalmente, la resoluci¨®n del Tribunal Supremo que le conden¨® a tres a?os a finales de febrero por "amenazas no terroristas y enaltecimiento del terrorismo".

Pero lo que le pes¨®, sobre todo, a Zapatero, seg¨²n fuentes de su entorno, fue que De Juana pudiera morir en prisi¨®n, bajo la responsabilidad del Estado, cuando s¨®lo le faltaba poco m¨¢s de un a?o para cumplir su condena. Ni Zapatero ni Rubalcaba quer¨ªan que se reprodujera la historia del preso del IRA Bobby Sands, muerto en prisi¨®n en una huelga de hambre, a principios de los a?os ochenta, durante el Gobierno de Margaret Thatcher, y a la que siguieron una decena. En La Moncloa se cree que ese desenlace tr¨¢gico "retras¨® el proceso de paz irland¨¦s 15 a?os".

De ah¨ª que, en su primera intervenci¨®n p¨²blica, el s¨¢bado en el Comit¨¦ Federal de su partido, tras la decisi¨®n de poner en prisi¨®n atenuada a De Juana, Zapatero insisti¨®: "Creemos en el valor supremo de la vida y en el objetivo de que no haya m¨¢s muertes por terrorismo". Y a?adi¨®: "Hemos querido evitar la muerte de quien no conoce la piedad".