A la intemperie en el C¨ªrculo Polar ?rtico
El aventurero lucense Jes¨²s Garc¨ªa Juanes ya est¨¢ en Finlandia para batir el r¨¦cord de traves¨ªa polar
A la intemperie, justo de comida y con una bicicleta adaptada al medio, rueda trasera de clavos y un esqu¨ª en la delantera, para circular sobre hielo y nieve. En estas condiciones un lucense intentar¨¢ batir el r¨¦cord de traves¨ªa polar con un objetivo: llamar la atenci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico.
El aventurero es Jes¨²s Garc¨ªa Juanes, un licenciado en Ciencias de la Informaci¨®n de 45 a?os que tan s¨®lo ejerci¨® tres meses como periodista. Ahora es cunicultor de profesi¨®n en
Castroverde, un municipio del interior de la provincia de Lugo.
El s¨¢bado se encontraba en plena tarea de castraci¨®n de conejos y en la madrugada del domingo ya estaba volando con destino a Finlandia. Hoy se dedicar¨¢ a hacer compras y ma?ana arrancar¨¢ en Pori, localidad situada en la costa Oeste del pa¨ªs escandinavo, para intentar acercarse a los 1.000 kil¨®metros de recorridos para los siguientes 14 d¨ªas. Tendr¨¢ que realizar una media superior a los 72,5 kil¨®metros diarios. Si no lo consigue, el r¨¦cord continuar¨¢ en poder de los espa?oles Jos¨¦ Manuel Naranjo y Ram¨®n de Larramendi, que lograron esa velocidad en 2001.
Viajar¨¢ en una bicicleta adaptada para circular por hielo y nieve y dormir¨¢ al aire libre
El veloc¨ªpedo ser¨¢ su ¨²nico compa?ero de viaje. No dispondr¨¢ de tienda porque montarla y desmontarla supondr¨ªa perder dos horas al d¨ªa. "El tiempo me hace falta para pedalear", advierte. Adem¨¢s, una tienda aumentar¨ªa considerablemente el peso a transportar, y Juanes no quiere cargar con m¨¢s de 15 o 20 kilos. "Lastrar m¨¢s la bicicleta har¨ªa inviable la aventura", razona.
Desde Pori se dirigir¨¢ al golfo de Botnia para realizar la traves¨ªa por zonas heladas de la costa Oeste del mar B¨¢ltico y en pleno invierno, un dato ¨¦ste que considera "muy importante" ya que los espa?oles poseedores del r¨¦cord lo hicieron en primavera con un doble catamar¨¢n tirado por grandes cometas. Juanes no tendr¨¢ ayuda del viento. Su fuerza f¨ªsica y mental ser¨¢n sus ¨²nicos aliados para combatir la soledad y poner a prueba, otra vez, su capacidad de resistencia.
Dormir¨¢ en un saco a la intemperie, con temperaturas que pueden llegar a los 20 grados bajo cero. Pero, por incre¨ªble que parezca, eso no es lo que m¨¢s le preocupa. Lo que le obsesiona es preparar la cena y el desayuno sin contar con el apoyo de una tienda de campa?a de doble fondo que, reconoce, "ser¨ªa lo l¨®gico". El saco para dormir est¨¢ preparado para soportar temperaturas de 40 grados bajo cero en una tienda. Pero al aire libre, a¨²n est¨¢ por ver c¨®mo resultar¨¢ el experimento.
Su horario de pedaleo ser¨¢ de ocho de la ma?ana a ocho de la noche, buscando siempre las condiciones id¨®neas que ser¨ªan: 40 cent¨ªmetros de hielo y 10 de nieve en polvo "para amortiguar la bici y que no sufra la espalda".
Ya sabe lo que es dormir al aire libre en Finlandia. Lo hizo en dos ocasiones, aunque "nunca agobiado por el factor tiempo", que es ahora la aut¨¦ntica obsesi¨®n de Juanes: "Tengo que acabar antes del 21 de marzo para que la aventura se consolide en invierno".
Su equipo de comunicaciones tambi¨¦n va limitado al m¨¢ximo. Se reducir¨¢ a un simple tel¨¦fono m¨®vil, el que utiliza a diario, y dos bater¨ªas cargadas "a tope". No llevar¨¢ cargador porque no quiere perder el tiempo buscando un lugar para reponer los acumuladores.
La vida de Juanes est¨¢ plagada de aventuras de estas caracter¨ªsticas, aunque la que afrontar¨¢ ahora parece la m¨¢s dura. Dio 200 vueltas a pie, algo m¨¢s de 400 kil¨®metros, a la muralla de Lugo para revindicar que el monumento fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; protagoniz¨® largas traves¨ªas en monopat¨ªn y cubri¨® en 48 horas en bicicleta la distancia entre Roncesvalles y Santiago, camino franc¨¦s de peregrinaci¨®n a Compostela, para conseguir m¨¢s donaciones de sangre. Las minas antipersona o llamar la atenci¨®n sobre la escasez del agua tambi¨¦n lo animaron a protagonizar recorridos kilom¨¦tricos.
Ahora le obsesiona el cambio clim¨¢tico. Ser¨¢ su reivindicaci¨®n en el ?rtico, pero tambi¨¦n lo fue en 2001 cuando subi¨® al Kilimanjaro semidesnudo. "El cambio clim¨¢tico va m¨¢s r¨¢pido de lo que parece. En la zona en la que estar¨¦ en los pr¨®ximos d¨ªas ya se nota, y hay que hacer algo". ?l protagonizar¨¢ una nueva aventura.
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