El Bar?a lleg¨® tarde a Anfield

Aunque se hab¨ªa anunciado barra libre en Anfield, el Bar?a lleg¨® demasiado tarde al partido y no hubo m¨¢s fiesta en casa de Bill Shankly que la de sus reds. Los azulgrana tardaron medio tiempo en alcanzar la porter¨ªa del Liverpool y al final no les qued¨® m¨¢s remedio que firmar la eliminaci¨®n con una m¨ªnima victoria, signo en cualquier caso de su grandeza, motivo cuanto menos de satisfacci¨®n por una retirada honrosa del campe¨®n.

Aunque se hab¨ªa anunciado barra libre en Anfield, el Bar?a lleg¨® demasiado tarde al partido y no hubo m¨¢s fiesta en casa de Bill Shankly que la de sus reds. Los azulgrana tardaron medio tiempo en alcanzar la porter¨ªa del Liverpool y al final no les qued¨® m¨¢s remedio que firmar la eliminaci¨®n con una m¨ªnima victoria, signo en cualquier caso de su grandeza, motivo cuanto menos de satisfacci¨®n por una retirada honrosa del campe¨®n. A los barcelonistas les falt¨® un punto de juego para enfrentarse a un adversario en plena forma y que, a fin de cuentas, resolvi¨® la eliminatoria en la ida, cuando el Bar?a se conden¨® con un par de detalles que avalan el intervencionismo de Ben¨ªtez y expresan la severidad de la Copa de Europa, que no admite tonter¨ªas.

La pesadilla azulgrana estuvo en el Camp Nou y no en Anfield. Los barcelonistas sobrevivieron ayer a un partido que ten¨ªa muy mala pinta por la calidad f¨ªsica y t¨¢ctica del Liverpool, cosa que dice mucho tanto a favor de los reds, imponentes nada m¨¢s salir a escena, y avala tambi¨¦n la reacci¨®n azulgrana, muy meritoria en el tramo final, pese a que se discutir¨¢ y mucho sobre el dispositivo de Rijkaard, que se jug¨® la supervivencia en la m¨¢xima competici¨®n con un dibujo ensayado en los tres ¨²ltimos partidos, el mismo al fin y al cabo que llev¨® al dream team a la conquista del mundo futbol¨ªstico.

El Bar?a atac¨® Anfield con el mismo plan que tan bien le sali¨® en La Romareda, la noche en que reapareci¨® el dream team, y un solo cambio que nadie discuti¨® en voz alta. Entr¨® Eto'o y sali¨® Giuly. El franc¨¦s es de los pocos atacantes que guarda la posici¨®n, abre el campo y juega al espacio. Al fin y al cabo es un extremo mientras que Eto'o responde al perfil de un ariete cl¨¢sico que ayer part¨ªa desde el margen izquierdo porque Messi qued¨® volcado a la derecha mientras Ronaldinho se qued¨® parado como falso ariete. Aunque la alineaci¨®n era intimidatoria, el perfil del equipo no invitaba al optimismo, no s¨®lo por una cuesti¨®n de simetr¨ªa sino tambi¨¦n de inferioridad f¨ªsica, y el cuerpo a cuerpo se impon¨ªa en cada rinc¨®n de Anfield.

Los azulgrana se recogieron en su cancha ante el achique del Liverpool. Los reds eran un equipo impermeable, de pierna fuerte, muy a gusto en su cuadril¨¢tero. Asfixiado y acorralado, el Barcelona no encontraba ning¨²n callej¨®n para alcanzar el campo contrario y a cambio era exigido por los bandas y amenazado por los remates a media distancia. Los volantes no ten¨ªan l¨ªnea de pase y los delanteros no tiraban un solo desmarque. Tal y como estaban puestos los puntas, no hab¨ªa quien se ganara una ocasi¨®n. ?nicamente Messi encaraba a Arbeloa. Eto'o, en cambio, no funcionaba como extremo y Ronaldinho no le gan¨® ni una sola pelota a Carragher en calidad de delantero centro.

Aunque el camerun¨¦s y el brasile?o se intercambiaron las posiciones, no esponj¨® su juego el Bar?a, expuesto a tomar un gol en cada aceler¨®n del Liverpool. Riise y Sissoko remataron a la madera y Oleguer acab¨® por salvar una triple ocasi¨®n. Muy presionado M¨¢rquez, los interiores se quedaron sin el bal¨®n, retrocedieron y los atacantes jam¨¢s engancharon con los medios ni recibieron el cuero con ventaja. Partidos por la mitad, no mezclaban los azulgrana ni en corto ni en largo y ni siquiera tiraron un centro antes del descanso. Espabil¨® tanto el Bar?a en la reanudaci¨®n que Ronaldinho remat¨® al poste nada m¨¢s recibir de Deco. El encuentro se abri¨® y Anfield se prepar¨® para un discutir un rato de f¨²tbol. Desfondado Eto'o, reapareci¨® la versi¨®n original azulgrana, con Giuly de extremo derecho. El equipo fue m¨¢s reconocible. El campo se alarg¨® y las dos porter¨ªas fueron amenazadas con frecuencia. Afloj¨® la presi¨®n el Liverpool, reventado, y el Barcelona encontr¨® espacios para combinar. Un buen momento para cargar un poco m¨¢s el juego de ataque. Rijkaard retir¨® a Thuram para dar entrada a Gudjohnsen y el island¨¦s cruz¨® a la red un estupendo servicio de Xavi. Hab¨ªa definitivamente partido en Anfield. La Copa de Europa, siembre generosa con los buenos equipos, le conced¨ªa la palabra al Bar?a.

Xavi tom¨® el mando y los azulgrana rompieron las l¨ªneas reds con Ronaldinho como enganche y Gudy en calidad de punto y final. Pese a que fue reiteradamente amenazado en defensa, no revent¨® el Liverpool, que acab¨® el partido en el ¨¢rea del Barcelona, convencido de que la eliminatoria no ten¨ªa remedio por m¨¢s que lo hubiera intentado. El arrebato futbol¨ªstico del Barcelona no encontr¨® mayor recompensa que una dolorosa victoria por insuficiente ante un rival tan ¨¦pico como cient¨ªfico. Ben¨ªtez no s¨®lo ha respetado el modus vivendi de los reds sino que les ha hecho sentir que su carta de naturaleza es la mejor. Aunque gan¨® el Bar?a en Anfiel, se clasific¨® el Liverpool en el Camp Nou. As¨ª de imprevisible es la Copa de Europa.