Mestalla se rinde a Quique
El Valencia da una lecci¨®n t¨¢ctica y supera a un Inter poderos¨ªsimo en un partido muy bronco
El Valencia necesit¨® una obra de arte t¨¢ctica para derrotar al coloso Inter. La coordinaci¨®n, la armon¨ªa y el trabajo a destajo de todas sus l¨ªneas permitieron que el cuadro de Quique vuelva a estar entre los grandes de Europa, despu¨¦s de una eliminatoria heroica en la que tiene todo el derecho a considerarse justo vencedor. Mestalla rindi¨® grandes honores a su equipo en una vibrante despedida despu¨¦s de que el campo se convirtiera en una batalla campal, al pitar el ¨¢rbitro el final. El mal perder de unos y el mal ganar de otros (lamentable la irrupci¨®n de David Navarro) ensuci¨® una eliminatoria monumental. Con menci¨®n especial a tres jugadores: Ayala, Marchena y Moretti, los tres que aguantaron con una determinaci¨®n emocionante las acometidas interistas.
VALENCIA 0 - INTER 0
Valencia: Ca?izares; Miguel, Ayala, Albiol, Moretti; Angulo (Joaqu¨ªn, m. 77), Marchena, Baraja (Hugo Viana, m. 37), Silva; Villa y Morientes (Vicente, m. 67). No utilizados: Butelle; Del Horno, Navarro y Curro Torres.
Inter: Julio C¨¦sar; Maicon, C¨®rdoba, Materazzi, Maxwell (Grosso, m. 75); Stankovic, Burdisso, Dacourt (Figo, m. 64), Zanetti; Ibrahimovic y Crespo (Julio Cruz, m. 58). No utilizados: Toldo; Solari, Samuel y Gonz¨¢lez.
?rbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Amonest¨® a Ibrahimovic, Ca?izares, Angulo, Materazzi, C¨®rdoba y Maicon.
45.000 espectadores en Mestalla.
Apuntalado por un Ayala estelar, el Valencia se mantuvo en pie en la primera parte, ante un Inter potencialmente muy poderoso. Cualquier bal¨®n que rondara el ¨¢rea valencianista se convert¨ªa en un duelo tit¨¢nico con los centrales, en una amenaza ineludible. Ah¨ª se plant¨® Ayala, le aplic¨® el tercer grado a su compatriota Crespo y mantuvo cierta tranquilidad para Ca?izares. Seg¨²n el gui¨®n previsto, el Valencia quiso llevar la iniciativa. Con muchas dificultades. Baraja tom¨® el mando, pero le falt¨® ox¨ªgeno. Ha encadenado demasiadas lesiones como para afrontar un choque tan exigente. Se rompi¨® pasada la media hora. Y lo aprovech¨® el Inter para lanzar un ataque frontal que acab¨® en unas manos de Albiol dentro del ¨¢rea ignoradas por el ¨¢rbitro. Ibrahimovic result¨® ubicuo. Y casi imparable. Dej¨® detalles de exquisita t¨¦cnica, pero tambi¨¦n entradas muy duras. Y unas cuantas se las llev¨® Albiol, que acab¨® molido y viendo las estrellas cuando su mu?eca rota chocaba contra el suelo.
Escamado por lo que sucedi¨® el curso pasado en El Madrigal, Mancini tom¨® tantas precauciones como para meter al central Burdisso como medio centro. Por el contrario, gan¨® salida del bal¨®n con Maxwell, que pertenece a la estirpe de los laterales brasile?os, con un guante en el pie izquierdo. Al contrario que el brusco Maicon. Quique cambi¨® de planes y coloc¨® a Marchena y no a Albiol sobre Ibrahimovic en las acciones a bal¨®n parado en contra. Con el mismo resultado. P¨¢nico en la grada de Mestalla cuando el Inter sacaba los tanques a la calle. Impecable C¨®rdoba, los delanteros valencianistas vivieron rodeados de piernas, sin espacios. Hugo Viana manej¨® con serenidad dentro del campo, aunque sin profundidad. No perder el bal¨®n era una conquista. ?Qu¨¦ peligro ten¨ªan los balones cruzados del Inter! Stankovic remat¨® uno al lateral de la red. Mancini sent¨® a Crespo y opt¨® por Cruz. En estas circunstancias, a Moretti se le acumul¨® la tarea. Y cobr¨® un protagonismo inesperado, derrochando inteligencia ante sus compatriotas. Parec¨ªa imposible que el Valencia marcara, as¨ª que Mestalla se encomend¨® a una falta lejan¨ªsima que iba a lanzar Villa. Esta vez el delantero asturiano no consigui¨® el milagro. Quique busc¨® la carrera de Vicente para la ¨²ltima media hora, y Morientes recibi¨® una ovaci¨®n merecid¨ªsima en el campo. Silva pas¨® a la media punta. Lleg¨® el momento de Marchena, que fue de menos a m¨¢s y acab¨® con un control absoluto sobre el partido. Mientras, Macerazzi perdi¨® los papeles en una agresi¨®n a Villa que el ¨¢rbitro vio pero s¨®lo castig¨® con tarjeta amarilla. La tensi¨®n era m¨¢xima cuando Quique le concedi¨® los ¨²ltimos diez minutos a Joaqu¨ªn, en lugar del laborioso Angulo, tambi¨¦n despedido como un h¨¦roe. Eso es lo que fue Albiol, que lleg¨® como una exhalaci¨®n para salvar un remate franco de Julio Cruz ante Ca?izares. El Inter comenz¨® a desesperarse y eso supuso que, por primera vez, el Valencia se iba a encontrar con espacios en el ataque. A punto de aprovecharlos el habilidoso Joaqu¨ªn, de haber estado con vida Villa quien, totalmente exhausto, err¨® el pase de la muerte. Poco import¨®. Ayala hab¨ªa decidido que nadie iba a franquear la l¨ªnea defensiva valencianista. Que nadie iba a encararse directamente con su amigo Ca?izares. Y Mestalla entendi¨® entonces qu¨¦ gran p¨¦rdida para el futuro del club ser¨¢ la marcha del central argentino el pr¨®ximo curso al Villarreal. Mestalla celebr¨® a lo grande este gran triunfo, que supone a la vez una reivindicaci¨®n del trabajo callado y eficiente de Quique. Un entrenador joven, sin ning¨²n bagaje internacional, que hace acto de presencia por la puerta grande en Europa, siguiendo la estela de su gran referente, Rafa Ben¨ªtez. El triunfo supone tambi¨¦n una revancha del t¨¦cnico y de sus jugadores contra el director deportivo, Amedeo Carboni, que ha estado martille¨¢ndoles sin cesar desde el comienzo de curso. Mestalla ayer cay¨® rendido a los pies de Quique y de sus jugadores.
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