Tres m¨¦dicos dijeron al juez que el deterioro de la salud de De Juana "conduc¨ªa a su muerte"

Jos¨¦ Luis Castro, el juez que se encarga de las tareas de vigilancia penitenciaria de los 3.342 presos que tiene la Audiencia Nacional y que acaba de validar la legalidad de la decisi¨®n del Ministerio del Interior de suavizar el r¨¦gimen carcelario del etarra I?aki de Juana Chaos, consult¨® personalmente con tres m¨¦dicos del hospital Doce de Octubre de Madrid antes de ratificar esa decisi¨®n. D¨ªas antes del traslado del etarra a un hospital de San Sebasti¨¢n, el juez recibi¨® un informe m¨¦dico que conclu¨ªa as¨ª: "Es tal el proceso de deterioro f¨ªsico [del preso], que puede conducir a su muerte o a secuelas irreparables".

La decisi¨®n de suavizar el r¨¦gimen penitenciario de De Juana Chaos, condenado a tres a?os de c¨¢rcel por amenazas y enaltecimiento del terrorismo, no se bas¨® exclusivamente en el informe del m¨¦dico de Instituciones Penitenciarias -dependiente del Ministerio del Interior- que atend¨ªa al sanguinario etarra. El juez se desplaz¨® personalmente al hospital Doce de Octubre y dialog¨® con tres m¨¦dicos del centro sobre la salud del interno.

De Juana, que por entonces llevaba en huelga de hambre unos 110 d¨ªas, se hab¨ªa retirado por su cuenta las v¨ªas de alimentaci¨®n forzosa que le impusieron los m¨¦dicos. La orden de la Audiencia Nacional de alimentarlo forzosamente oblig¨® a los m¨¦dicos a emplear los medios necesarios, incluso coercitivos, para nutrir al recluso y evitar su muerte.

Interior pens¨® suavizar desde ese mismo momento el r¨¦gimen penitenciario del etarra y enviarle a un hospital de San Sebasti¨¢n. Pero se encontr¨® con el problema de que la junta de tratamiento de la prisi¨®n no se hab¨ªa reunido a¨²n y que no ten¨ªa formalizada la propuesta de clasificar a De Juana en segundo grado y aplicarle el art¨ªculo 100, apartado 2, del reglamento penitenciario, que permite suavizar el r¨¦gimen de un interno. Por ese motivo, y tras la taxativa orden de la Audiencia, los m¨¦dicos optaron por atar de nuevo a De Juana a la cama y volver a alimentarle. Antes de hacerlo, los facultativos advirtieron al juez, seg¨²n fuentes sanitarias, del grave peligro que representaba volver a hacerlo.

Tras 114 d¨ªas en huelga de hambre, el etarra corr¨ªa el riesgo de perder los ri?ones, entre otros da?os incurables, alertaron los m¨¦dicos. Fue cuando advirtieron al juez por escrito de que era "tal el proceso de deterioro f¨ªsico [del etarra] que pod¨ªa conducir a su muerte o a [provocarle] secuelas irreversibles".

El juez Castro valid¨® la propuesta de la junta de tratamiento de la c¨¢rcel de Aranjuez cuando ya ten¨ªa sobre su mesa un escrito del Tribunal Supremo en el que se avanzaba el fallo de la sentencia que condenaba en firme al etarra a tres a?os de c¨¢rcel. Precisamente, el contenido ¨ªntegro de esa sentencia fue hecho p¨²blico ayer.

"Velar por la vida"

El juez tambi¨¦n dispon¨ªa sobre su mesa de un informe de la fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional apoyando una suavizaci¨®n de la pena para el etarra y otro escrito de la Audiencia Nacional detallando la liquidaci¨®n de la condena, es decir, indicando los d¨ªas que De Juana llevaba cumplidos de la nueva condena de tres a?os y los que le restaban por purgar. En ese escrito se se?alaba que el etarra hab¨ªa cumplido en mayo del a?o pasado una cuarta parte de la condena, lo que, en puridad, le daba acceso a salir de prisi¨®n con permiso, y que, adem¨¢s, en febrero de 2007, hab¨ªa expirado la mitad de su pena.

Fuentes jur¨ªdicas aseguran que posiblemente no haya en este momento ning¨²n preso en Espa?a (salvo alg¨²n caso por violencia dom¨¦stica) que tenga una condena de tres a?os y que est¨¦ clasificado en segundo grado, como De Juana, tras haber cumplido la mitad de su pena. Estas fuentes matizan que a De Juana no se le ha otorgado ning¨²n beneficio penitenciario y subrayan que s¨®lo para la obtenci¨®n del tercer grado (que permite salir de la c¨¢rcel) o la libertad condicional es imprescindible que el recluso muestre arrepentimiento y haya resarcido a sus v¨ªctimas.

"El juez Castro", a?aden los citados medios, "ha actuado correctamente: la vida es el valor supremo y, aunque estemos hablando de un ser aborrecible, la Administraci¨®n est¨¢ obligada a velar por la salud de los internos hasta el ¨²ltimo momento y con todos los medios disponibles, incluso los que permiten suavizar una condena".

La actual situaci¨®n del etarra puede variar si el recluso experimenta una mejor¨ªa que mitigue el riego de muerte. Si bien esta posibilidad es remota, por cuanto ya ha cumplido la mitad de la condena y a medida que avancen los d¨ªas se ir¨¢ aproximando al fin de la misma y adquiriendo nuevas premisas para suavizar a¨²n m¨¢s su r¨¦gimen.