El sue?o de los mares del sur
Surcando la Polinesia, en la estela de Paul Gauguin y Jacques Brel
Navegar de noche por las c¨¢lidas islas polinesias para amanecer ante un espejismo de playas solitarias, palmeras cimbreantes y aguas n¨ªtidas. El capricho se llama Bora Bora o Hiva Oa.
Seguramente, el formulario de ingreso al Para¨ªso, para los buenos, despu¨¦s del Juicio Final, no ser¨¢ mucho mejor que el ritual de bienvenida a los bienaventurados que van a surcar los mares del sur, en un crucero por la Polinesia. Bajo un cielo henchido y gozoso, donde el blanco de las nubes y el marfil de los yates sonr¨ªen como hileras de dientes, los cruceristas se van congregando en un pantal¨¢n, frente al picacho Otemanu, en Bora Bora. Champ¨¢n franc¨¦s y brochetas de frutas tropicales mientras se resuelven los tr¨¢mites breves, y una brisa sedosa y h¨²meda, como una caricia de duermevela.
Para quienes crecieron en los desvanes, leyendo a R. L. Stevenson, Herman Melville o Jack London, y llevaron a su primera novieta a ver El mot¨ªn del Bounty (con aquel Marlon Brando de cobre), la Polinesia es y ser¨¢ lo m¨¢s remoto e inalcanzable. Lo m¨¢s remoto (para nosotros, los europeos), por m¨¢s que encoja el planeta; inalcanzable, ya no tanto.
Surcar los mares de Polinesia puede ser un lujo exclusivo, o no. Hay varias maneras de hacerlo. La m¨¢s sibarita y elitista es abordar un crucero que en realidad es un yate grande (su argumento publicitario podr¨ªa ser "just yatching, not cruising": "en yate, no en crucero").
Para Antonio Wang¨¹emert, presidente de Latitud 4 y representante de casi una veintena de navieras, la navegaci¨®n a vela es el supremo escal¨®n del argonauta. Los yates gemelos Tia Moana y Tua Moana (de Bora Bora Cruises) no navegan a vela, pero a bordo no caben m¨¢s de medio centenar de personas. El lujo y la informalidad emulsionan bien en esos nav¨ªos dise?ados en Australia, con maderas de teca y gui?os al exotismo oriental y los dise?os firmados por Kenzo o Philippe Starck.
Hogar del 'buen salvaje'
Menos restringido es el Paul Gauguin, un barco de la naviera Regent / Seven Seas Cruises, con categor¨ªa de cinco estrellas, que puede acoger sin embargo hasta unos 300 pasajeros, atendidos por 215 tripulantes de ra¨ªz internacional, y que parecen haber superado un casting de pasarela. Paul Gauguin, el pintor que busc¨® inspiraci¨®n en Polinesia tras leer a Pierre Loti y se instal¨® en Tahit¨ª, ha sido el artista que m¨¢s ha influido en el imaginario europeo para hacer de Polinesia el hogar del buen salvaje exaltado por Rousseau. Existe una tercera opci¨®n, m¨¢s mesocr¨¢tica, y es el Tahitian Princess, cuyos camarotes pueden acoger hasta cerca de 800 pasajeros y un precio, claro est¨¢, m¨¢s digerible.
El que podr¨ªamos llamar "grado b¨¢sico" en el conocimiento marino de la Polinesia es el periplo que recorre las islas de Sotavento, en el archipi¨¦lago de la Sociedad (Polinesia Francesa): Bora Bora, Tahaa y Raiatea (que comparten el mismo lagoon o lago anular entre tierra firme y la barrera coralina) y Huahin¨¦; islas que distan unos 300 kil¨®metros a poniente de las de Barlovento, Morea y Tahit¨ª (donde est¨¢ la capital, Papeete). Los paisajes de aquellas islas, que son deslumbrantes, forman parte sin embargo de la rutina de a bordo, que est¨¢ a tono con la majestad del decorado. Se navega de noche, suavemente, para amanecer ante un espejismo de playas solitarias, palmeras cimbreantes y aguas di¨¢fanas. Se puede desayunar en cubierta, contemplando esa postal, o en tierra, formando parte de ella.
Y es que una de las caracter¨ªsticas de los aventureros, de los n¨¢ufragos y de estos navegantes de post¨ªn es la absoluta libertad; no hay obligaciones, ni turnos de comedor, ni apremios. Cada cual se apunta a lo que m¨¢s le apetezca: bajar a cebar tiburones y rayas, visitar una granja de perlas negras en pleno oc¨¦ano, remontar un r¨ªo en kayak, compartir un pic-nic en un motu (islote coralino), tomando champ¨¢n y delicatessen con el agua a la cintura, y dando cuenta luego de viandas cocinadas a la manera tradicional (en un hoyo con brasas) por una familia aborigen. Tambi¨¦n salidas ilustradas, para visitar maraes (santuarios ind¨ªgenas), como los de Raiatea, que era la Meca o el Vaticano de la religi¨®n polin¨¦sica. En el barco hay una piscina-jacuzzi desde donde contemplar, c¨®ctel en mano, la puesta de sol, impagable en aquellos cielos de algod¨®n; casi todos los caprichos est¨¢n incluidos (no lo est¨¢n los masajes, los vinos de reserva y virguer¨ªas por el estilo).
La memoria de Gauguin
Los barcos Paul Gauguin y Tahitian Princess tienen la ventaja de que algunos de sus periplos son m¨¢s prolongados y se extienden a las islas Marquesas, al archipi¨¦lago de Tuamotu, fondean frente a Morea y tienen su puerto de atraque en Papeete. Otras rutas de esas naves fijan rumbo, desde Papeete, hacia las islas Cook y las Australes, m¨¢s sure?as y, si cabe, m¨¢s ex¨®ticas. Quienes tocan las Marquesas descienden a tierra a venerar la memoria de Gauguin; all¨ª vivi¨® sus ¨²ltimos d¨ªas, en Hiva Oa; all¨ª est¨¢ enterrado, en el cementerio del Calvario, a escasos pasos de la tumba del chansonnier belga Jacques Brel, quien tambi¨¦n eligi¨® este conf¨ªn para pasar la eternidad tranquilo.
Quienes tienen la fortuna de contemplar los atolones de Tuamotu (Rangiroa y Tikeau son los m¨¢s grandes y accesibles) pueden regalar a su retina el m¨¢s puro t¨®pico de aquellas "islas de n¨¢ufragos" de los tebeos infantiles: una tierra que se reduce a su propio concepto esencial.
GU?A PR?CTICA
Viajes en yate o catamar¨¢n
El Tia Moana y el Tua Moana (www.boraboracruises.com) son yates gemelos con 37 cabinas y hacen una semana de crucero por las islas de Sotavento (Bora Bora, Tah¨¢a, Raiatea, Huahine); el precio por persona oscila entre 2.700 y 5.000 euros (s¨®lo la semana de navegaci¨®n, comidas y excursiones incluidas). Las agencias suelen vender la semana en un paquete que incluye todos los vuelos y algunas noches extra en Bora Bora o Tahit¨ª. Por ejemplo, Nobel Tours ofrece la semana a bordo, todo incluido, m¨¢s los vuelos y tres noches en Bora Bora y dos en Tahit¨ª, a partir de 6.803 euros.
Cruceros con el 'Paul Gauguin'
Este nav¨ªo (www.latitud4.com) tiene capacidad para 330 pasajeros, todas las cabinas son exteriores y dispone de tres restaurantes, spa, casino y piano bar. Navega durante todo el a?o; algunos itinerarios, de una semana, se limitan a las islas de la Sociedad; otros itinerarios, de 11, 12 o 15 d¨ªas, pueden incluir las Marquesas, Tuamotu, islas Cook, Fiji, Tonga e islas Australes. Los precios van desde 2.631 hasta 11.811 euros para una semana, y desde 4.841 hasta 21.926 euros para itinerarios de 15 d¨ªas / 14 noches; los precios incluyen la comida y servicios del barco, pero no los vuelos para abordarlo.
El 'Haumana'
(www.tahiti-haumana-cruises.com). Es un yate de lujo con 17 cabinas de cuatro estrellas (36 pasajeros) que s¨®lo se mueve por los atolones de Tuamotu; son viajes concebidos para el reposo o actividades como la pesca, surfing, inmersi¨®n... Un precio de oferta (del 2 de junio al 16 de noviembre) es de 1.412 euros para tres noches, y 3.361 euros para siete noches, todo incluido.
'Tahitian Princess'
(www.unmundodecruceros.com). Este barco tiene capacidad para 788 pasajeros, y realiza dos itinerarios: uno, de 16 d¨ªas, va de Sydney a Papeete, pasando por Auckland, Fiji, Samoa, Bora Bora, Raiatea, Moorea y Papeete; a partir de 5.000 euros. El otro itinerario, de 12 noches, va de Papeete a Honolulu, pasando por Moorea, Bora Bora, Kiribati (islas Christmas), Hilo (Hawai), Maui, Kauai y Honolul¨²; desde 3.000 euros.
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