Sur¨¢frica reabre sus fosas

"Mi padre llevaba una barba muy larga. Los detenidos que le vieron llegar cuentan que se la hab¨ªan arrancado de media cara a mechones y sangraba por la boca. No hab¨ªa ni llegado a comisar¨ªa y ya le estaban torturando", explica Siyanda Ngudle, hijo de Looksmart Ngudle, cuyo cad¨¢ver fue exhumado hace poco m¨¢s de una semana de una fosa com¨²n en un cementerio de Pretoria, en la que ha permanecido desde 1963, desaparecido.

Ngudle fue el primero de una larga lista de m¨¢s de un centenar de presos pol¨ªticos asesinados previa tortura -oficialmente "suicidas" o "fallecidos al caer por las escaleras"- por las fuerzas de seguridad del apartheid, el sistema de supremac¨ªa blanca que domin¨® Sur¨¢frica hasta 1994. Sus restos han sido recuperados por el equipo de desaparecidos de la fiscal¨ªa surafricana en colaboraci¨®n con el equipo de antrop¨®logos forenses argentinos especializado en violaci¨®n de derechos humanos.

Le ten¨ªan ganas. Sindicalista y comunista, Ngudle era del Congreso Nacional Africano (ANC) y comandante de su brazo armado, Umkhonto we Sizwe (MK, Lanza de la Naci¨®n), formado por Nelson Mandela en 1961 para la lucha violenta contra el sistema racial. El nacimiento del MK activ¨® la maquinaria legislativa del apartheid, que perge?¨® la ley de los 90 d¨ªas que permit¨ªa la detenci¨®n sin juicio de todo sospechoso de terrorismo por tres meses.

Looksmart hab¨ªa iniciado los sabotajes a l¨ªneas telef¨®nicas y el¨¦ctricas y estaciones de correos, ideados por Mandela para el MK. En 1963, Ngudle fue detenido y llevado a comisar¨ªa. All¨ª sus compa?eros fueron testigos de sus torturas. Luego fue trasladado a Pretoria, en cuya c¨¢rcel coincidi¨® con otro hist¨®rico del ANC, Gowan Mbeki, padre del actual presidente del Gobierno, Thabo Mbeki.

Comisi¨®n de la Verdad

Gowan Mbeki testific¨® en 1996 ante la Comisi¨®n de la Verdad creada en la transici¨®n para lidiar con los delitos contra la humanidad cometidos en el pa¨ªs: "Vi que Looksmart me dejaba en el suelo del patio una bolita de papel (...), dec¨ªa que le torturaban, que su espalda estaba cubierta de heridas. A la ma?ana siguiente alguien susurraba por debajo de la puerta de mi celda: han matado a Looksmart Ngudle". La versi¨®n oficial fue que se suicid¨® el 4 de septiembre con el cord¨®n del pijama.

La familia contrat¨® abogados para averiguar lo sucedido. Ten¨ªan testigos de las torturas, a quienes Looksmart hab¨ªa dicho que le estaban aplicando corrientes el¨¦ctricas para obtener informaci¨®n. Pero el magistrado consider¨® inadmisibles las evidencias de maltrato y la familia abandon¨® la causa. "Era un circo", dice Siyanda, que nunca ha cre¨ªdo el suicidio de su padre. Los intentos de la familia por recuperar su cuerpo resultaron en vano.

La mujer de Ngudle, Beauty, tambi¨¦n testific¨® en abril de 1996. "S¨®lo quiero sus huesos. Nunca pudimos enterrarlos", dijo ante la comisi¨®n que presidi¨® el arzobispo Desmond Tutu. Beauty no lleg¨® a ver cumplido su deseo. Falleci¨® poco despu¨¦s.

La fiscal¨ªa no descarta que el activista se suicidara, "bien para no delatar a compa?eros, bien porque no aguantaba el castigo, se tratar¨ªa de un suicidio inducido", asegura Nicolene Rousseau, una de las responsables del equipo de desaparecidos, que tiene m¨¢s de medio millar de denuncias por desaparici¨®n en los 40 a?os de apartheid. Tal vez Siyanda Ngudle consiga alguna respuesta del examen de los forenses al cad¨¢ver. "La tierra del cementerio es muy ¨¢cida y los huesos est¨¢n deteriorados", explica Luis Fondebrider, el responsable del Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense.

"Era un hombre poco hablador", recuerda Queen, t¨ªa de Siyanda, "pero era muy buena persona". Lo enterrar¨¢n en Middledrift, en el este del pa¨ªs, donde naci¨®, junto a sus padres y su mujer. Era poco hablador. Tal vez sus huesos, por fin, hablen por ¨¦l.