De Salazar al Che
Helena Pimenta dirige en Lisboa 'La hija rebelde', una obra sobre la vida de la hija del jefe de la Polic¨ªa Pol¨ªtica del dictador portugu¨¦s que se fug¨® a la revoluci¨®n cubana
La hija rebelde est¨¢ basada en hechos reales. Annie Silva Pais era la hija ¨²nica del comandante Fernando Silva Pais, el ¨²ltimo director de la siniestra Polic¨ªa Pol¨ªtica de la dictadura de Ant¨®nio de Oliveira Salazar (la PIDE). Siendo joven, se cas¨® con un diplom¨¢tico suizo que fue destinado a Cuba y a principios de los a?os sesenta, tras un encuentro con el Che Guevara, decidi¨® abandonar a su marido, a su familia y a su pa¨ªs y entregarse a la revoluci¨®n cubana.
Los directores del teatro esperan que la obra reabra el debate sobre el salazarismo
Su gesto de rebeld¨ªa fue silenciado por la censura portuguesa. Tras la revoluci¨®n de los claveles, Annie volvi¨® a su pa¨ªs para ver morir a su padre, que hab¨ªa sido encarcelado. Pero su drama, su vitalidad y sus paradojas quedaron pronto en el olvido. Annie muri¨® en Cuba en 1990, y hasta 2002, cuando dos periodistas del semanario Expresso publicaron en un libro su reportaje titulado La hija rebelde, nadie habl¨® de ella. El jueves, el Teatro Nacional Do?a Mar¨ªa de Lisboa estrena la versi¨®n teatral de su historia, que ha sido montada y dirigida por la espa?ola Helena Pimenta.
Carlos Fragateiro y Jos¨¦ Manuel Castanheira, los dos directores del Teatro Nacional Do?a Mar¨ªa, esperan que la obra "reabra el debate y la memoria sobre el salazarismo y el 25 de abril", y ayude a explicar "por qu¨¦, en 28 a?os de democracia, nadie reivindic¨® a esta mujer que fue un ejemplo de la hoy todav¨ªa poco estudiada resistencia femenina al r¨¦gimen de Salazar".
"Tenemos miedo del pasado y de la historia", dice Fragateiro, "porque muchas veces demuestra que no somos tan buenos como pensamos". La hija rebelde tocar¨¢ sin duda la fibra ¨ªntima del pa¨ªs en este momento que Castanheira define como "de plena encrucijada hacia el futuro" y en el que Salazar parece revivir en la imaginaci¨®n de algunos saudosos. Hace algunas semanas, el dictador fue elegido mejor portugu¨¦s de la historia en un concurso de televisi¨®n (luego se dijo que la elecci¨®n por sms fue ama?ada), y hace unos d¨ªas varios centenares de ciudadanos se enfrentaron en el pueblo natal del dictador con manifestantes que protestaban contra la creaci¨®n de un museo sobre el Estado Novo.
De momento, los que han visto los ensayos de la obra, "incluidos los acomodadores del teatro, han salido muy afectados por su profunda emotividad", contaban ayer en el Do?a Mar¨ªa. Helena Pimenta, que es hija de portugu¨¦s y espa?ola, tambi¨¦n ha llorado en los dos meses que ha pasado en Lisboa dirigiendo a los 25 actores que acompa?an a la actriz Ana Brand?o, Annie Silva en la funci¨®n.
Y no s¨®lo por haberse reencontrado con el pa¨ªs de su padre: "Los actores portugueses tienen la peculiaridad de llegar y hacerte llegar a las emociones m¨¢s hondas", dice Pimenta. "Y la funci¨®n habla de muchas cosas de su pasado reciente que ellos viven con gran intensidad".
"Pero tambi¨¦n ha sido muy divertido verles asumir el reto de seguir, incluso con palmas, la m¨²sica y los bailes cubanos", a?ade. La banda sonora de la obra mezcla canciones cubanas y portuguesas, como el himno de la revoluci¨®n de abril de 1974, el Gr¨¢ndola vila morena, de Jos¨¦ Afonso, que interpretan en directo Jo?o Cabrita, autor de la m¨²sica, y otros cinco m¨²sicos m¨¢s.
La historia real de Silva Pais est¨¢ llena de referencias a un tiempo que no est¨¢ muy lejos pero que parece ya remoto, seg¨²n Pimenta. "Es la historia de una mujer que abandona el hogar de la represi¨®n, las apariencias, la rigidez y la oscuridad para ir a caer en medio de una revoluci¨®n ut¨®pica, luminosa, desinhibida, hecha de son y de informalidad".
Para narrar ese viaje desde el fascismo a la utop¨ªa y finalmente al desencanto del comunismo, Pimenta ha contado con su peque?o equipo habitual (Nuria Castej¨®n en las coreograf¨ªas y los movimientos de actores, y Ana Garay en los figurines), y ha intentado huir de la an¨¦cdota ap¨®crifa que trat¨® de hacer ver que Silva Pais tom¨® la decisi¨®n de dejarlo todo porque se enamor¨® del Che Guevara. "El elemento femenino es una parte muy importante", dice Pimenta, "pero yo no me creo la historia del Che. Lo que me importa es la enorme capacidad de renuncia de Annie, su rom¨¢ntica lucha por el ideal de una vida mejor, su batalla pol¨ªtica".
Castanheira y Fragateiro quisieron que las colaboraciones del Do?a Mar¨ªa con los teatros y los profesionales espa?oles, que prometen abundantes, comenzaran con esta funci¨®n en concreto. "A un tema tan portugu¨¦s y tan reciente le ven¨ªa bien la distancia de una mirada desde fuera hacia dentro", dice Castanheira, que se ha encargado de la escenograf¨ªa. "Primero, admiramos el trabajo de Helena, y segundo pens¨¢bamos que nosotros no ser¨ªamos capaces de distanciarnos lo suficiente del asunto. La mirada de Pimenta es como una lupa de aumento que da a la funci¨®n una simbolog¨ªa universal".
Visto desde este mundo cada vez m¨¢s uniforme, ?no resulta algo ingenuo aquel tr¨¢nsito de Silva Pais desde una ideolog¨ªa a la contraria? "S¨ª, pero esa ingenuidad es uno de sus atractivos", replica Pimenta. "Me interesaba contar c¨®mo es ese proceso interno, jugar con un lenguaje po¨¦tico para mezclar memoria, ficci¨®n e historia y tratar de darle la grandeza que merece al gesto de esa peque?a hero¨ªna an¨®nima".
Babelia
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