Ni moci¨®n de censura ni elecciones anticipadas

La direcci¨®n del PP se reuni¨® ayer para analizar c¨®mo gestionar las consecuencias pol¨ªticas de la manifestaci¨®n del s¨¢bado. Y enseguida los miembros del Comit¨¦ de Direcci¨®n -no hubo maitines, la reuni¨®n de los dirigentes con m¨¢s peso pol¨ªtico elegidos por el l¨ªder- llegaron a una conclusi¨®n: hay que mantener la presi¨®n sobre el Ejecutivo, sobre todo ahora que se acerca la fecha en la que se decidir¨¢ si Batasuna puede presentarse a las elecciones. Pero no hay que recurrir a medidas excepcionales, como presentar una moci¨®n de censura o reclamar elecciones anticipadas, porque no tendr¨ªan ¨¦xito y s¨®lo generar¨ªan frustraci¨®n entre su electorado.

El asunto de la moci¨®n de censura ha sido tratado y descartado hace ya tiempo en la c¨²pula del partido. En p¨²blico, Mariano Rajoy se limita a se?alar que ese tipo de iniciativas s¨®lo se anuncian cuando ya se han presentado. Si alguien le fuerza, Rajoy admite que no la descarta, "porque no se puede descartar un mecanismo parlamentario que est¨¢ a disposici¨®n de la oposici¨®n". Sin embargo, en privado, los dirigentes de m¨¢xima confianza del l¨ªder cuentan y no paran las consecuencias negativas de la moci¨®n de censura.

La reclamaci¨®n de comicios fue propuesta en la reuni¨®n de ayer, pero la descart¨® Rajoy

"Es un mecanismo maquiav¨¦lico. Se vuelve inmediatamente en contra de la oposici¨®n, como se vio con Antonio Hern¨¢ndez Mancha [ex l¨ªder del PP, que la present¨® en 1987]. S¨®lo sirve para recordar la fortaleza de la mayor¨ªa. En este caso, dejar¨ªa en evidencia la soledad del PP en el Parlamento. Un suicidio, vamos, sin ninguna repercusi¨®n positiva. S¨®lo fue buena para Felipe Gonz¨¢lez [en 1980], pero porque la UCD iba ya camino de la descomposici¨®n interna", explica un miembro de maitines, que sostiene que a Rajoy le horroriza la idea.

La moci¨®n de censura s¨ª parece pues totalmente descartada por la direcci¨®n del PP, y de hecho ni siquiera se trata en las reuniones. El reclamo de adelanto electoral es diferente. Ayer s¨ª estuvo encima de la mesa en la reuni¨®n del Comit¨¦ de Direcci¨®n, porque alguno lo plante¨®, seg¨²n los presentes, aunque fue descartado de inmediato por los dirigentes de m¨¢s peso pol¨ªtico y, sobre todo, por el l¨ªder.

No es el momento, explican en el entorno de Rajoy, porque la manifestaci¨®n del s¨¢bado fue convocada por un hecho concreto: la concesi¨®n a I?aki de Juana del r¨¦gimen de prisi¨®n atenuada -aunque el l¨ªder habla abiertamente de excarcelaci¨®n-. Es esa medida, claramente impopular, seg¨²n las encuestas, la que se est¨¢ atacando, con la intenci¨®n de separar al PSOE de una parte de su electorado que no est¨¢ de acuerdo. Pero pedir elecciones anticipadas, explican en G¨¦nova, ser¨ªa darle un car¨¢cter electoral, y por tanto negativo, a una reclamaci¨®n -la de no ceder al chantaje de ETA- que el PP quiere colocar frente a los ciudadanos en el plano moral. Rajoy habl¨®, de hecho, de "indignidad", "humillaci¨®n", "burla de la ambulancia" o "parodias de hospital".

Aun as¨ª, el l¨ªder, a quien miles de ciudadanos reclamaban esa petici¨®n de elecciones anticipadas -elecciones, elecciones, gritaban sin cesar en la plaza de Col¨®n-, dej¨® caer la idea: "Es hora de que los espa?oles hablen. Tenemos que impedir que las cosas contin¨²en por este camino delirante", sentenci¨® sin ir m¨¢s all¨¢.

Las fuentes de la direcci¨®n consultadas recuerdan que hay una convocatoria electoral muy cercana, que el PP ha convertido estrat¨¦gicamente en unas primarias, y sostienen que pedir unas elecciones anticipadas ahora generar¨ªa frustraci¨®n, porque el Gobierno las rechazar¨ªa de plano. Sin embargo, el PP est¨¢ ya calentando motores para el siguiente paso en la estrategia de la presi¨®n, que ayer record¨® Rajoy: la presentaci¨®n de Batasuna o sus marcas electorales a los comicios municipales. Si el Ejecutivo lo permite, la reacci¨®n del PP ser¨¢ virulenta, y para entonces los dirigentes consultados no descartan esa reclamaci¨®n de elecciones.

En cuanto a la organizaci¨®n de la manifestaci¨®n, la direcci¨®n estaba ayer m¨¢s que satisfecha. Adem¨¢s de las cifras -340.000 personas en la octava protesta similar-, se valor¨® el ¨¦xito en el control de los s¨ªmbolos preconstitucionales. Hab¨ªa, pero la organizaci¨®n y la gente logr¨® que no destacaran. La semana pasada, la direcci¨®n se hab¨ªa mostrado preocupada por este asunto, especialmente el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, quien record¨® el ambiente desagradable que ¨¦l vivi¨® en una concentraci¨®n nada m¨¢s producirse el atentado de Barajas, en la que fue increpado.