Las ruedas de acero
Las decisiones del Rock and Roll Hall of Fame suelen desatar discusiones caldeadas pero pocos pueden negar los m¨¦ritos de Grandmaster Flash para inaugurar la presencia del hip-hop en esa instituci¨®n. Grandmaster Flash, de verdadero nombre Joseph Saddler, era perfecto hasta en sus or¨ªgenes: ven¨ªa de Barbados y estaba marcado por las ocurrencias de creadores jamaicanos, que improvisaban sobre imaginativas reconstrucciones de temas populares de reggae. Con un Technics SL-20, era un animador de fiestas de barrio al aire libre; en primera l¨ªnea del frente, invent¨® y/o desarroll¨® muchas de las t¨¦cnicas propias de los dj's del hip-hop. Su college de 1981, The adventures of Grandmaster Flash on the wheels of steel, abri¨® los o¨ªdos a los pinchadiscos del mundo entero.
La idea del dj como estrella todav¨ªa era ex¨®tica: Grandmaster Flash se integr¨® en The Furious Five, grupo de raperos que encabezaba Melle Mel. Con la inventiva sonora del antillano, los Cinco Furiosos construyeron grabaciones asombrosas como The message (1982) y White lines (don't do it) (1983). Se trataba de electrizantes temas que desarrollaban escenas del gueto, resaltando la frustraci¨®n generada por la pobreza o el poder destructor de la coca¨ªna. Aquellas piezas extensas hac¨ªan honor a la famosa definici¨®n de Chuck D -"el rap es la CNN del gueto"- al combinar descripci¨®n y mensaje. Adem¨¢s, eran -y son- bailables.
Como en tantas historias de la m¨²sica popular, ellos mismos terminaron rompiendo su prodigioso juguete. En 1983, se independiz¨® Melle Mel y Grandmaster Flash inici¨® acciones legales contra Sugar Hill (aunque de propiedad afroamericana, la discogr¨¢fica explotaba a sus artistas). El dj no pudo usar el nombre de los Furious Five y su ex compa?ero se recicl¨® en Grandmaster Melle Mel. En solitario, ambos tuvieron carreras m¨¢s que modestas: el negocio del hip-hop no suele hacer hueco a sus pioneros. Se han reunido ocasionalmente, con la excusa de celebrar la longevidad de sus aciertos: The message y White lines se siguen reeditando y vuelven a vender en nuevas remezclas, a veces con letras actualizadas.
Babelia
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