El 'hip-hop' entra en la leyenda
El ingreso de Grandmaster Flash en el Rock and Roll Hall of Fame supone el reconocimiento definitivo del 'rap' como motor de la industria discogr¨¢fica en EE UU
De las sucias calles del Bronx a las autopistas deshumanizadas de la Am¨¦rica profunda, a sus discotecas, a sus escaparates. De ah¨ª a los Grammy, al glamour de un Oscar, a la puesta de largo en los museos y, por fin, al Rock and Roll Hall of Fame. ?ste ha sido, a grandes rasgos, el viaje del hip-hop hasta convertirse en una de las fuerzas culturales m¨¢s importantes de Estados Unidos en la actualidad.
Han pasado casi treinta a?os desde que Grandmaster Flash and The Furious Five comenzaron a construir sus rimas afiladas desde Nueva York, a lanzar reivindicaciones sociales rapeadas sobre fondos bailables y a poner en el mapa musical a los negros del ghetto. Flash es uno de los tres v¨¦rtices de la llamada sant¨ªsima trinidad del rap, junto con Afrika Banbaataa y Kool Herc. Con ellos nac¨ªa oficialmente el hip-hop, una cultura urbana integrada por cuatro pilares: el rap (la m¨²sica, que suma la rima y la t¨¦cnica de dj), el breakdance (baile) y el grafitti. Y con Flash el estilo adquiri¨® madurez a principios de los ochenta a base de cr¨ªtica social y comentario pol¨ªtico.
Se trata de una cultura que ha evolucionado en m¨²ltiples direcciones, que genera unos ingresos de 7.500 millones de euros anuales (seg¨²n Forbes), que hoy impregna desde la moda hasta los reality shows. Y que el pasado lunes, con la entrada de Grandmaster Flash and The Furious Five en el Rock and Roll Hall of Fame, pasaba a formar parte oficialmente de la historia del rock.
Respeto corporativo
Era la primera vez que un grupo de hip-hop era admitido en el para¨ªso de los rockeros, en ese selecto club que desde 1986 proclama anualmente la influencia de un pu?ado de artistas en la historia del rock and roll y, por extensi¨®n, en la m¨²sica popular del siglo XX. Para ser parte del Rock and Roll Hall of Fame, cuya sede est¨¢ en Cleveland, en un museo en el que cada artista admitido tiene su representaci¨®n en cera junto a su primer disco, un requisito es que el primer ¨¢lbum del aspirante tenga m¨¢s de 25 a?os. Un panel formado por acad¨¦micos, productores y periodistas, entre otros, votan a aquellos m¨²sicos que consideran han tenido una influencia demostrable en la evoluci¨®n de la m¨²sica rock. All¨ª est¨¢n Elvis Presley o Ray Charles. Este a?o, junto a Grandmaster Flash, tambi¨¦n le lleg¨® el reconocimiento a Patti Smith, a Van Halen pese a las cr¨ªticas que a veces salen, a The Ronettes y a REM.
Entrar en el Rock and Roll Hall of Fame es poder considerarse parte de la historia oficial. "La importancia radica en que finalmente conseguimos el respeto corporativo. Por fin se acepta y se celebra esta maravillosa cultura llamada hip-hop", proclamaba orgulloso Grandmaster Flash, de 49 a?os.
El hip-hop, que naci¨® como g¨¦nero contestatario, ha dado peque?os pasos hasta conseguir establecerse como la corriente dominante del negocio musical en EE UU. A mediados de los ochenta la MTV se mostr¨® reacia a emitir v¨ªdeos del estilo, pero r¨¢pidamente se convirti¨® en una de las mejores exportaciones visuales de la cadena. Los Grammy tuvieron que hacerle un hueco creando en 1996 el premio al mejor ¨¢lbum de rap. Diez a?os despu¨¦s llegaron los Oscar, a cuya ceremonia un grupo de raperos, Three 6 Mafia, llev¨® sus rimas cortantes por primera vez en 2006 e hizo historia ganando la primera estatuilla para el g¨¦nero. Casi al mismo tiempo el rap se hac¨ªa un hueco en el Smithsonian Museum of American History en Washington, junto al Capitolio. All¨ª el rap tiene desde este verano un lugar propio. Y durante los ¨²ltimos diez a?os, el ¨²nico g¨¦nero musical cuya venta de discos ha crecido anualmente ha sido el hip-hop (y la m¨²sica cristiana). La industria ten¨ªa que recompensarlo.
Babelia
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