Del caos consentido, a la guerra sucia

El duelo entre el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, cop¨® m¨¢s de la mitad del debate de ayer en el Congreso. Casi tres horas de r¨¦plicas y d¨²plicas en las que ambos pol¨ªticos se lanzaron a la cara sus respectivas pol¨ªticas antiterroristas y que EL PA?S ha resumido en el siguiente relato. Las intervenciones se han cruzado a modo de di¨¢logo para hacer m¨¢s f¨¢cil la lectura, aunque en realidad se produjeron de forma sucesiva.

POL?TICA ANTITERRORISTA

Rubalcaba: "De Juana plante¨® un desaf¨ªo: 'O libre o muerto'. La respuesta del Estado ha sido: 'Ni libre ni muerto'. Hemos neutralizado el chantaje"

Zaplana: "Digan desde cu¨¢ndo est¨¢n hablando con ETA. Han pagado un precio pol¨ªtico para mantener la expectativa del proceso de paz"

Rubalcaba. Reclamo para el actual Gobierno las mismas atribuciones penitenciarias que otros tuvieron. Pretendo demostrar que todos los Gobiernos democr¨¢ticos utilizaron la pol¨ªtica penitenciaria para, en el marco de la ley, buscar el fin de la violencia. El actual tambi¨¦n.

Zaplana. Al menos tenga la honradez pol¨ªtica de rendir cuentas en esta comisi¨®n en vez de ped¨ªrselas a otros Gobiernos.

R. El C¨®digo Penal de 1973 permit¨ªa las redenciones de penas. ?ste es el origen de la discusi¨®n. En 1995, los presos de ETA empiezan a pedir redenciones por cualquier cosa. Consecuencia: a partir de 1996 comienzan las excarcelaciones de terroristas con condenas superiores a 30 a?os, habiendo cumplido 16, 17, 18 a?os. ?Se pod¨ªa haber hecho algo por evitarlo? S¨ª, se pod¨ªa haber cambiado la normativa de concesi¨®n de redenciones. Pero no se hizo nada hasta 2004. Hubo una masiva petici¨®n de redenciones. Fue el caos. Un caos consentido. Se pod¨ªa haber evitado, cambiando la normativa, que un etarra condenado, por ejemplo, por matar a un militar, a un polic¨ªa y a un ni?o obtuviera rebajas por hacer punto de cruz.

Z. ?Qu¨¦ hicimos nosotros? Cambiar la ley [en 2003], sin atajos, sin trampas. Todos esos ejemplos del ganchillo son responsabilidad de la legislaci¨®n de los Gobiernos del PSOE.

R. ?El C¨®digo Penal de 1973 lo aprob¨® el PSOE? No. No hicieron nada porque no quer¨ªan. Entre 1997 y 2004, 62 etarras se beneficiaron de m¨¢s de a?o y medio de redenciones. ?Llevar¨¢n flores a todos los lugares donde cometieron esos asesinatos los presos excarcelados por ustedes? ?Se entrevistar¨¢n con las familias? ?Llevar¨¢n a las v¨ªctimas a manifestaciones y televisiones?

Z. Todos los beneficios penitenciarios que hayan podido tener los reclusos con los Gobiernos del PP lo han sido en cumplimiento de la ley. Por tanto, la culpa y la responsabilidad es de quien hab¨ªa legislado.

R. No es cierto, no estaba en la ley dar redenciones por hacer punto de cruz. La concesi¨®n de redenciones no era autom¨¢tica. No se hizo nada para evitarlas porque no se quiso.

Z. Ustedes nunca quisieron aprobar el cumplimiento ¨ªntegro de las penas, siempre se opusieron. Lo aplicamos nosotros.

R. En 1996, ETA secuestra a Ortega Lara para pedir el reagrupamiento de sus presos en c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco. El Gobierno acerca a 43 etarras.

Z. ?Quieren dar a entender que Ortega Lara est¨¢ libre porque nosotros acercamos a presos! No fue as¨ª. Jam¨¢s reagrupamiento con el PP. Jam¨¢s. Los acercamientos, antes y despu¨¦s de la liberaci¨®n de Ortega Lara.

R. Juegan ustedes con las palabras: reagrupamiento [palabra que usa ETA], acercamiento... Cre¨ªa entonces y sigo creyendo que el Gobierno hizo lo que deb¨ªa. No cedi¨® al chantaje por acercar presos. Y nosotros tampoco lo hemos hecho. ?Se imaginan qu¨¦ hubiera pasado si eso lo hubi¨¦ramos hecho nosotros?

Z. ?Si lo hubieran hecho ustedes? Han hecho cosas mucho peores. Nosotros nos sentimos muy orgullosos de nuestra pol¨ªtica antiterrorista. Los ¨²nicos que no pueden sentirse orgullosos son ustedes. No voy a leerle la sentencia del caso Lasa-Zabala, la del caso Marey... Su problema es que no creen en la ley como fuerza ¨²nica y suficiente para derrotar al terrorismo. Por eso, o montan los GAL o se ponen a negociar con los terroristas.

R. Durante los a?os de Gobiernos del PP se produjeron 195 acercamientos de presos de ETA, se concedieron 85 terceros grados, 292 excarcelaciones y 21 libertades condicionales por enfermedad. Desde 2004 ha habido 88 excarcelaciones, cinco terceros grados y ning¨²n acercamiento.

Z. Nada de lo sucedido en el pasado es comparable a esta ignominia de ceder ante De Juana.

R. Para criticar nuestra pol¨ªtica penitenciaria, ustedes lo primero que tienen que hacer es repudiar la suya. Si no lo hacen, me oir¨¢n una y otra vez acusarles de hipocres¨ªa y doble moral.

Z. No todos somos iguales. A nuestra pol¨ªtica penitenciaria no se le puede reprochar un caso de secuestro, ni dar muerte a dos personas y hacerlas desaparecer. Nosotros dejamos una ETA en las ¨²ltimas y con bandera blanca, contra las cuerdas.

R. Las decisiones de pol¨ªtica penitenciaria de ¨¦ste y de todos los Gobiernos han formado parte de la pol¨ªtica antiterrorista. La diferencia est¨¢ en la forma en la que est¨¢ actuando la oposici¨®n.

Z. La diferencia es que es la primera vez en la historia de la democracia que un Gobierno cede ante un chantaje de los terroristas. Es la decisi¨®n m¨¢s indigna que jam¨¢s ha adoptado un Gobierno en relaci¨®n con ETA.

DE JUANA CHAOS

Zaplana. Ha sido un chantaje televisado. Su Gobierno ha concedido beneficios penitenciarios a m¨¢s de 100 presos, pero s¨®lo hemos criticado ¨¦ste. Porque se plante¨® en t¨¦rminos de chantaje.

Rubalcaba. Ustedes dieron a De Juana 600 d¨ªas de redenciones extraordinarias, dos de ellas, de 175 d¨ªas cada una, por escribir el mismo libro, que por cierto es una alabanza al terrorismo de ETA. Se las dieron por pasividad, por ese caos consentido.

Z. De los 4.125 d¨ªas que ha podido redimir este asesino, 600 corresponden a los Gobiernos del PP; el resto, a los del PSOE.

R. La decisi¨®n podr¨¢ ser acertada o desacertada. Ahora bien: cualquier persona razonable puede apreciar la disparatada desproporci¨®n entre esa decisi¨®n y la iracunda reacci¨®n del PP.

Z. No han tenido el coraje de explicar una decisi¨®n pol¨ªtica.

R. Es verdad que De Juana plante¨® un desaf¨ªo: 'O libre o muerto'. El Gobierno ha tomado la decisi¨®n atendiendo a tres exigencias: primera, cumplir la ley; segunda, la obligaci¨®n de salvar vidas o de evitar todas las muertes que se puedan evitar, si prefieren decirlo as¨ª -la decisi¨®n que hemos tomado es una decisi¨®n que evita muertes-; y tercera, evitar males mayores. Quien busque cualquier relaci¨®n con el proceso de paz se equivoca.

Z. Reconoce usted que hubo un chantaje, que tem¨ªan la hostilidad de ETA. Con este Gobierno, ETA manda. Han pagado un precio pol¨ªtico para no incomodar a los de las pistolas y de esta forma poder mantener la expectativa de un proceso que el Gobierno y el ministro dijeron que estaba roto.

R. ?Hemos cedido al chantaje? Yo creo que lo hemos neutralizado. El desaf¨ªo de De Juana fue: 'O libre o muerto'. Y la respuesta del Estado ha sido: 'Ni libre ni muerto'. Sigue cumpliendo su condena, como es nuestra obligaci¨®n, y sigue vivo, como tambi¨¦n es nuestra obligaci¨®n.

Z. ?Por qu¨¦ ha sido precisamente De Juana? Porque es uno de los m¨¢s sanguinarios, el que se ha re¨ªdo de sus v¨ªctimas, el que en pleno chantaje ha dicho que no se arrepiente. Se ha elegido al m¨¢s repulsivo para echar un pulso al Estado, para que la humillaci¨®n fuera m¨¢s evidente. Y lo han ganado, hoy es un h¨¦roe.

R. Pero hombre, si sabe usted perfectamente que ETA no eligi¨® a De Juana, que ¨¦l hizo la huelga por su cuenta y riesgo... Ustedes mintieron para no irse del poder y siguen mintiendo para intentar recuperarlo.

Z. En vez de llamar mentirosas a personas honradas, diga desde cu¨¢ndo est¨¢n hablando ustedes con ETA. Este episodio de ignominia ha sido el final de toda una cadena de cesiones. La primera, adecentar a los terroristas llam¨¢ndoles hombres de paz. Las v¨ªctimas soportan mucho mejor las heridas de ETA que las injusticias de su Gobierno. Tienen ustedes una pol¨ªtica de intolerancia con las v¨ªctimas y tolerancia con los terroristas.

R. Ustedes han roto la unidad. ?Nueve manifestaciones contra el Gobierno! Les es m¨¢s urgente sustituir al Gobierno que acabar con ETA. ?Por qu¨¦ ustedes s¨ª pudieron intentarlo y nosotros no?