Ferrari: la reconquista sin Schumacher
Las buenas prestaciones de los b¨®lidos rojos ayudan a disipar las dudas
?Dos a?os sin t¨ªtulos? ?Una nueva era sin Michael Schumacher? Ferrari se considera por encima de todo eso. Si algo realmente espanta en la escuder¨ªa italiana es el titular de prensa que jam¨¢s se borrar¨¢ de la memoria de su presidente y administrador, Luca di Montezemolo. "Ferrari, la joya italiana, ya no vende", se le¨ªa en una portada del Wall Street Journal. Pero aquello fue en 1992. La crisis queda ya muy lejos. Desde la sede de la escuder¨ªa se insiste en que su identidad no se basa tanto en ganar o perder como en permanecer en el v¨¦rtice de la f¨®rmula 1.
Despu¨¦s de los cinco a?os triunfales que le dio Schumacher, Ferrari se ha pasado dos en blanco. Montezemolo antepone su esp¨ªritu optimista y env¨ªa un mensaje que aglutina: "El pr¨®ximo campeonato volver¨¢ a ser para Ferrari porque disponemos de un grupo de personas extraordinariamente bueno". Es lo que por ahora puede decirse de Ferrari, dominador de los ¨²ltimos entrenamientos previos a la temporada: su grupo est¨¢ por encima de sus individualidades.
Sobre el papel, Kimi Raikkonen est¨¢ llamado a enarbolar la bandera de la reconquista. Pero Felipe Massa ha obtenido mejores tiempos en los entrenamientos. Tampoco cae en saco roto un dato: Massa gan¨® dos grandes premios la pasada temporada y concluy¨® en el tercer puesto del Mundial, con 15 puntos m¨¢s que Raikkonnen, quinto sin haber podido anotarse una carrera. A sus 27 a?os, Kimi ya ha perdido dos t¨ªtulos por los que pugn¨® hasta el ¨²ltimo instante: el de 2003 ante Schumacher y el de 2005 ante Alonso.
El curso de 2007 es muy especial para Ferrari, empe?ada en celebrarlo todo a lo grande. Se cumplen 60 a?os desde que Franco Cortese se puso al volante del primer Ferrari con ocasi¨®n del Gran Premio de Roma. La dificultad estriba en que los dirigentes de la escuder¨ªa deben gestionar el adi¨®s a una era, la de Schumacher, y la recomposici¨®n del equipo t¨¦cnico, forzada por el a?o sab¨¢tico que ha decidido tomarse Ross Brawn, el ingeniero inseparable del piloto alem¨¢n. El acierto en el reparto de atribuciones se adivina clave.
La gesti¨®n deportiva ha quedado en manos de Stefano Domenicali y el reci¨¦n ascendido Amedeo Felisa; y la direcci¨®n t¨¦cnica, en las de Mario Almondo y Luca Baldiserri. El responsable t¨¦cnico, Nigel Stepney, insinu¨® en enero su descontento respecto a los planes del equipo. Es crucial para Ferrari disipar todo atisbo de lucha interna. Puede que estos nombres no digan mucho al p¨²blico, pero son b¨¢sicos en los resultados de Raikkonen y Massa. Sin olvidar a Schumacher, incorporado a la estructura deportiva en calidad de consejero.
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