El Vaticano impuso el cambio de hospital

Inmaculada Echevarr¨ªa tuvo que ser trasladada a un hospital p¨²blico de Granada para morir, despu¨¦s de que la orden de San Juan de Dios que gestiona el hospital de San Rafael, donde se encontraba ingresada, desistiera de hacerlo en el propio centro como era la intenci¨®n de sus responsables, ante las fuertes e insistentes presiones que la orden hab¨ªa recibido de un sector de la Conferencia Episcopal Espa?ola, que llegaron hasta el mismo Vaticano. La decisi¨®n fue tomada por la Curia General de la orden en Roma.

La orden de San Juan de Dios hab¨ªa aceptado retirarle el respirador, lo que provoc¨® la inmediata reacci¨®n de una parte de la Conferencia Episcopal. En los d¨ªas posteriores se sucedieron las declaraciones en contra de que se accediera a la solicitud de la paciente desde los sectores m¨¢s duros, como el arzobispo de Toledo, Antonio Ca?izares, y el portavoz de la Conferencia, Juan Antonio Mart¨ªnez Camino. La Conferencia Episcopal lleg¨® a tratar el tema en su ejecutiva del d¨ªa 8. Algunos obispos propusieron emitir una nota p¨²blica oponi¨¦ndose a que se respetara la petici¨®n de la enferma por considerar que era un caso de eutanasia, pero otros, entre ellos el presidente de la Conferencia, Bl¨¢zquez, o el arzobispo de Barcelona, Mart¨ªnez Sistach, plantearon objeciones a esta propuesta.

Las intervenciones contrarias plantearon una doble argumentaci¨®n. Por un lado se argument¨® que no pod¨ªa considerarse realmente un caso de eutanasia, sino de limitaci¨®n del esfuerzo terap¨¦utico. Por otro se plante¨® la inconveniencia de hacer p¨²blica una nota que desautoriza una decisi¨®n tomada por la orden que gestiona el hospital, lo que sin duda ser¨ªa visto por la sociedad como un enfrentamiento en el seno de la Iglesia.

La discusi¨®n se sald¨® con el compromiso de no emitir la nota, pero elevar el asunto a instancias superiores. Es decir, al Vaticano. Las presiones sobre la orden fueron tan fuertes, que la Curia General decidi¨® "aconsejar" a los responsables del hospital que dieran marcha atr¨¢s en la decisi¨®n que hab¨ªan tomado.

Malestar

Todo ello ha provocado un gran malestar en la orden, pues tanto sus responsables como los hermanos que gestionan el hospital entienden que este caso no puede considerarse de ninguna manera una eutanasia y est¨¢n convencidos de que es su obligaci¨®n era respetar la petici¨®n de la enferma. Forma parte de la filosof¨ªa de esta orden, que gestiona numerosos hospitales, acompa?ar los pacientes hasta la muerte sin incurrir en encarnizamiento terap¨¦utico, lo cual implica en muchos casos la retirada de soportes vitales que mantienen artificialmente la vida del paciente y que lo ¨²nico que hacen muchas veces es prolongar su agon¨ªa.

La orden decidi¨® pedir el traslado de la enferma ante la posibilidad de que mantenerse en su decisi¨®n pudiera provocar una reacci¨®n de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica que paralizara el proceso y acabara perjudicando a la propia enferma. Ca?izares insisti¨® ayer en su opini¨®n: consider¨® que lo que hab¨ªa sucedido es "una acci¨®n de eutanasia o suicidio asistido".