Ciencia-ficci¨®n
Que los cuerpos hablan lo sabemos desde siempre. "El cuerpo es el lenguaje", dice Klossowski. Tambi¨¦n lo argumentaron, pict¨®ricamente, Ingres y Courbet. El cuerpo se "flexiona", las palabras se reflejan entre ellas, copulan, imitan a los gestos. Ahora bien, ?qu¨¦ ocurre cuando una lengua y un cuerpo particulares se quedan cada uno en suspenso y pierden a sus interlocutores, cuando ya no pueden desear ni su propio silencio? En la obra de Jo?o Onofre, los cuerpos re-flexionan, se articulan en frases puramente visuales, en un teatro unilateral donde no hay acci¨®n. En sus trabajos, el artista portugu¨¦s (Lisboa, 1976) filma con una c¨¢mara fija y sobre un fondo neutro a m¨²sicos y bailarines; ¨¦l mismo se retrata en su estudio (Levitation in the studio, XMAN H version, 2002) con la ayuda de un mago, y el resultado es una imagen que se presenta acompa?ada de un certificado del laboratorio donde se ha producido la fotograf¨ªa, dando testimonio de que ¨¦sta no ha sido trucada. O introduce un buitre en su taller, con el consiguiente revuelo y destrozo de objetos y papeles (Untitled. Vulture in the Studio, 2002). Siempre pasa algo, cualquier cosa puede suceder en el lugar de trabajo del artista. Sin embargo no existe acci¨®n (ni pasi¨®n), los actores especulan, pero nunca act¨²an.
JO?O ONOFRE
Galer¨ªa Toni T¨¤pies
Consell de Cent, 282. Barcelona
Hasta el 28 de abril
En su tercera exposici¨®n en
la galer¨ªa Toni T¨¤pies, Onofre vuelve a tocar la l¨ªnea-frontera de la representaci¨®n. ?C¨®mo representar la muerte?, se pregunta el artista. El resultado es una serie de fotograf¨ªas documentales tomadas en los diferentes cementerios de Lisboa, retratos de todos los hombres y mujeres que viven de enterrar, de sepultar a los muertos. Los modelos de las fotograf¨ªas sonr¨ªen a la c¨¢mara, llevan unas gafas de sol id¨¦nticas, posan de frente sobre un escenario iluminado con un cierto halo de misterio de pel¨ªcula de serie B o basada en un gui¨®n de Stephen King. La muerte es una representaci¨®n cogida por los bordes, sin identidad, con un presente sin profundidad, el mismo presente del m¨²sico y del bailar¨ªn, del artista levitando en su taller, que es el movimiento en una l¨ªnea recta suspendida. Sin esa frontera, el cuerpo -el lenguaje- caer¨ªa sobre el lado de la l¨®gica y vencer¨ªa a la muerte.
La misma ambig¨¹edad aparece en el v¨ªdeo Thomas Dekker: An Interview (2006), una entrevista de 16 minutos a un joven actor norteamericano, en un plano fijo y un escenario neutro conducida en voz en off por el propio artista. Dekker protagoniz¨®, cuando ten¨ªa seis a?os, la pel¨ªcula de terror dirigida por John Carpenter El Valle de los Malditos (1995), interpretando a un alien¨ªgena. Onofre, fascinado por el filme, busc¨® a ese ni?o, hoy un adolescente, en Los ?ngeles, y lo entrevist¨® como si fuera un extraterrestre: ?puede usted adivinar lo que estoy pensando?, sus ojos tienen una mirada muy profunda -como los ojos de cobalto de los alien¨ªgenas-, ?de qu¨¦ forma le condiciona en su vida cotidiana? Las respuestas de Thomas Dekker faltan a su propia identidad como "ni?o marciano" y en esos momentos de perversi¨®n de sentido, el artista crea la superficie ideal donde representar el lenguaje: el ni?o/actor "performa" en el plano de la conciencia del artista, pero a la vez ha sido paralizado en la frontera que le separa de su pasado. Ciencia-ficci¨®n.
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