Retratos de la madre como artista
En un art¨ªculo de 1981 -como la mayor¨ªa de los suyos, de grata memoria- titulado Dos juras, o si yo fuera mujer..., S¨¢nchez Ferlosio aprovecha uno de sus meandros argumentativos para arremeter contra Bernini y el fruto de la "peor tarde de su vida", la escultura del ¨¦xtasis de Teresa de ?vila, que no s¨®lo infama la memoria de la santa, dice el escritor, sino que resulta ultrajante para la "llamada condici¨®n femenina". Incluso quien rechace la invectiva de Ferlosio, no podr¨¢ negar que el semblante de aflicci¨®n y gozo de la mujer all¨ª representada parece m¨¢s bien una caricatura. Esta deriva hacia lo amasado y cursi se repite, con frecuencia, en la figuraci¨®n de la capacidad de la mujer de ser madre, donde ese privilegio de libre decisi¨®n se confunde excesivamente con la rendici¨®n a la fatalidad reproductora. Ser mujer y ser madre, seg¨²n la m¨¢s acreditada convenci¨®n, no suma dos rangos, sino una misma cualidad. Y hasta tal punto que acota la proyecci¨®n ciudadana de la mujer, reduciendo los restantes aspectos de su persona. Que la experiencia de ser madre posee una relevancia primordial, no cabe la menor duda, pero tambi¨¦n es indudable que la maternidad inflige a la mujer el estereotipo de anularse a s¨ª misma a favor del hijo. Y de esta supresi¨®n procede, me parece, su valoraci¨®n como acto creativo que se contrapone y compite con la creaci¨®n art¨ªstica, m¨¢s pavoneada hist¨®ricamente por los varones. Aqu¨ª conviene recordar que, en su Diccionario de lugares comunes, Flaubert apunt¨®: "Una mujer artista no puede ser m¨¢s que una ramera". Por fortuna, los tiempos han cambiado, y hoy se tiende al equilibrio, aunque a¨²n con la balanza oscilante, en la participaci¨®n social de mujeres y hombres.
MATERNIDAD Y CREACI?N
Moyra Davey (editora)
Traducci¨®n de Elena Vilallonga
Alba. Barcelona, 2007
371 p¨¢ginas. 24,50 euros
No todos los libros, desde luego, favorecen el esclarecimiento de asuntos controvertidos o aportan un material id¨®neo que facilite una mejor comprensi¨®n del tema abordado. Respecto a la maternidad, la dificultad mayor reside, como apunta la fot¨®grafa Moyra Davey, responsable de la selecci¨®n de los textos de Maternidad y creaci¨®n, en que el "yo de la madre en literatura emerge de territorios no explorados". Y emerge escasamente. Las madres, se dice, no tienen tiempo de registrar su experiencia. No obstante, cuando la registran salta a la vista que la semejanza de la vivencia no implica una identidad un¨ªvoca. El discurso, por tanto, no es homog¨¦neo, sino imprevisible, como refleja esta declaraci¨®n de Annie Ernaux: "Ya no pod¨ªa concebir ninguna otra manera de cambiar mi vida, salvo teniendo un hijo. Nunca volver¨¦ a caer tan bajo". As¨ª pues, ¨¦ste es un libro verdaderamente necesario; depara muchas sorpresas, aunque ninguna m¨¢s importante que o¨ªr, al fin, la voz de la madre refutando con sus sentimientos maternales -que son "cualquier cosa menos razonables y soportables"- aquella generalidad de la psicoanalista Helene Deutsch, quien afirmaba que "las madres no escriben, est¨¢n escritas".
Claro que, para apropiarse
de su propia voz (la redundancia es provocada) la madre debe ser tambi¨¦n artista y construir un discurso que no constri?a su experiencia, sino que la expanda, con el fin de que esta experiencia ocupe en la cultura, como se?ala en su texto la poeta Alicia Ostriker, "la posici¨®n que ha ocupado la guerra desde que empez¨® la literatura". Aunque descomunal, la propuesta no carece de pertinencia. Bien mirada, la maternidad es una experiencia muy poco ¨ªntima. La mayor¨ªa de los textos de esta excelente selecci¨®n, que re¨²ne extractos de diarios y memorias (Doris Lessing, Elizabeth Smart, Adrienne Rich), ensayos (Tillie Olsen, Susan Rubin Suleiman, Ursula Le Guin) y algunos relatos (Grace Paley, Resellen Brown, Lynda Schor, Margaret Atwood, Toni Morrison), aspira a deseducar a la mujer de la esponjosa mitificaci¨®n de las revistas de mujeres, cuya perversi¨®n m¨¢s notable es difuminar el caos y la confusi¨®n que origina la maternidad. Pero este volumen tambi¨¦n es estupendo porque incorpora el hartazgo y la furia de ser madre, las complicaciones de la ternura, y no tiene reparos en ofrecer un texto de aborrecimiento del deseo de tener hijos (Privilegio de mujer, de Mary Gaitskill), adem¨¢s de un magn¨ªfico panfleto contra la paranoia de la fertilidad (El juicio contra los beb¨¦s, de Joy Williams), cuya arenga contra la propaganda de que "la reproducci¨®n es excitante" certifica el peligro de "un derrumbamiento ecol¨®gico y la anarqu¨ªa venidera de un planeta superpoblado".
Sobre maternidad y creaci¨®n se han dicho muchas tonter¨ªas, pero en este libro el lector no hallar¨¢ ninguna. Es otro de los m¨¦ritos de esta antolog¨ªa, cuyo subt¨ªtulo, Lecturas esenciales, es de todo punto exacto. Escrito por mujeres inteligentes, dirigido a mujeres con la misma eficiencia, tambi¨¦n los varones est¨¢n invitados a esta zona desconocida de la realidad.
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