Marruecos redise?a su mapa electoral
"El nuevo recorte electoral no est¨¢ inspirado en normas democr¨¢ticas y objetivas y constituye una violaci¨®n del principio de igualdad entre los ciudadanos". Saadedin Otmani, secretario general del PJD, la ¨²nica formaci¨®n islamista legal en Marruecos, formul¨® esta denuncia hace un mes al conocer c¨®mo el Ministerio del Interior hab¨ªa redise?ado las circunscripciones electorales.
"Es evidente que la divisi¨®n no favorece al PJD porque fracciona a su electorado urbano y, en cambio, multiplica las circunscripciones rurales" que no se inclinan por los islamistas, explica Mohamed Darif, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Mohamedia.
En las anteriores legislativas, el PJD s¨®lo concurri¨® en 57 de las 91 circunscripciones cediendo as¨ª a las presiones del Ministerio del Interior, seg¨²n se lament¨® Mustaf¨¢ Ramid, uno de los dirigentes islamistas. All¨ª donde se present¨® fue con frecuencia el partido m¨¢s votado.
En la llamada lista nacional de mujeres, con una ¨²nica circunscripci¨®n que abarcaba a todo el pa¨ªs, obtuvo entonces 100.000 sufragios m¨¢s que la siguiente formaci¨®n m¨¢s votada, los socialistas, seg¨²n sostuvo el diario islamista At Tajdid. El reparto de esca?os no fue acorde con ese resultado.
Esta vez, el PJD ir¨¢ a por todas. De ah¨ª que Interior haya optado por redibujar las circunscripciones. Chabkib Benmussa, el titular de ese departamento, lo niega rotundamente. Asegura que los cambios son menores y que se han efectuado para adaptarse a la nueva divisi¨®n administrativa de Marruecos.
Al PJD le han surgido adem¨¢s dos peque?os rivales de inspiraci¨®n islamista que le podr¨¢n restar algunos sufragios: el Partido del Renacimiento y de la Virtud y el Partido de la Alternativa de Civilizaci¨®n.
En Marruecos existe un gran movimiento islamista, Justicia y Caridad, que, a juzgar por su capacidad de movilizaci¨®n en la calle, goza de mayor implantaci¨®n a¨²n que el PJD. Su actividad es tolerada, a condici¨®n de ser discreta, pero no legal. No puede convertirse en partido y presentar candidatos.
La condici¨®n para su legalizaci¨®n es que reconozca al rey como Comendador de los Creyentes (jefe espiritual de los marroqu¨ªes), a lo que se niega tajantemente.
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