Apuesta infantil
La seguridad, la resistencia, el colorido y, por supuesto, el tama?o. Estos cuatro ingredientes han dictado, durante a?os, las claves para la decoración infantil. Un terreno nada na?f en el que conviven conceptos a veces antagónicos -como la ligereza y la pesadez- con características impensables como esperar de un mueble que cambie o que pueda crecer. Las mesas y las sillas, por ejemplo, deben ser sólidas para sujetar bien a los ni?os y para resistir el paso del tiempo, pero, a la vez, ligeras para evitar que si el mueble se cae sobre ellos pueda herirlos. Lo demás ha sido, durante a?os, una lista interminable de condiciones: sin clavos, sin aristas, con cantos redondeados, resistente al agua, a los ara?azos, a las pinturas, a las manchas de comida... Y más: lavable, plegable, apilable y, si podía ser, reciclable en otro mueble. Hasta aquí la historia. No es que todo eso haya cambiado. Es que la oferta se ha ampliado. Ni todos los muebles para ni?os son hoy coloreados ni tampoco todos están al margen de las modas. El consumo o la costumbre del cambio puede rodear a los peque?os desde sus primeros despertares. Analizamos las novedades más rompedoras.
Ikea: orden y almacenaje
La imaginación no está re?ida con la funcionalidad. Todo lo contrario: es su mejor aliada. Con su línea infantil, Ikea quiere, como siempre, llegar a todos. Se ocupa de los padres manteniendo el orden del dormitorio. ?Cómo? Con cajones, cajoneras (como el modelo Trofas de la fotografía), armarios y estanterías colgantes, plegables, fáciles de instalar y extremadamente económicos (por ejemplo, el minifangst cuesta 99 céntimos). Y se ocupa de los ni?os eligiendo colores atrevidos y materiales seguros, formas resistentes a los golpes y materiales a prueba de pintura, comida y agua. La silla Mammut (arriba) ha pasado ya a la historia del dise?o. www.ikea.com
Imaginarium: muebles que cuentan cuentos
Princesas y aventuras. La línea decorativa de Imaginarium ItsImagical Déco se inclina por los dos extremos de la literatura infantil. Si el a?o pasado, en su primera colección, eran los tigres y las princesas de las mil y una noches los que centraban el protagonismo, este a?o han apostado por un pirata (línea Morgan) y por una bella princesa india (línea Ishana). Y los han llevado por el ba?o, la cocina y el dormitorio: juegos de cama y espejos, cajoneras y sillas plegables, platos, vasos, sillones mullidos y un revistero. Todo de tela, todo ilustrado, todo lavable y todo... de cuento. www.imaginarium.es
Habitat: ‘VIP for kids’
La empresa británica Habitat se adentra en el mundo de la decoración infantil con una colección VIP. Los dise?adores son profesionales procedentes de campos que nada tienen que ver con el dise?o. Buzz Aldrin, un astronauta que viajó a la Luna, ha ideado la lámpara Moonbuzz con forma de... ?lo adivinan?: luna. La modelo Sophie Dahl se ha lanzado al mundo del tocador; su modelo Fripperies (fruslerías) esconde un mundo debajo de un faldón y tiene un espejo en forma de corona. El dise?ador Christian Lacroix ha dado una lección de autocrítica. Asegura que la mejor lección es la risa. Y cada uno, que decida de quién o con quién se ríen sus Fashion Monsters. La actriz Kate Winslet ha dise?ado una caja de secretos, Secret Box, que tiene toda la magia de lo infantil con la sobriedad de un joyero adulto. También algún personaje, como la televisiva Miss Piggy, ha querido a?adir su gotita de ‘glamour’: el espejo Hollywood, para verse rodeado de focos y sentirse como ella, como toda una estrella. www.habitat.com
Vitra: la iniciación del sibarita
El examen infantil es la prueba más dura. Los asientos de Verner Panton: su Torre -un sofá a pisos-, su butaca Cone, en forma de corazón, o la legendaria silla que lleva su nombre son, a escala real, territorio infantil. Con recovecos, cuevas secretas y curvas sinuosas, el dise?ador danés sabía que sus muebles fascinaban a los ni?os. Y quiso honrar su tama?o. Dise?ó una Panton a escala (arriba, a la izquierda). Pero la falta de demanda del momento y el alto precio de un molde hicieron inviable esa aventura. Hoy, Vitra y la viuda de Panton han recuperado los antiguos planos para lanzar la Panton Junior. Algo así como el Peter Pan de las butacas con el secreto de la eterna juventud: ligera, estable, apilable y coloreada. Todo un clásico rompedor a punto de cumplir medio siglo. Pero Panton no está solo. La también mítica pareja de dise?adores Charles y Ray Eames firmó, hace ya medio siglo, productos infantiles. Vitra sigue vendiendo hoy el colgador Hang It All (cuélgalo todo. En la fotografía inferior) y la Children Chair del matrimonio más famoso de la historia del dise?o (fotografía de arriba, a la derecha). www.vitra.com
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