La esponja china

Seg¨²n los c¨¢lculos de Boeing, el tr¨¢fico a¨¦reo de China crecer¨¢ una media anual del 8,8% durante los pr¨®ximos cuatro lustros. Seg¨²n los de Airbus, en ese periodo van a requerir 2.639 nuevos aviones por un valor de 288.000 millones de d¨®lares -218.000 millones de euros-, una tarta demasiado grande como para que la econom¨ªa con m¨¢s crecimiento del planeta la deje en manos extranjeras.

Como ha hecho en otros sectores industriales: inform¨¢tica, bienes de equipo, autom¨®vil..., desarrolla una primera fase de adquisici¨®n de tecnolog¨ªa en la que se encuentra actualmente. Boeing, algo m¨¢s adelantada a su competidor Airbus, lleva varios a?os con proveedores de aquel pa¨ªs y les ha adjudicado una parte importante de la producci¨®n del B-787. Por su parte, Airbus, tiene tambi¨¦n muy avanzadas las negociaciones para su implantaci¨®n industrial en aquel pa¨ªs.

Y tras varios a?os en que absorber¨¢n como esponjas las tecnolog¨ªas de ambos constructores, desarrollar¨¢n la suya propia. Seg¨²n la prensa china, en 2010 estar¨¢n los primeros dise?os que llevar¨¢n incorporados motores de fabricaci¨®n propia y antes de 15 a?os estar¨¢ volando su primer gran avi¨®n comercial.

En la d¨¦cada de los setenta iniciaron un proyecto semejante que abandonaron posteriormente por razones de todo tipo, pero ahora ya llueve sobre mojado. El pr¨®ximo a?o realizar¨¢ los primeros vuelos regulares el ARJ-21, la primera aeronave "made in China". Un avi¨®n regional que compite con los principales productores mundiales de ese segmento, como la canadiense Bombardier o la brasile?a Embraer.