Los dem¨®cratas exigen que Karl Rove declare en el Congreso por el caso de los fiscales
El estratega pol¨ªtico de la Casa Blanca Karl Rove puede estar a d¨ªas de tener sobre su mesa, si no lo impide la Casa Blanca, una citaci¨®n para declarar bajo juramento en el Congreso de EE UU sobre el caso de los fiscales federales despedidos presumiblemente por resultarle inc¨®modos a la Administraci¨®n de Bush.
La confrontaci¨®n entre el Congreso y la Casa Blanca est¨¢ abierta y se vive un duro tira y afloja, ya que es muy probable que esta ¨²ltima se niegue en redondo a tal demanda invocando privilegios ejecutivos. En palabras de Dan Bartlett, consejero de Bush, es "altamente improbable" que el presidente permita a uno de sus m¨¢s cercanos aliados testificar p¨²blicamente.
De momento, el Comit¨¦ Judicial del Senado sigue jugando la carta de subir al estrado a Rove y hacerle jurar que dir¨¢ la verdad y toda la verdad sobre un espinoso asunto que tambi¨¦n tiene en la cuerda floja al fiscal general del Estado, Alberto Gonzales.
El senador Patrick Leahy, dem¨®crata de Vermont y presidente del Comit¨¦, descart¨® cualquier arreglo para que Rove declare en privado y asegur¨® que el jueves decidir¨¢ sobre si le llaman a declarar, junto a la ex consejera Harriet Miers. "No creo en esta cosa de 'tengamos una reuni¨®n privada y os cuento todo' y luego no cuentan nada", declar¨® Leahy en la cadena de televisi¨®n ABC. "Quiero que el testimonio sea bajo juramento. Estoy harto de verdades a medias".
Decisi¨®n final
"La decisi¨®n final sobre las citaciones es m¨ªa", inform¨® el presidente del Comit¨¦ senatorial. Si finalmente las citaciones son cursadas, el margen de la Casa Blanca ser¨¢ muy estrecho. Si el presidente Bush invoca sus privilegios y bloquea la petici¨®n de comparecencia ante el Congreso expondr¨¢ a la opini¨®n p¨²blica que tiene algo que esconder, que sus asesores temen decir la verdad. Por eso buscan una soluci¨®n intermedia que podr¨ªa llegar hoy mismo, seg¨²n inform¨® el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow.
Por su parte, el senador republicano por Tejas, John Cornyn, asegur¨® haber transmitido al secretario de Justicia la necesidad de "proporcionar lo m¨¢s r¨¢pido posible la informaci¨®n necesaria", ya que la "mala gesti¨®n" de la operaci¨®n est¨¢ causando una "aut¨¦ntica tormenta" pol¨ªtica debido a la falta de informaci¨®n imprecisa proporcionada a los legisladores.
El despido de ocho fiscales federales el a?o pasado por presumibles motivaciones pol¨ªticas se ha convertido en una aut¨¦ntica bomba de relojer¨ªa para la Administraci¨®n republicana.
Con la guerra de Irak inaugurando su quinto a?o y ti?endo su presidencia, Bush ve peligrar el puesto de uno de sus hombres de m¨¢s confianza, el fiscal general Alberto Gonzales. Todo apunta a que la suerte de Gonzales se decidir¨¢ esta semana. Y todo apunta a que el hombre que erosion¨® las libertades civiles y contribuy¨® a legalizar la tortura tiene los d¨ªas contados en Washington.
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