El 'efecto' de la guerra

La guerra de Irak ha hecho al mundo m¨¢s inseguro. No es una opini¨®n, sino la conclusi¨®n a la que llegaba en abril pasado la Estimaci¨®n Nacional de Inteligencia de Estados Unidos. Dos investigadores estadounidenses, en un nuevo estudio, han cifrado lo que llaman el efecto Irak. Si entre el d¨ªa despu¨¦s del 11 de septiembre de 2001 y el 20 de marzo de 2003 hubo 729 muertes derivadas de ataques suicidas yihadistas, entre el 21 de marzo de ese a?o y el 30 de septiembre de 2006 (fecha hasta donde llega el an¨¢lisis), 5.420, sin tomar en cuenta los muertos en el conflicto entre israel¨ªes y palestinos. Es decir, se multiplicaron por m¨¢s de siete. La totalidad de este aumento no se puede imputar a la guerra de Irak, pero s¨ª una proporci¨®n significativa: excluyendo Irak y Afganist¨¢n, las muertes crecieron en un 35%.

Los ataques contra intereses occidentales crecieron en un 12%, y las muertes, el 4%

Tony Blair no dud¨® en afirmar que "Irak, la regi¨®n y el mundo son lugares m¨¢s seguros sin Sadam", y George W. Bush, en noviembre de 2005, que si "americanos de uniforme" no estuvieran luchando contra "el enemigo" en Irak, ¨¦ste "no estar¨ªa ocioso" e intentar¨ªa atacar a estadounidenses en el mundo y en EE UU. Efectivamente, se han evitado ataques contra EE UU (donde han muerto 18 civiles, no contando, claro est¨¢, los que pierden su vida en Irak). Pero en el resto del mundo, de Europa a Kabul, han aumentado de forma espectacular, como pone de manifiesto el estudio de Peter Bergen y Paul Cruikshank en el Centro de Derecho y Seguridad de la Universidad de Nueva York (Fundaci¨®n para la revista Mother Jones, www.motherjones.com), y que recogi¨® unos d¨ªas atr¨¢s The Independent. Sus autores concluyen que la guerra de Irak ha diseminado con fuerza "el virus ideol¨®gico de Al Qaeda".

Por supuesto, como era de esperar, el aumento del terrorismo yihadista ha sido m¨¢s marcado en el propio Irak (de siete a 3.122 muertes). Pero entre un periodo y otro ha pasado de cero a 297 en Europa, esencialmente con los atentados de Madrid y Londres. De 182 a 489 en Cachemira (aunque los autores no lo imputan a Al Qaeda), Pakist¨¢n e India; de 234 a 497 en Chechenia; y de muy pocos a 802 en Afganist¨¢n, donde s¨®lo recientemente han hecho su aparici¨®n los ataques suicidas, pese a que la invasi¨®n de ese pa¨ªs empez¨® semanas despu¨¦s del 11-S. Los que combatieron contra los sovi¨¦ticos no hicieron uso de estas formas de matar muriendo. Pero incluso excluyendo Irak y Afganist¨¢n, los ataques del terrorismo islamista aumentaron en un 35% entre estos dos periodos, y las muertes resultantes, en un 12%. Y m¨¢s espec¨ªficamente, los ataques contra intereses occidentales crecieron en un 12% y las muertes en un 4%.

Luego hay un efecto a m¨¢s largo plazo que ya se hizo sentir cuando los muyahidin que combatieron, apoyados por EE UU, contra la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n, regresaron a sus pa¨ªses de origen o se esparcieron por el mundo. Hoy, Irak es la mejor escuela de terrorismo en el mundo. La citada Estimaci¨®n de Inteligencia afirmaba que Irak "se ha convertido en la cause c¨¦lebre de los yihadistas (...) y est¨¢ formando una nueva generaci¨®n de l¨ªderes y operativos terroristas". Sus peores efectos pueden hacerse sentir dentro de algunos a?os.