Adaptar lo inadaptable
Michael Winterbottom traslada al cine 'Tristram Shandy', de Laurence Sterne. El actor Steve Coogan interpreta tres papeles en el filme
Michael Winterbottom es el maestro malabarista del cine brit¨¢nico. Cumple 46 a?os el pr¨®ximo d¨ªa 29 como el realizador m¨¢s fruct¨ªfero e internacional de su generaci¨®n. Con su productora Revolution Films, genera una o dos pel¨ªculas al a?o desde su entrada en el sector, con Butterfly kiss, premiada en Valladolid en 1995. Desde entonces ha dirigido 13 filmes, incluidos dos joyas recientes de corte pol¨ªtico, Camino a Guant¨¢namo y En este mundo. Hoy estrena en Espa?a la comedia A cock and bull story, inspirada en Tristram Shandy, la genial novela de Laurence Sterne, del siglo XVIII, que se cre¨ªa "inadaptable".
"Las pel¨ªculas, en general, son muy conservadoras en su forma y estructura"
"La discreci¨®n es mi mejor baza. Odio ponerme delante de la c¨¢mara"
Winterbottom siempre tiene entre manos tres o cuatro proyectos. Esta jornada de marzo no es la excepci¨®n. Frente a un monitor, en su oficina londinense, est¨¢ montando A mighty heart, sobre el asesinato en Pakist¨¢n del corresponsal del Wall Street Journal Danny Pearl. El filme se basa en la reconstrucci¨®n de los hechos publicada por su viuda, Marianne, que interpreta Angelina Jolie. El realizador tambi¨¦n supervisa detalles del inminente rodaje de Genova, que le llevar¨¢ a Italia con Colin Firth de protagonista. Y entretanto mira hacia el futuro, a 2008, cuando espera completar una trilog¨ªa con el actor Steve Coogan. El humorista ingl¨¦s desempe?a un triple papel en Tristram Shandy y es el narrador de 24 hour party people, la fren¨¦tica exploraci¨®n de Winterbottom sobre la locura musical del Manchester de la d¨¦cada de los ochenta del siglo pasado.
"Queremos hacer una comedia sobre la tortura", adelanta sin obviar la osad¨ªa de su objetivo. Cuenta ya con las l¨ªneas maestras del gui¨®n, basado en Murder in Samarkand, la biograf¨ªa de Craig Murray, el embajador brit¨¢nico en Uzbekist¨¢n que perdi¨® su cargo y carrera diplom¨¢tica al denunciar la connivencia del Gobierno de Tony Blair en casos de tortura con sospechosos de terrorismo. "Hay una conexi¨®n entre estas tres pel¨ªculas, al margen de Steve. La estructura, la forma y el tono de la narrativa son similares. Tambi¨¦n el entusiasmo febril de los personajes, su pasi¨®n por las ideas y un sentido del humor que aligera su pomposidad", explica.
Como personaje, Tristram Shandy ha entrado en el vocabulario popular ingl¨¦s para describir a la gente de desbordante imaginaci¨®n e ideas absurdas. Tambi¨¦n se ten¨ªa como inadaptable al cine. Winterbottom resuelve el problema haciendo un filme sobre un filme, es decir, sobre un grupo de cineastas que intenta sacar adelante la adaptaci¨®n de la novela. "El libro no se ajusta al concepto tradicional de narrativa. Se dispersa en m¨²ltiples direcciones, sin seguir una l¨ªnea recta, e intercalando pasajes conectados muy tangencialmente con la historia central. Es uno de los aspectos que m¨¢s me atrajo del proyecto. Las pel¨ªculas, en general, son incre¨ªblemente conservadoras en cuanto a estructura y forma. Aqu¨ª evito deliberadamente caer en la estructura lineal, como tambi¨¦n lo hice en 24 hour party people y quiero incidir de nuevo en Murder in Samarkand", explica el realizador.
Winterbottom aprovecha los meandros y disparidades de la novela para ceder tres papeles al actor protagonista, quien interpreta a Tristram Shandy y a su padre Walter Shandy, adem¨¢s de ser, simplemente, Steve Coogan. Al relacionarse con su rival en la pantalla, el tambi¨¦n humorista Robert Brydon, y con el equipo del rodaje ficticio, afloran la guerra de egos, las vanidades, obsesiones, infidelidades e inseguridades de los grandes y peque?os artistas. "Espero que la audiencia no se lo tome excesivamente a parodia. El mundo del cine es as¨ª. No hemos exagerado mucho y, si acaso, hemos rebajado el tono de la realidad. Steve parece incre¨ªblemente vanidoso en sus obsesiones, pero son defectos que todos reconocemos en nosotros mismos. ?l y Rob interpretan versiones de s¨ª mismos, un poco exageradas quiz¨¢, pero muy pr¨®ximas a la realidad", admite.
Winterbottom, en cambio, desaprovech¨® la oportunidad de interpretarse en su propia pel¨ªcula. Tambi¨¦n oculta bajo un seud¨®nimo, Martin Hardy, su contribuci¨®n al gui¨®n. "Decid¨ª que la discreci¨®n era mi mejor baza", sonr¨ªe, "Odio ponerme delante de la c¨¢mara. Es mi idea de infierno".
Babelia
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