Comprender la balanza comercial
Para comprender bien lo que refleja la balanza comercial de una econom¨ªa regional como la gallega es preciso tener en cuenta una serie de cuestiones. En primer lugar, para Galicia como regi¨®n econ¨®mica vender a Catalu?a o a la regi¨®n norte de Portugal es exportar. Por eso tiene poco sentido que las informaciones sobre el comercio exterior de Galicia se ci?an a lo que se vende o se compra a otros Estados. M¨¢xime si se tiene en cuenta que el comercio exterior con el resto de Espa?a es muy superior al que existe con el resto del Mundo.
Es perfectamente posible que, de forma simult¨¢nea, el d¨¦ficit comercial global de Galicia se reduzca y que aumente el d¨¦ficit con el resto del mundo. Es decir, podr¨ªamos estar equilibrando nuestra posici¨®n comercial y que en el debate p¨²blico se destacase que el d¨¦ficit con el resto del mundo ha empeorado.
En segundo lugar, y a diferencia de lo que ocurre cuando hablamos de la balanza de la econom¨ªa espa?ola o de la estadounidense, un d¨¦ficit comercial recurrente es perfectamente sostenible. En el caso de la econom¨ªa espa?ola, su d¨¦ficit comercial es parcialmente cubierto por el super¨¢vit en la balanza tur¨ªstica y, sobre todo, por la entrada neta de capitales extranjeros. Esos pr¨¦stamos internacionales permiten cuadrar las cuentas. Pero no se puede abusar de ellos, so riesgo de acabar peligrosamente endeudados. Galicia es diferente.
Galicia, como Andaluc¨ªa o Extremadura compran mucho m¨¢s de lo que venden, con d¨¦ficit que superan ampliamente los actuales desequilibrios comerciales exteriores de Espa?a o Estados Unidos. Y no pasa nada. Fundamentalmente, porque las econom¨ªas regionales espa?olas menos desarrolladas cuentan con una fuente de ingresos adicional: su balanza fiscal. Los dineros p¨²blicos que son generados en otros territorios y enviados a Galicia, en forma de pensiones o de inversiones en infraestructuras, nos permiten disfrutar de una balanza fiscal favorable que, seg¨²n los diferentes estudios disponibles, se situar¨ªa no lejos del 10% del producto interior bruto (PIB) gallego. Y ese saldo fiscal favorable financia una balanza comercial estructuralmente en n¨²meros rojos, de cuant¨ªa incluso superior a la cifra anterior.
Primera conclusi¨®n: el amplio d¨¦ficit en el saldo comercial de Galicia no debe ser una preocupaci¨®n adicional para nuestros responsables pol¨ªticos. Porque su soluci¨®n es la misma que la que exige nuestro escaso desarrollo econ¨®mico en t¨¦rminos relativos: que el PIB gallego crezca de forma sostenida por encima del espa?ol. Seremos cada vez m¨¢s ricos comparativamente, dependeremos menos de la solidaridad interterritorial y nuestra balanza comercial tender¨¢ hacia el equilibrio autom¨¢ticamente.
En tercer lugar, las cifras de comercio exterior con el resto del mundo son muy sensibles a lo que pueda ocurrirle a algunas empresas concretas como Citro?n o la refiner¨ªa de A Coru?a. Un cambio en los precios del petr¨®leo o en la estrategia comercial de la empresa de automoci¨®n pueden alterar significativamente la balanza comercial con el resto del mundo. Nuevamente, una lectura apresurada de las estad¨ªsticas pueden generar confusi¨®n y desenfoque.
En definitiva, en el an¨¢lisis del sector exterior de la econom¨ªa gallega es necesario incorporar nuestras operaciones con el resto de Espa?a y se debe dar preferencia a los an¨¢lisis sectoriales frente a las lecturas de las cifras de los saldos globales. La apertura y profundizaci¨®n en las estrategias de exportaci¨®n e internacionalizaci¨®n son un factor clave para el desarrollo socioecon¨®mico de Galicia. Las importaciones de insumos y productos finales son necesarias para que las empresas gallegas sean competitivas y los consumidores vean satisfechas sus demandas, cada d¨ªa m¨¢s sofisticadas y exigentes. El an¨¢lisis pormenorizado de los flujos en ambos sentidos es fundamental para ajustar de forma ¨®ptima las pol¨ªticas macro y microecon¨®micas de la Xunta de Galicia; y para que las empresas cuenten con pistas fiables sobre las oportunidades de negocio que les aguardan.
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