Caricias de 'bossa nova'
Bebel Gilberto cierra con su tercer disco un ciclo con "el mundo de hoy"
Tanto tempo se convirti¨® de forma inesperada en el tercer disco brasile?o m¨¢s vendido de todos los tiempos en Estados Unidos. Y le vali¨® los elogios del entonces presidente Clinton. Hace siete a?os que Bebel Gilberto deslumbr¨® a una nueva generaci¨®n al unir la c¨¢lida y sensual bossa nova a la electr¨®nica. En 2004 lleg¨® el segundo disco, Bebel Gilberto, con su encantadora sofisticaci¨®n ac¨²stica, y ahora Momento. "Un poco m¨¢s relajado que el anterior. Quiz¨¢s tengo menos miedo de arriesgarme. Y soy m¨¢s yo", cuenta por tel¨¦fono desde Londres la cantante brasile?a.
Su padre es Jo?o Gilberto, el "pap¨¢" de la bossa nova; su madre, la cantante Mi¨²cha; su t¨ªo se llama Chico Buarque y Carlinhos Brown est¨¢ casado con una de sus primas. Ten¨ªa nueve a?os cuando cant¨® en el Carnegie Hall con Mi¨²cha y el saxofonista Stan Getz y con 12, ya sab¨ªa lo que era poner la voz a un jingle publicitario. "Trabajar con la familia es muy complicado", dice riendo. No quer¨ªa que la vieran como "la hija de" y puso tierra por medio. En 1991 se instal¨® en Nueva York -hab¨ªa nacido all¨ª en 1966- donde nadie la conoc¨ªa. Lleg¨® con algo de ropa y su pasaporte estadounidense. Cab¨ªa todo en una maleta. Trabaj¨® como maquilladora, camarera, modelo para pintores y cuidando ni?os. Y cantaba en bares. Hasta que pudo empezar a colaborar con David Byrne, Towa Tei (Deee-Lite), Amon Tobin o Thievery Corporation.
La cantante deslumbr¨® a una nueva generaci¨®n al unir la 'bossa nova' a la electr¨®nica
"Con este tercer disco tengo la sensaci¨®n de estar cerrando un ciclo con el mundo de hoy. No s¨¦ si volver¨¦ a grabar otro porque es el final de mi contrato con la discogr¨¢fica", comenta. Est¨¢ grabado en sus tres ciudades preferidas: Nueva York, R¨ªo de Janeiro y Londres. En la capital brit¨¢nica trabaj¨® con el productor Guy Sigsworth (Madonna, Bj?rk). Se encontraban a diario en el estudio para perfilar las canciones. Desde media ma?ana hasta primera hora de la noche. Nada que ver con el trabajo realizado en Nueva York junto al teclista argentino Didi Gutman y su grupo Brazilian Girls, que ni son chicas ni son brasile?as. "Guy tiene familia y es mayor. Didi es m¨¢s nocturno. Tienen costumbres diferentes, pero son maravillosos. Y necesito un poquito de ambos. Un poco de conservadurismo y un poco de locura".
Bebel Gilberto grab¨® en R¨ªo con la Orchestra Imperial, "19 j¨®venes incre¨ªbles que tocan m¨²sica brasile?a antigua y montan una fiesta en el escenario". Y est¨¢ la archiconocida Night and day: "Mucha gente me dijo 'est¨¢s loca, no la grabes, todo el mundo te va a criticar, ser¨¢ tu guillotina'. No s¨¦ si consegu¨ª reinventarla, pero estoy muy contenta con la voz. La grab¨¦ con un micr¨®fono de v¨¢lvulas de la ¨¦poca de Ella Fitzgerald".
"Siento que estoy creciendo como compositora, ganando confianza y llegando a un punto muy especial", asegura. Sus primeras canciones tienen m¨¢s de veinte a?os: "Ahora doy m¨¢s cr¨¦dito a mis palabras. A veces llego a casa un poco borracha y escribo un mont¨®n de locuras. Al d¨ªa siguiente en vez de tirarlas a la papelera avergonzada las miro y digo 'guau, es una gran idea para una canci¨®n' y me pongo a trabajar en ello".
"Resulta dif¨ªcil ser artista cuando no trasciendes. Sigo teniendo que dar 18 entrevistas por d¨ªa, cargar con las maletas, no dispongo de un buen presupuesto para m¨²sicos, ni gano tanto dinero como se cree. Con problemas de salud y sin tiempo para cuidarse porque hay que trabajar. F¨¢cil era cuando pod¨ªas vender discos. Hoy no. Seguro que Beyonc¨¦ o Norah Jones no llevan la vida que llevo yo", dice riendo.
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