Notable en econom¨ªa
Es notable que una econom¨ªa como la espa?ola inicie su decimocuarto a?o consecutivo de crecimiento. Lo es m¨¢s que lo haga con un ritmo de expansi¨®n superior al promedio de los cinco a?os precedentes y, por supuesto, al de las econom¨ªas de su m¨¢s inmediato entorno. Pero lo m¨¢s valioso, por novedoso, es que lo haga sin agudizar sus desequilibrios tradicionales.
El dinamismo del empleo y la reducci¨®n de la tasa de paro hasta situarse por primera vez en muchos a?os en niveles equivalentes al promedio europeo, en un periodo de intenso aumento de la poblaci¨®n activa, no es menos destacable. Otro elemento que admite una comparaci¨®n favorable con la tradici¨®n y con nuestros vecinos es el saneamiento de las finanzas p¨²blicas: la existencia de super¨¢vit desconocidos y un stock de deuda p¨²blica menguante concede m¨¢rgenes de maniobra insospechados hace unos a?os. Aunque menos favorable, la tasa de inflaci¨®n espa?ola, medida por el ¨ªndice de precios al consumo (IPC), tambi¨¦n se sit¨²a en niveles absolutos y relativos reducidos, aunque todav¨ªa superiores al promedio de las econom¨ªas con las que compartimos moneda.
Es la cuant¨ªa absoluta y relativa del d¨¦ficit exterior, para nada ajeno a esas relativamente elevadas variaciones de los precios, lo que impide el sobresaliente. Y ser¨ªa un error amparar en la c¨®moda y barata financiaci¨®n del mismo cualquier tentaci¨®n de complacencia. El desequilibrio por cuenta corriente espa?ol, uno de los mayores del mundo, no es s¨®lo el resultado de una excesiva pulsaci¨®n de la demanda, sino tambi¨¦n de la insuficiente diversificaci¨®n de un patr¨®n de crecimiento, demasiado centrado en sectores muy poco intensivos en las ventajas que hoy arbitran la competitividad internacional de las econom¨ªas.
Fortalecer las dotaciones p¨²blicas y privadas de capital tecnol¨®gico y humano es la v¨ªa m¨¢s eficaz para mejorar no s¨®lo la productividad, sino para asegurar la continuidad de esa virtuosa combinaci¨®n de crecimiento econ¨®mico y del empleo. Y en este aspecto los avances son lentos. Las asignaciones presupuestarias realizadas en los dos ¨²ltimos presupuestos, siendo cuantitativamente importantes, no lo son m¨¢s que las realizadas por aquellos pa¨ªses que ya ocupan una posici¨®n destacada en la econom¨ªa del conocimiento y, en todo caso, tardar¨¢n en madurar.
A ese desequilibrio se a?ade el que define el endeudamiento de las familias, estrechamente asociado a la expansi¨®n excepcional del mercado inmobiliario. El horizonte de normalizaci¨®n de los precios de la vivienda, elevaciones en los tipos de inter¨¦s y mantenimiento de las rentas salariales en t¨¦rminos reales no facilita precisamente el desahogo de unas econom¨ªas familiares que, gracias al crecimiento del empleo, no han retrocedido m¨¢s en la distribuci¨®n de la renta en estos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.