Contra todo lo que se mueve
El Museo Reina Sof¨ªa inaugura hoy una gran exposici¨®n dedicada al arte cin¨¦tico a lo largo del siglo XX
?Por qu¨¦ te aburres de mirar un p¨¦ndulo en dos segundos y se te van las horas muertas contemplando el fuego? Porque ver el movimiento es entenderlo -ver es entender, redondeando- y el p¨¦ndulo est¨¢ m¨¢s visto en un tictac que la lumbre en media vida.
"?sta es la pieza m¨¢s nueva de la muestra", dice Osbel Su¨¢rez se?alando a una estructura c¨®nica de madera que cuelga de la pared como un trofeo de caza. "Es el abanico de Rebecca Horn, salido de su taller este mismo a?o". ?Ha dicho abanico? "Y est¨¢ hecho de pinceles pese a ser su negaci¨®n: pese a ser un arte que ya no se hace con pinceles". ?Pinceles? Osbel pisa un bot¨®n y el trofeo de caza se despereza lentamente hasta revelar su naturaleza oculta: un abanico formado por 12 pinceles que exhiben sus virolas de lat¨®n y sus cerdas blancas bien desplegadas: los "pinceles de abanico" con que se gradaban los ¨®leos y los acr¨ªlicos. El de Rebecca Horn es un abanico de abanicos, una ruptura art¨ªstica hecha con el arte roto, dando as¨ª la raz¨®n a Osbel Su¨¢rez.
Su¨¢rez es el comisario de la muestra Los cin¨¦ticos, que se inaugura hoy en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid y durar¨¢ hasta el 20 de agosto, patrocinada por Bancaja. Es la primera ocasi¨®n para una larga lista de cosas: contemplar Madonna de Dal¨ª -que tambi¨¦n se puede ver como La oreja de P¨ªo XII-, nunca antes cedida por el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, y la Galatea de las esferas, nunca salida de Figueres desde la muerte del pintor.
Tambi¨¦n es la primera vez que llegan de la mano Naum Gabo, L¨¢szlo Mohol¨ª-Nagy, Giacomo Balla, Alexander Calder, Marcel Duchamp y otras extra?as gentes que hicieron lejanas revoluciones y ahora vienen desde el Centro Georges Pompidou de Par¨ªs, el Whitney Museum of American Art de Nueva York, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, la Tate Modern de Londres o la Galer¨ªa Nazionale D'Arte Moderna di Roma.
Y, por supuesto, los cin¨¦ticos de carn¨¦, pero Osbel no hace distingos por esos criterios. "Si esta exposici¨®n tiene un mensaje es que el arte cin¨¦tico es transversal", dice Osbel. Lo cin¨¦tico -lo que trata sobre el movimiento o se refiere a ¨¦l- no es tanto un movimiento est¨¦tico -aunque tambi¨¦n- sino sobre todo un descubrimiento sobre la percepci¨®n de la obra de arte: que el movimiento no pertenece a la Madonna, sino a la mente que la mira. Fue este grupo de artistas el que tuvo por primera vez esa percepci¨®n crucial sobre la naturaleza de la percepci¨®n misma. Y las ciencias del cerebro les han dado la raz¨®n por goleada en los ¨²ltimos a?os.
?Por qu¨¦ sabemos ver la irritaci¨®n de 100 hormigas y no la ¨®rbita ramplona de cuatro miserables planetas? Porque para ver c¨®mo se mueven los planetas tienes que saber antes que t¨² eres uno de ellos: s¨®lo entonces puedes girar la cabeza en el ¨¢ngulo adecuado para entender d¨®nde est¨¢ el centro del engranaje, y que tu arrabal del cosmos no pertenece a ¨¦l.
La exposici¨®n no es de pintura, aunque tambi¨¦n, pero tambi¨¦n de lo que hay fuera de los cuadros -objetos- y cronofotograf¨ªas, calotipos, serigraf¨ªas, impresiones digitales, pel¨ªculas: cosas que se mueven a veces y otras veces s¨®lo mueven a quien mira porque desequilibran un ¨¢ngulo o un prejuicio.
Son exploraciones de la mente tanto como del mundo, y por eso la actitud ante ellas no tiene por qu¨¦ ser de arrobo est¨¦tico, sino tal vez de v¨¦rtigo, o de asombro, y a menudo una sonora y est¨¦tica carcajada. "Tradicionalmente se entiende por arte cin¨¦tico aqu¨¦l cuyas creaciones se mueven o generan sensaci¨®n de movilidad", explica el comisario. "Sus autores pueden utilizar t¨¦cnicas ¨®pticas -juegos de luces y sombras, contrastes de tama?os, texturas y colores-, o bien introducir movimiento f¨ªsico, a trav¨¦s de la incorporaci¨®n de motores o electroimanes, movimiento que tambi¨¦n puede lograrse sin energ¨ªa mec¨¢nica, por corrientes de aire, cambios de temperatura".
La exposici¨®n hace un recorrido por los "momentos" cin¨¦ticos de todo un siglo, deteni¨¦ndose en el constructivismo, el simultane¨ªsmo, el futurismo o el grupo Madi. Y tambi¨¦n pretende reparar una injusticia hist¨®rica. El arte cin¨¦tico fue prefigurado, y desarrollado en buena medida, por un grupo de artistas latinoamericanos que no han conseguido ver sus nombres inscritos en la eurocentrista historia del arte del siglo XX. Aqu¨ª estar¨¢n las obras de Jes¨²s Rafael Soto, Carlos Cruz-D¨ªez o Julio Le Parc.
Y no olviden llevar a los ni?os; se lo van a pasar pipa.
'LOS CIN?TICOS'
La exposici¨®n est¨¢ en
el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid, desde hoy y hasta el 20 de agosto
Hay 80 pinturas, objetos e instalaciones que el espectador podr¨¢ poner en movimiento
Procedente del MoMA, La Madonna de Dal¨ª se puede ver por primera
vez en Espa?a
Hay talleres para j¨®venes menores de
18 a?os
Se pueden ver obras de Man Ray, Giacomo Balla, Sand¨² Dari¨¦, Enrique Pineda Barnet, Duchamp, Calder, Antonio Maluf
o Keiji Kawashima
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.